La soledad de Violeta Chamorro
La expresidenta, que derrot¨® en 1990 a Daniel Ortega, se encuentra enferma y con sus hijos presos o en el exilio
Violeta Barrios de Chamorro, expresidenta de Nicaragua, acaba de cumplir 92 a?os en soledad. La mujer que derrot¨® en 1990 a Daniel Ortega en unas elecciones extremadamente vigiladas y que llev¨® la paz al pa¨ªs centroamericano se encuentra enferma. Los d¨ªas para ella son un comp¨¢s moh¨ªno, dentro de una casa llena de objetos que recuerdan la tragedia familiar. Ah¨ª se conservan, como si de un museo personal se tratara, la ropa de su esposo, el periodista Pedro Joaqu¨ªn Chamorro, asesinado durante la dictadura de los Somoza. Sus libros, anotaciones, diplomas. En la cochera est¨¢ el carro acribillado en el que viajaba aquel fat¨ªdico d¨ªa de 1978. Tambi¨¦n est¨¢n las fotos de la juventud, que documentan d¨ªas de felicidad: en una de ellas ambos aparecen tirados en la grama, ¨¦l recostado en su pecho, los dos sonrientes.
En este resguardo perdido en el tiempo, Do?a Violeta, como se la conoce en Nicaragua, se apaga poco a poco, mientras el pa¨ªs que lider¨® se desmorona por la deriva autoritaria del hombre que nuevamente gobierna el pa¨ªs con mano dura. Ha habido centenares de asesinados por gritar libertad. Miles de exiliados. Sus hijos Cristiana y Pedro Joaqu¨ªn han sido apresados por el r¨¦gimen, mientras que Carlos Fernando se ha visto obligado a marchar a un exilio lleno de incertidumbre en Costa Rica. No sabe si volver¨¢ a ver a su madre. La soledad de Do?a Violeta se puede comparar con la de un pa¨ªs aislado a la fuerza. Mientras los aguaceros de la tarde cubren la capital, una ciudad que se ha vuelto triste, Violeta Chamorro se envuelve en una bruma de recuerdos, lejana al infortunio que vuelve, persistente, a tocar a su familia.
Cristiana fue detenida en su casa en junio despu¨¦s de haber hecho p¨²blico su inter¨¦s de enfrentarse a Ortega en las elecciones del 7 de noviembre. Una tropa policial entr¨® a su casa el 2 de junio y revisaron todas las habitaciones de la casa, hasta los ba?os. Una de las primeras medidas fue cortar internet y requisaron cables de televisi¨®n, computadoras, la caja principal de seguridad y monitores, adem¨¢s de todos los celulares, incluyendo los del personal de servicio, seg¨²n lo ha narrado a la revista Divergentes una fuente que presenci¨® el allanamiento. ¡°En medio de la angustia, surgi¨® la impotencia: ver que se llevaron la chequera con que se cubren los gastos de la casa de do?a Violeta Barrios de Chamorro, de 91 a?os de edad, postrada en una cama. En esas circunstancias, no hay argumento que los convenza. Se llevaron toda la papeler¨ªa que encontraron en la casa, documentos legales, finanzas familiares, papeler¨ªa en general, todo. Llenaron como seis bolsas pl¨¢sticas, de esas que se utilizan para la basura¡±, ha explicado la fuente. Desde entonces Cristiana Chamorro se mantiene aislada e incomunicada.
El hijo mayor, Pedro Joaqu¨ªn Chamorro tambi¨¦n fue encarcelado y ha cumplido 70 a?os en la c¨¢rcel. ¡°Polic¨ªa orteguista secuestr¨® a mi hermano, imput¨¢ndole investigaci¨®n al amparo de la ley 1055 (¡®Defensa de la Soberan¨ªa¡¯) para fabricar presuntos cr¨ªmenes y delitos penales contra los ciudadanos que demandan elecciones libres¡±, denunci¨® su hermano, Carlos Fernando Chamorro, quien hace referencia a una ley que la Asamblea Nacional, controlada por Ortega, aprob¨® y con la que se acusa a los opositores desde lavado de dinero hasta traici¨®n a la patria. Carlos Fernando hizo la denuncia desde fuera de Nicaragua, porque se vio obligado al exilio, tras la persecuci¨®n del r¨¦gimen en su contra y contra su proyecto period¨ªstico, la revista Confidencial. Tambi¨¦n han sido detenidas personas ligadas a la familia Chamorro: Juan Sebasti¨¢n Chamorro, quien tambi¨¦n aspiraba a la presidencia, y Juan Lorenzo Holmann, gerente del diario La Prensa.
