Ni hablar de repatriar a mujeres y ni?os de Siria... y menos en Espa?a
Cientos de europeos aguardan en campos en el noreste sirio a retornar a sus pa¨ªses origen. El Gobierno espa?ol, entre los m¨¢s rezagados de la UE
Limbo es la palabra que mejor describe el lugar y momento en el que viven las mujeres y ni?os retenidos en los campos del noreste sirio custodiados por las autoridades kurdas. Primero las cifras: alrededor de 60.000 personas residen en los campamentos, m¨¢s de la mitad, menores de 12 a?os. Son ciudadanos de 60 pa¨ªses diferentes, la mayor¨ªa, no obstante, de nacionalidad siria o iraqu¨ª. A¨²n malviven all¨ª en torno a un millar de europeos. Seg¨²n la base de datos facilitada a EL PA?S por el Centro de Informaci¨®n Rojava (RIC, en sus siglas en ingl¨¦s), con sede en aquel noreste kurdo-sirio, pa¨ªses miembros de la Uni¨®n Europea han tra¨ªdo de vuelta a 169 personas, pr¨¢cticamente todas mujeres y ni?os. Y esto a cuentagotas, con cierto secretismo y mucho recelo, desde la derrota del califato tras la batalla de Baguz de marzo de 2019. De entre la decena de socios comunitarios que han repatriado no se encuentra Espa?a, con 17 ni?os y tres mujeres (m¨¢s una de origen marroqu¨ª, pero con hijos de padre espa?ol) alojados en los campamentos.
Dos a?os y medio despu¨¦s de que cayera el ¨²ltimo basti¨®n del Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas en ingl¨¦s), el censo de los campos a los que fueron a parar los desplazados del califato est¨¢ incompleto. Y quiz¨¢ siga as¨ª para siempre: muchos de los que optaron por formar parte de aquel proyecto integrista se deshicieron de documentos de identidad y adoptaron nuevos nombres, que a¨²n hoy utilizan. Cruzando los datos de diferentes fuentes se puede llegar a la conclusi¨®n de que solo cuatro pa¨ªses de la UE con nacionales entre los retenidos no han repatriado a nadie. Estos son Portugal, Polonia, Estonia y Espa?a.
Los c¨¢lculos son tarea ardua. En efecto, el pasado 21 de febrero, la oficina de Derechos Humanos de la ONU, dirigida por la chilena Michelle Bachelet, identific¨® a 57 pa¨ªses a los que inst¨® a repatriar a sus nacionales de aquellos ¡°campos de miseria¡±, principalmente Al Hol, donde residen la mayor¨ªa, y Al Roj. Comparando aquella lista con la base de datos elaborada por los kurdos y la informaci¨®n recogida por organizaciones humanitarias en el terreno, cuatro socios comunitarios tienen en su casillero un cero en repatriaciones. Se desconoce la cifra exacta de estonios y polacos en los campamentos, pero el ¨²ltimo informe de Europol sobre terrorismo, publicado el pasado junio, s¨ª recoge el n¨²mero de personas con v¨ªnculos portugueses que podr¨ªan aguardar en el norte sirio: 16 mujeres m¨¢s 27 menores.
Desde abril de 2019 han podido ser identificadas cuatro mujeres con ra¨ªces en Espa?a retenidas en los campos custodiados por las milicias kurdas: las madrile?as Yolanda Mart¨ªnez y Luna Fern¨¢ndez, alojadas hoy en Al Roj, la ceut¨ª Lubna Mohamed Miludi, en Al Hol, y Lubna Fares, de origen marroqu¨ª, pero madre de tres ni?os de padre espa?ol, actualmente en paradero desconocido desde su huida de los campos con los ni?os en febrero del pasado a?o. Estas mujeres han expresado su deseo de regresar en varias entrevistas, aunque cierto recelo a responder ante la justicia espa?ola. Entre ellas suman 17 ni?os espa?oles, cuatro de ellos hu¨¦rfanos y acogidos por Luna Fern¨¢ndez.
Preguntado recientemente por este peri¨®dico acerca de las repatriaciones, el ministro de Interior espa?ol, Fernando Grande-Marlaska, afirm¨® que est¨¢n trabajando para dar una ¡°respuesta com¨²n en el marco de la UE¡±. EL PA?S ha preguntado tambi¨¦n al Ministerio de Asuntos Exteriores espa?ol, que ser¨ªa el competente para efectuar las repatriaciones en el caso de efectuarse ¡ªJosep Borrell afirm¨® en 2019 como ministro que as¨ª ser¨ªa¡ª. El departamento dirigido hoy por Jos¨¦ Manuel Albares afirma que est¨¢ trabajando en esto con prudencia junto al Ministerio del Interior. Sin m¨¢s detalles.
