China exhibe m¨²sculo militar para extender su influencia en el Pac¨ªfico
Pek¨ªn aspira a renovar sus fuerzas armadas en 2035 y a convertirlas en un ej¨¦rcito que pueda rivalizar, e incluso vencer, a EE UU en 2049, en el primer centenario de la Rep¨²blica Popular
Drones ¡°Drag¨®n Rampante¡± de reconocimiento a gran altura, utilizables para detectar patrullas en el mar del Sur de China o en las fronteras a gran altitud en los Himalayas. Cazas J-20, capaces de despegue vertical. Aviones de combate J16D para la guerra electr¨®nica, equipados para detectar sistemas de defensa enemigos y disparar misiles. Estas son algunas de las aeronaves de ¨²ltima generaci¨®n del ej¨¦rcito chino que se exhib¨ªan y promov¨ªan ante el p¨²blico a bombo y platillo en la Feria Aeron¨¢utica bienal de Zhuhai, la principal en el sector de defensa en la segunda potencia mundial, celebrada este mes tras aplazarse un a?o durante la pandemia. Casi de manera simult¨¢nea, casi 150 aeronaves chinas ¡ªentre ellas, algunas de los tipos en exhibici¨®n en Zhuhai¡ª sobrevolaban el espacio de defensa a¨¦rea de Taiw¨¢n durante los cuatro primeros d¨ªas de octubre, un n¨²mero r¨¦cord, en lo que Pek¨ªn describ¨ªa como ¡°acciones necesarias para defender la soberan¨ªa nacional y la integridad territorial¡±.
Esta semana, buques chinos y rusos atravesaban al alim¨®n por primera vez un paso entre las islas de Jap¨®n para patrullar el Pac¨ªfico de manera conjunta. El Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n (EPL) llevaba a cabo una simulaci¨®n de un ataque submarino contra un puerto, en lo que los medios estatales han indicado que ¡°gener¨® una gran cantidad de datos que podr¨¢n emplearse en el futuro en combate para atacar puertos enemigos y contribuir a cortar l¨ªneas de suministro del contrario¡±. Y la semana pasada el peri¨®dico Financial Times publicaba que Pek¨ªn complet¨® este verano dos pruebas de un misil hipers¨®nico que hab¨ªa conseguido entrar en ¨®rbita y dar la vuelta al mundo antes de golpear su objetivo. Pruebas que el Gobierno de Xi Jinping ha negado.
El proceso de modernizaci¨®n del EPL, el ej¨¦rcito del Partido Comunista de China (PCCh), avanza a tal ritmo que cada pocos d¨ªas se anuncia un nuevo avance o una nueva actividad. El segundo pa¨ªs por gasto militar del mundo ¡ªinvirti¨® el a?o pasado 258.000 millones de d¨®lares, unos 222.000 millones de euros, seg¨²n el Stockholm International Peace Research Institute¡ª construye misiles bal¨ªsticos, nuevos submarinos nucleares, portaaviones; este verano, medios estadounidenses denunciaban el establecimiento de nuevos silos para armas nucleares. Pek¨ªn aspira a completar la renovaci¨®n de sus fuerzas para 2035, y a convertirlas en un ej¨¦rcito digno de una superpotencia, capaz de rivalizar ¡ªy de vencer¡ª a Estados Unidos para 2049, cuando se cumplir¨¢ el primer centenario de la Rep¨²blica Popular.
Inquietud en la regi¨®n
Esas actividades militares chinas inquietan en una regi¨®n que cada vez invierte m¨¢s en armamento. El ministro de Defensa japon¨¦s, Nobuo Kishi, calificaba el paso de los cinco nav¨ªos chinos y cinco rusos por los estrechos de Tsugaru y Osumi de una ¡°demostraci¨®n de fuerza¡± hacia Jap¨®n sin precedentes. Aunque se trata de aguas internacionales, el cruce de las dos flotillas ¡°claramente demuestra el clima cada vez m¨¢s serio de seguridad que rodea a Jap¨®n¡±, puntualizaba el ministro. Varios de esos buques, seg¨²n creen las fuerzas niponas, hab¨ªan participado ya en maniobras conjuntas entre los dos gigantes asi¨¢ticos a mediados de octubre. ¡°Es la primera vez que hemos confirmado una actividad en tan gran escala y durante un tiempo tan largo¡±, concluy¨® el ministro en una rueda de prensa.