Barrios de Chamorro (Rivas, 1929) tuvo ante s¨ª el desaf¨ªo de conciliar a un pa¨ªs que ven¨ªa marcado por la dictadura somocista y la posterior revoluci¨®n. No obstante, pese a los avances democr¨¢ticos no consigui¨® pacificar a la sociedad, Adem¨¢s, su administraci¨®n es criticada por haber impuesto duras medidas que golpearon principalmente a los m¨¢s pobres: negociaciones con el FMI y el Banco Mundial, con ajustes que incluyeron la reducci¨®n del gasto p¨²blico, del Estado, la privatizaci¨®n de empresas p¨²blicas o venta de bienes del Estado. El descontento social provoc¨® huelgas y manifestaciones, muchas incitadas por el Frente Sandinista, que desestabilizaron al Gobierno. Es una ¨¦poca en la que Nicaragua se abri¨® al neoliberalismo, con profundas consecuencias para amplios sectores que depend¨ªan de las ayudas del Estado sandinista.
Entonces se retir¨® de la pol¨ªtica, aunque con el tiempo su figura fue creciendo, al mismo tiempo que f¨ªsicamente la empeque?ec¨ªa la enfermedad. Sus hijos la visitaban peri¨®dicamente y su nombre volv¨ªa a las portadas de los diarios en cada aniversario del asesinato de su esposo o de su llegada a la presidencia. Ella, que ha sufrido en carne propia la tragedia de su pa¨ªs, debe ahora aguantar la represalia de Daniel Ortega contra su familia.
La exmandataria naci¨® en el seno de una familia de terratenientes. Estudi¨® un tiempo en Estados Unidos, pero tuvo que regresar a Nicaragua tras la muerte de su padre, Carlos Barrios. Se cas¨® muy joven con quien ser¨ªa el gran opositor de la dictadura somocista, el periodista Pedro Joaqu¨ªn Chamorro. En sus memorias ha contado que pas¨® su juventud bajo la angustia del asedio, el encarcelamiento de su marido y el exilio. ¡°Infinitas veces Pedro fue a la c¨¢rcel. ?Qu¨¦ es lo que le toca a una esposa que quiere a su marido, una madre que tiene a sus hijos? Averiguar en qu¨¦ c¨¢rcel estaba, pedirle a Dios que me diera paciencia. Esperar a que el dictador Somoza me contestara para saber cu¨¢ndo se le pod¨ªa llevar alguna cajita con comida a la c¨¢rcel¡±, dijo Violeta Barrios de Chamorro en una entrevista con el programa Esta Semana, que a¨²n dirige su hijo Carlos Fernando.
Desde las p¨¢ginas de La Prensa ¨Cel principal diario nicarag¨¹ense, con m¨¢s de 90 a?os de existencia¨C Pedro Joaqu¨ªn Chamorro lanzaba feroces cr¨ªticas a la dictadura, que lo ten¨ªa como la voz m¨¢s inc¨®moda. Sus textos eran le¨ªdos con avidez y su programa de radio era sintonizado todas las tardes. ¡°La Prensa para Pedro era su vida. No por beneficio propio, sino para el beneficio del pueblo de Nicaragua¡±, dijo su esposa. Por su valent¨ªa y beligerancia, Chamorro fue asesinado en 1978 por sicarios cuando conduc¨ªa su veh¨ªculo hacia la redacci¨®n del diario. Su asesinato conmocion¨® al pa¨ªs.
Ernesto Aburto, uno de los periodistas de La Prensa en aquella ¨¦poca, ha relatado as¨ª aquel d¨ªa fat¨ªdico: ¡°Estaba en el cuarto oscuro del diario revelando unas fotos cuando el jefe de la secci¨®n me dijo: ¡®Parece que le dispararon a Pedro Joaqu¨ªn¡¯. Sal¨ª del cuarto oscuro y uno de los periodistas, Danilo Aguirre, me dijo que sacara mi c¨¢mara. ¡®Esto es grave, prepar¨¦monos para lo peor¡¯, me dijo. Cuando llegamos al lugar del atentado encontramos el carro lleno de sangre, los vidrios desbaratados. Danilo se puso a golpear el techo del carro y repitiendo fren¨¦ticamente ¡®lo mataron, lo mataron¡¯. Nos fuimos al Hospital Oriental [de Managua], donde encontramos a mucha gente, incluidos pol¨ªticos, gente importante, la familia Chamorro. Entramos a la morgue, donde estaba el cuerpo de ese gran hombre acostado en la mesa de autopsias. Verlo, como hombre que lo amaba y admiraba, fue impactante, muy duro. Estaba lleno de balas¡±.