Pero la sensaci¨®n de las familias espa?olas consultadas ¡ªno todas quieren hablar a estas alturas¡ª es que nadie est¨¢ haciendo nada. As¨ª lo manifiesta en conversaci¨®n telef¨®nica Manuela Grande, madre de Luna Fern¨¢ndez. Esta, de 34 a?os, vive en una tienda de campa?a en Al Roj junto a ocho ni?os, cuatro suyos ¡ªel quinto de sus v¨¢stagos, de 13 a?os, est¨¢ recluido en un centro para hombres¡ª, y cuatro hermanos hu¨¦rfanos con familia en Madrid. Manuela afirma que pr¨¢cticamente nadie ha contactado con ella en los dos ¨²ltimos a?os, salvo un par de conversaciones con la polic¨ªa hace tiempo. Su hija est¨¢ dispuesta a regresar, aunque sepa que podr¨ªa pasar un tiempo entre rejas y alejada de los menores.
Tambi¨¦n lo est¨¢ la ceut¨ª Lubna Mohamed Miludi, de 28 a?os, madre de un ni?o de seis, los dos retenidos en Al Hol. Seg¨²n cuenta al tel¨¦fono desde Ceuta su padre, Halil Miludi, Lubna mantiene su intenci¨®n de volver y es consciente de que tendr¨¢ que responder ante la justicia. La familia de esta joven tampoco ha tenido contacto alguno con el Gobierno espa?ol.
Orden de detenci¨®n
Tanto Luna Fern¨¢ndez como Yolanda Mart¨ªnez, que tiene cuatro hijos, aparecen en ficheros policiales por v¨ªnculos con yihadistas que viajaron como ellas a Siria. La Audiencia Nacional ha pedido su detenci¨®n. Si la repatriaci¨®n se hiciera efectiva, les aguardar¨ªa al menos el cargo de pertenencia a organizaci¨®n terrorista por su paso por el califato del ISIS.
Un portavoz de la Comisi¨®n Europea ha manifestado a EL PA?S que ¡°la decisi¨®n de repatriar o no a los propios nacionales sigue siendo competencia nacional¡±. Esta fuente se ci?e a lo expuesto en la Agenda Contra el Terrorismo, presentada por Bruselas en diciembre de 2020, en la que, efectivamente, se habla de un marco de cooperaci¨®n. ¡°Los combatientes terroristas extranjeros y sus familiares¡±, dice este portavoz, ¡°incluidos los que se encuentran actualmente en centros de detenci¨®n y campamentos en el noreste de Siria, plantean desaf¨ªos espec¨ªficos y complejos, que requieren coordinaci¨®n de las partes interesadas en todos los niveles¡±.
Todo un marco te¨®rico sin desarrollo aparente que mantiene a cientos de ni?os y mujeres europeas en este limbo, y a cada socio de la UE actuando de forma unilateral y poco compartida. El pasado 7 de octubre, la Administraci¨®n Aut¨®noma del Norte y Este de Siria (AANES), tambi¨¦n conocida como Rojava entre los kurdos, anunci¨® en las redes la repatriaci¨®n de 11 mujeres y 37 ni?os entre Alemania y Dinamarca, una de las mayores a territorio comunitario. Alemania es sin duda el pa¨ªs que m¨¢s mujeres y ni?os ha llevado de vuelta a casa, seguida de Francia y B¨¦lgica. Pero todos, como se?ala la base de datos del RIC, a a?os luz de Rusia (274 repatriaciones) o pa¨ªses con menos recursos como Kazajst¨¢n (710) o Uzbekist¨¢n (339).
¡°Ellos no son unos terroristas, son unos pobres desgraciados¡±
Como muchos de los familiares de las mujeres y niños que aguardan en los campos del noreste sirio, Manuela Grande, de 49 años, habla con frecuencia con su hija, Luna Fernández, viuda de Mohamed Amin el Aabou, muerto en Siria e investigado por la Audiencia Nacional. Insiste en que no se la llame “yihadista”. Ella, según cuenta su madre al teléfono, entre la indignación y la emoción, cree que el Gobierno español no quiere su retorno. “Mi país me ha dejado tirado, mamá”, le dijo en una conversación reciente. Le preocupa el mayor de sus hijos, de 13 años, al que no ve, recluido en un centro para varones. “Ellos no son terroristas, son pobres desgraciados, y más los niños”.
Halil Miludi y su mujer hablan también a diario por teléfono con Lubna, viuda de un yihadista francés. “Hace poco nos llamó una noche para decirnos que había entrado una serpiente en su tienda”, cuenta Halil. “Está frita de estar allí, quiere volver y sabe que pasará por la cárcel”.
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