Las maniobras, un gesto m¨¢s en la cooperaci¨®n militar que Mosc¨² y Pek¨ªn estrechan desde hace un lustro, parecen una respuesta a las de gran escala que desarrollaron en septiembre Estados Unidos y aliados como el Reino Unido, Canad¨¢ u Holanda en las cercan¨ªas de Taiw¨¢n. Y al establecimiento de Aukus, la alianza de seguridad reci¨¦n creada entre Washington, Canberra y Londres.
Shelley Rigger, del Davidson College de Carolina del Norte, considera que China se siente ¡°rodeada¡±. Esta experta en Taiw¨¢n a?ade que el pa¨ªs siente que quieren ¡°encerrarlo¡± en su propio territorio mediante alianzas como Aukus o la asociaci¨®n m¨¢s informal Quad, que comprende India, Australia, Jap¨®n y Estados Unidos. Esta sensaci¨®n se ha agudizado en el ¨²ltimo a?o con el aumento de muestras internacionales de simpat¨ªa hacia la isla autogobernada que Pek¨ªn considera parte de su territorio y que no renuncia a unificar por la fuerza. Adem¨¢s de la importancia que Taiw¨¢n tiene para el orgullo nacional, la isla representa la llave que puede abrir ¡ªo cerrar con candado¡ª la cadena de islas que cierra el acceso de China al Pac¨ªfico.
Presi¨®n sobre Taiw¨¢n
Pek¨ªn ha aumentado este mes una presi¨®n que no deja de crecer sobre Taiw¨¢n. Mediante sus numerosas incursiones a¨¦reas y un aumento de la ret¨®rica, que ha incluido la promesa del propio Xi de que la unificaci¨®n ¡ªpac¨ªfica¡ª ¡°debe cumplirse y se har¨¢¡±. Seg¨²n opina Rigger, China ¡°trata de disuadir a Taiw¨¢n de pensar que pueda haber alguna oportunidad de cambiar sus posiciones, y trata de disuadir a Estados Unidos de apoyar [a la isla] o de crear la impresi¨®n en Taiw¨¢n de que puede ser un buen momento para explorar hasta d¨®nde puede llegar¡±.
El miedo a quedar encerrada es solo uno de los factores que redoblan los esfuerzos para la modernizaci¨®n del EPL. Hacer de estas fuerzas un ej¨¦rcito capaz de ganar guerras es una vieja ambici¨®n de Pek¨ªn, que el presidente Xi ha acelerado desde su llegada al poder para disputar el poder¨ªo en la regi¨®n a EE UU. ¡°Gestionar los asuntos de Asia, resolver los problemas de Asia y defender la seguridad de Asia debe estar en manos de la gente de Asia¡±, defend¨ªa el presidente en un discurso en 2014.
Este mismo martes, Xi lanz¨® un llamamiento a redoblar los esfuerzos por ¡°abrir nuevos caminos¡± en el desarrollo de armamento y equipos para el ej¨¦rcito.
¡°Siglo de humillaci¨®n¡±
El EPL de hoy tiene ya poco que ver con el que el presidente encontr¨® tras su nombramiento como jefe de la Comisi¨®n Militar Central (CMC) en 2013. La fuerza de m¨¢s de dos millones de soldados centrada en la protecci¨®n terrestre se est¨¢ transformando en una potencia naval ¡ªque ya cuenta con 360 buques, m¨¢s que EE UU¡ª, que prev¨¦ disponer de al menos cuatro portaaviones y que prepara una nueva generaci¨®n de submarinos nucleares, capaces de disparar misiles que podr¨ªan alcanzar territorio estadounidense. Ha purgado a sus mandos corruptos y ha acometido una remodelaci¨®n interna que ha cambiado su estructura para separar las fuerzas de Marina, a¨¦rea, de Tierra, artiller¨ªa de misiles y guerra cibern¨¦tica de las administrativas y de adiestramiento. Una potente herramienta para cumplir ¡°el sue?o chino¡±, el regreso del pa¨ªs al protagonismo mundial que perdi¨® durante su ¡°siglo de humillaci¨®n¡±.