La muerte de Pedro Joaqu¨ªn Chamorro sentenci¨® a la dictadura. Los funerales del periodista y opositor fueron apote¨®sicos y terminaron en una manifestaci¨®n que exig¨ªa la ca¨ªda del dictador, quien respondi¨® ordenando una dura represi¨®n. Frente a esas honras f¨²nebres estaba su esposa, Violeta, quien continuar¨ªa el legado de su marido, elevado a h¨¦roe y m¨¢rtir por las libertades en Nicaragua. Ella form¨® parte de la denominada Junta de Gobierno de Reconstrucci¨®n Nacional, en la que tambi¨¦n particip¨® el escritor Sergio Ram¨ªrez. Chamorro, sin embargo, abandon¨® la Junta en abril de 1980 por estar en desacuerdo con la l¨ªnea socialista que m¨¢s tarde se termin¨® imponiendo. Pas¨® entonces a la redacci¨®n de La Prensa, desde donde se convirti¨® en una voz cr¨ªtica con el r¨¦gimen sandinista, que elegir¨ªa a Daniel Ortega como l¨ªder.
La familia Chamorro, entonces, qued¨® dividida. Pedro Joaqu¨ªn, el hermano mayor, dej¨® Nicaragua para apoyar la oposici¨®n armada que se formaba contra el sandinismo. Otra hermana, Cristiana, trabajaba en La Prensa, el diario de la oposici¨®n, mientras Claudia Chamorro apoyaba el sandinismo. Carlos Fernando Chamorro ocup¨® cargos dentro de la nueva estructura del Estado, hasta ser nombrado director de Barricada, el diario oficial del Frente Sandinista. Desde Barricada ¨¦l y su equipo intentaban hacer un periodismo que no estuviera totalmente sometido a las ¨®rdenes de la direcci¨®n nacional del FSLN, que cuando pod¨ªa criticaba algunas decisiones del r¨¦gimen, que ofrec¨ªa variedad de informaci¨®n a sus lectores, aunque, claro, la mayor¨ªa de las veces ten¨ªa que mantenerse en la l¨ªnea de la propaganda oficial. Amigos de la familia cuentan que Violeta Chamorro era una suerte de ¨¢rbitro entre las diferencias y que cuando invitaba a sus hijos a cenar en casa exig¨ªa que no se hablara de pol¨ªtica.
Nicaragua estaba sumida en una profunda crisis. La Contra, la guerrilla derechista entrenada por Washington, hab¨ªa lanzado una fuerte ofensiva para derrocar al Gobierno revolucionario. La guerra civil dej¨® decenas de miles de muertos y un pa¨ªs en ruinas. En mayo de 1989 se conform¨® la Uni¨®n Nacional Opositora (UNO), organizaci¨®n pol¨ªtica conformada por 14 partidos que pretend¨ªa derrocar electoralmente al sandinismo. Violeta Chamorro fue nombrada candidata de la coalici¨®n y se enfrent¨® a Ortega en las elecciones convocadas para febrero del siguiente a?o. Con un discurso de paz y reconciliaci¨®n, Chamorro gan¨® contra todo pron¨®stico esas elecciones supervigiladas. ¡°Me han votado porque tienen fe en un cambio profundo despu¨¦s de 50 a?os de somocismo y 10 de sandinismo. Y yo acepto ese voto, consciente de mi responsabilidad¡±, dijo Chamorro el 11 de marzo en una entrevista para EL PA?S con Miguel ?ngel Bastenier. Aquel triunfo qued¨® registrado en la portada de su peri¨®dico, La Prensa, con el siguiente titular: ¡°Voto, Violeta, Victoria¡±.
