Los impuestos al di¨¦sel provocan los primeros roces en la coalici¨®n alemana

La coalici¨®n sem¨¢foro que gobernar¨¢ Alemania tras la era Merkel a¨²n no ha echado a andar y ya est¨¢ sufriendo los primeros roces. Dos miembros del tripartito, liberales y verdes, se han enzarzado ya a cuenta de los impuestos al di¨¦sel, una cuesti¨®n muy delicada en un pa¨ªs absolutamente devoto del coche privado y donde la industria automovil¨ªstica es uno de los pilares de la econom¨ªa. El futuro ministro de Transportes, el liberal Volker Wissing, ha dicho que quiere evitar una mayor carga fiscal a los conductores de coches di¨¦sel, a lo que varios pol¨ªticos ecologistas han respondido con indignaci¨®n acus¨¢ndole de ningunear el acuerdo de coalici¨®n antes incluso de llegar al Gobierno.

La pelea es todav¨ªa de baja intensidad, y no ha cobrado m¨¢s vuelo porque los principales responsables de los Verdes no se han pronunciado en p¨²blico, pero ha sacado a la luz el profundo malestar que ha causado entre los ecologistas la cesi¨®n de Transportes a los liberales. Se trata de un ministerio con mucho menos brillo que otros como Finanzas, Econom¨ªa y Clima o Exteriores, pero con competencias clave. La estrategia de los Verdes para descarbonizar la econom¨ªa alemana y adelantar la transici¨®n energ¨¦tica pasa por la gesti¨®n de las pol¨ªticas de movilidad: la aviaci¨®n, los trenes, las carreteras, el transporte de mercanc¨ªas y, por supuesto, los combustibles.

En el partido ecologista hab¨ªan asumido que su col¨ªder, Robert Habeck, ten¨ªa que ceder Finanzas a Christian Lindner, el presidente de los liberales del FDP. Pero que el tercer partido de la coalici¨®n se llevara tambi¨¦n Transportes ha escocido al grupo parlamentario verde. Der Spiegel relataba este fin de semana que los diputados exigieron una explicaci¨®n a la direcci¨®n tras conocerse el reparto de ministerios y que Habeck trat¨® de apaciguar los ¨¢nimos record¨¢ndoles que se hab¨ªan asegurado Agricultura y Medio Ambiente, carteras tambi¨¦n centrales para la lucha contra la emergencia clim¨¢tica. Lo que se temen ahora los ecologistas es que Wissing consiga de su compa?ero de partido Lindner millones en subsidios para seguir alimentando el coche privado mientras corta el grifo a los proyectos verdes de los ministerios ecologistas.

Si algo obsesiona al FDP es la subida de impuestos. Buena parte de su campa?a electoral se bas¨® en garantizar a los alemanes que la carga fiscal no aumentar¨ªa. Y consiguieron ese compromiso por escrito en el acuerdo de coalici¨®n. Pero el contrato recoge tambi¨¦n una futura ¡°armonizaci¨®n fiscal del gas¨®leo y la gasolina¡±. Esta expresi¨®n se traduce b¨¢sicamente en que los conductores alemanes que tienen un veh¨ªculo di¨¦sel van a pagar m¨¢s por repostar. El Estado alem¨¢n grava el litro de gasolina con 65,5 c¨¦ntimos, mientras que el de di¨¦sel solo paga 47. Equipararlos supone casi 18 c¨¦ntimos m¨¢s por litro de di¨¦sel, que al cabo del a?o puede aumentar la factura en al menos 200 euros a un conductor que haga unos 50 kil¨®metros al d¨ªa. La ¨²ltima encuesta de movilidad en Alemania muestra que un 64% de los trayectos al trabajo se hacen en coche privado (el transporte p¨²blico supone un 26% y la bicicleta, un 24%).

La frase de Wissing que incendi¨® a los Verdes fue: ¡°El FDP garantizar¨¢ que los mayores impuestos a la energ¨ªa del di¨¦sel sean compensados por menores impuestos a los veh¨ªculos¡±, en referencia a una reducci¨®n del impuesto de circulaci¨®n para los propietarios de coches di¨¦sel. El ministro de Transporte de Baden-W¨¹rttemberg, Winfried Hermann, de los ecologistas que lideran la coalici¨®n de Gobierno en este land del oeste, le acus¨® de ignorar el acuerdo de coalici¨®n. Julia Willie Hamburg, l¨ªder de los verdes en el parlamento de Baja Sajonia, critic¨® la ¡°actuaci¨®n polarizadora y desunificadora¡± del futuro ministro de Transportes, que calific¨® de ¡°golpe al Gobierno sem¨¢foro, que ni siquiera ha empezado a trabajar¡±. El portavoz de pol¨ªtica ferroviaria, Matthias Gastel, critic¨® en sus redes sociales: ¡°Un futuro ministro de Transporte del Gobierno sem¨¢foro deber¨ªa ser, ante todo, defensor de los trenes, autobuses y bicicletas [¡­] y olvidarse de los combustibles f¨®siles¡±.

En realidad, el acuerdo de coalici¨®n s¨ª parece abrir la puerta a una compensaci¨®n de los mayores costes que supondr¨¢ equiparar gasolina y di¨¦sel. El texto afirma que cuando entre en vigor la directiva europea conocida como Fit for 55 (por el objetivo de reducir emisiones un 55% para 2030) sobre la fiscalidad de la energ¨ªa ¨Cy que incluye la armonizaci¨®n- el tripartito ¡°revisar¨¢ el tratamiento fiscal de los veh¨ªculos di¨¦sel en el impuesto sobre veh¨ªculos de motor¡±. La frase es lo suficientemente ambigua como para que Wissing se aferre a ella a la hora de indemnizar a los propietarios de coches di¨¦sel. Los socialdem¨®cratas de Olaf Scholz se mantienen por ahora al margen de la pol¨¦mica, lo que pone las cosas m¨¢s dif¨ªciles a los Verdes.

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