¡°China tiene una confianza en s¨ª misma como no ha tenido en d¨¦cadas, particularmente ahora bajo el mandato de Xi Jinping, que cree que tiene el impulso para lograr que se cumpla ese sue?o chino¡°, apuntaba la semana pasada en un seminario online la especialista en modernizaci¨®n militar Meia Nouwens en el Instituto Internacional de Estudios Estrat¨¦gicos (IISS) en Londres.
China no solo presiona a Taiw¨¢n. Tambi¨¦n lleva a cabo incursiones en el espacio a¨¦reo nip¨®n: 458 el a?o pasado, seg¨²n datos oficiales japoneses. Ha protagonizado fuertes escaramuzas contra las tropas indias en la frontera india en los Himalayas. Ha construido y fortificado islas artificiales en el mar del Sur de China, cuya soberan¨ªa se atribuye para casi la totalidad de sus aguas. Multiplica sus maniobras militares.
Y es un ej¨¦rcito que, al menos sobre el papel, ha conseguido la capacidad de dominar las aguas m¨¢s all¨¢ de sus costas. Un ej¨¦rcito que, seg¨²n aseguraba el propio ministro de Defensa de Taiw¨¢n este mes, tendr¨¢ la capacidad de tomar la isla por la fuerza para 2025. Y que, en las maniobras militares en las que EE UU ensaya esa hipot¨¦tica invasi¨®n ¡ªen las que deliberadamente se refuerza el poder¨ªo que se atribuye a la parte china, para mejor detectar vulnerabilidades en la parte estadounidense¡ª a las fuerzas del Pent¨¢gono les cuesta cada vez m¨¢s imponerse, si es que no quedan derrotadas.
Todo esto lo tiene Washington muy presente. El jefe del mando estadounidense en Indo-Pac¨ªfico, el almirante Philip Davidson, sosten¨ªa en mayo en una audiencia en el Congreso que Pek¨ªn ya es capaz de controlar el mar del Sur de China en todos los escenarios posibles ¡°menos la guerra¡±.
Pese a todo, los analistas sostienen que no es oro todo lo que reluce, y que el EPL presenta a¨²n numerosas vulnerabilidades que alejan la posibilidad de que se plantee seriamente, al menos de momento, la invasi¨®n que teme Taiw¨¢n u otras acciones hostiles. Est¨¢ lejos de alcanzar esa calidad que se ha marcado como objetivo para 2049. En sus propias publicaciones internas ha reconocido numerosas veces debilidades en la formaci¨®n de sus soldados y en la coordinaci¨®n entre sus distintas fuerzas y mandos. Sus tropas carecen de experiencia real en conflicto, y sus sistemas m¨¢s innovadores han padecido fallos tecnol¨®gicos.
¡°Hasta cierto punto, China proyecta m¨¢s poder y m¨¢s confianza de lo que realmente tiene¡±, puntualiza Nouwens. ¡°Dentro de China, el Partido Comunista sufre verdaderas preocupaciones sobre la crisis energ¨¦tica, la inseguridad alimentaria y de agua en el futuro, un crecimiento econ¨®mico m¨¢s d¨¦bil, los problemas para controlar la sociedad y, por supuesto, diferentes puntos de poder que podr¨ªan ofrecer oposici¨®n al PCCh. Y aunque el Partido goza generalmente de apoyo entre la poblaci¨®n, ?qu¨¦ pasar¨ªa en caso de conflicto? ?C¨®mo evolucionar¨ªa ese apoyo, y cu¨¢l ser¨ªa la reacci¨®n del Partido a eso?¡±, se pregunta.
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