As¨ª relat¨® la periodista Alma Guillermoprieto aquella jornada hist¨®rica, en una cr¨®nica enviada a la revista estadounidense The New Yorker: ¡°Cuando abrieron las mesas de votaci¨®n a las siete de la ma?ana del domingo 25 de febrero [de 1990], las largas colas de votantes no sab¨ªan que estaban por decidir el final de un r¨¦gimen, y en las extraordinarias 34 horas que transcurrieron entre las seis de la ma?ana del lunes, cuando el presidente Daniel Ortega apareci¨® en una conferencia de prensa televisada para reconocer su derrota, y su reaparici¨®n en p¨²blico el martes, en una concentraci¨®n sandinista, el pa¨ªs se detuvo completamente, mientras los nicarag¨¹enses contemplaban at¨®nitos la magnitud de lo que hab¨ªan hecho y trataban de imaginar las inimaginables consecuencias de ese acto¡±.
Los siguientes fueron a?os llenos de inestabilidad pol¨ªtica, con Ortega gobernando ¡°desde abajo¡±, como hab¨ªa amenazado, y organizando protestas para desestabilizar al nuevo Gobierno. A Chamorro se le se?alaba por su inexperiencia, su falta de preparaci¨®n acad¨¦mica, la posibilidad de que ceder¨ªa el mando real a su yerno Antonio Lacayo (casado con su hija Cristiana) y por el hecho de ser mujer. As¨ª respondi¨® a esas cr¨ªticas en aquella entrevista con Bastenier: ¡°Ya s¨¦ que dicen que soy completamente analfabeta, pero no me importa, por un o¨ªdo me entra y por el otro me sale; yo mando en la UNO, y nadie me dice lo que tengo que hacer. Todo lo que se diga sobre si manda ¨¦ste o el otro es una tonter¨ªa. A mis ministros los nombrar¨¦ yo. Solo trato de ayudar a mi patria mejor de lo que lo hicieron ellos (los sandinistas), que trataron de comprar al pueblo con una regal¨ªa. Aqu¨ª la ¨²nica que manda soy yo¡±. Lo cierto es que Lacayo ¡ªquien muri¨® en un accidente de helic¨®ptero al sur de Nicaragua a?os m¨¢s tarde¡ª gozaba de una gran influencia en el Gobierno.
Durante su mandato, Chamorro logr¨® desarmar a la Contra, imponer la paz en Nicaragua y estableci¨® un r¨¦gimen donde imperaba la democracia liberal. Uno de sus grandes legados es la libertad de prensa y de expresi¨®n pr¨¢cticamente irrestricta que estableci¨® durante su mandato, incluso aunque no le gustara lo que se publicaba sobre su Gobierno. Florecieron en Nicaragua diarios, revistas, peri¨®dicos y canales de televisi¨®n y una primera generaci¨®n se ve¨ªa por primera vez con el poder de expresarse sin temor a la c¨¢rcel o el asesinato. Cuando entreg¨® el poder en 1996 a Arnoldo Alem¨¢n, que m¨¢s tarde entrar¨ªa en prisi¨®n por corrupci¨®n, Chamorro dijo: ¡°La patria que hered¨¦ era una sociedad desgarrada por la divisi¨®n. Los nicarag¨¹enses no nos reconoc¨ªamos como hijos de una misma patria. Pod¨ªan m¨¢s los intereses partidarios que los leg¨ªtimos intereses del pueblo. Como mujer pac¨ªfica que soy alejada de partidos pol¨ªticos, no puedo negarles que sent¨ª miedo ante los enormes retos de la gran misi¨®n que me hab¨ªa encomendado el pueblo nicarag¨¹ense¡±.
La familia Chamorro est¨¢ de nuevo dividida, aunque ahora no por diferencias ideol¨®gicas, pero s¨ª debido a las acciones de un hombre, Ortega, que ha desarrollado un Gobierno autoritario en Nicaragua. ¡°Mi madre cumple 92 a?os de edad. Desde el exilio le transmito el amor de mis hermanos Pedro Joaqu¨ªn y Cristiana ¨Cpresos de la dictadura¨C quienes tampoco podr¨¢n cantarle y abrazarla. Infinitas gracias, mam¨¢. Nicaragua volver¨¢ a ser Rep¨²blica¡±, ha escrito Carlos Fernando Chamorro en Twitter. En Managua, su madre, se apaga poco a poco, envuelta en su bruma de recuerdos.
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