El nuevo Congreso argentino pone a prueba la unidad del peronismo gobernante

El Gobierno argentino est¨¢ obligado a pactar con la oposici¨®n para sacar adelante leyes en los pr¨®ximos dos a?os. Este martes juraron su cargo los 127 nuevos diputados electos en los comicios del 14 de noviembre y el jueves lo har¨¢n los 24 nuevos senadores. Todos asumir¨¢n sus bancas el pr¨®ximo d¨ªa 10. A partir de entonces, el peronismo mantendr¨¢ la mayor¨ªa en la C¨¢mara Alta pero perder¨¢ la capacidad de imponer la agenda en solitario, mientras que la nueva conformaci¨®n de la C¨¢mara Baja estar¨¢ dominada por un empate casi t¨¦cnico entre la coalici¨®n gobernante, el Frente de Todos, con 118 legisladores, y la opositora Juntos por el Cambio, con 116. Por fuera quedan 23 diputados, repartidos en peque?os partidos, pero cuyo voto ser¨¢ clave para alcanzar la mayor¨ªa de 129 requerida para la aprobaci¨®n de casi todas las leyes.

El di¨¢logo ser¨¢ imprescindible puertas afuera de las coaliciones, pero tambi¨¦n en su interior. Dentro del peronismo gobernante, hay marcadas diferencias entre el sector kirchnerista ¡ªque responden a la vicepresidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner¡ª y aquellos m¨¢s cercanos al presidente, Alberto Fern¨¢ndez, o al presidente de la C¨¢mara de Diputados, Sergio Massa. Kirchner, Fern¨¢ndez y Massa representan las tres patas de la coalici¨®n de distintas corrientes del peronismo que gobierna Argentina desde hace dos a?os.

En la coalici¨®n Juntos por el Cambio, las divisiones son a¨²n mayores: los tres partidos que la integran (el PRO de Mauricio Macri, la centenaria Uni¨®n C¨ªvica Radical y la Coalici¨®n C¨ªvica) estar¨¢n escindidos en ocho bloques. Las divisiones internas muestran la pugna que existe en la centro derecha opositora para la carrera presidencial de 2023. A dos a?os de las elecciones generales predomina el deseo de algunos de dirigentes por convertir la funci¨®n legislativa en un escaparate que los promocione. Mar¨ªa Eugenia Vidal, Mart¨ªn Losteau y Facundo Manes son algunos de los diputados que suenan para competir en las primarias de Juntos por el Cambio en 2023. Fuera del Congreso, la mayor aspiraci¨®n la tienen el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodr¨ªguez Larreta, y el expresidente Mauricio Macri. Las tensiones dentro de las dos alianzas mayoritarias no han generado hasta el momento ninguna fractura formal, pero se agudizar¨¢n a medida que se acerquen las elecciones.

La primera prueba del nuevo Congreso ser¨¢ el Presupuesto 2022, que duerme en la C¨¢mara baja desde mediados de septiembre. El ministro de Econom¨ªa, Mart¨ªn Guzm¨¢n, ir¨¢ a defender el proyecto de ley el lunes y a partir de entonces se reactivar¨¢ la negociaci¨®n con los distintos jefes de bloque para consensuar modificaciones que permitan su aprobaci¨®n. El Presupuesto para el a?o que viene prev¨¦ un crecimiento del 4% y una inflaci¨®n del 33%. Las proyecciones oficialistas parecen muy optimistas al lado de las de organismos como el Fondo Monetario Internacional: la entidad presidida por Kristalina Georgieva reduce el crecimiento de los pr¨®ximos 12 meses al 2,5%.

La discusi¨®n sobre el presupuesto est¨¢ atada a otra m¨¢s compleja. El Congreso deber¨¢ aprobar el plan econ¨®mico plurianual que el presidente Fern¨¢ndez prometi¨® enviar esta semana al recinto. El proyecto funcionar¨¢ como una hoja de ruta en las negociaciones que esta semana avanzan con el Fondo Monetario Internacional para renegociar el pago de los 44.0000 millones de d¨®lares que el multilateral prest¨® en 2018 a Mauricio Macri. La Casa Rosada quiere que ese plan econ¨®mico, uno de las condiciones que puso el FMI para avanzar en cualquier acuerdo, tenga apoyo parlamentario. El hueso m¨¢s duro no est¨¢ en la oposici¨®n, que no se opondr¨¢ a la renegociaci¨®n de una deuda que ellos mismos contrajeron, sino con los sectores del kirchnerismo que se oponen a cualquier opci¨®n que implique un ajuste fiscal.

El proyecto del Ejecutivo contempla las metas macroecon¨®micas para Argentina en el pr¨®ximo lustro y tiene como punto destacado una progresiva reducci¨®n del d¨¦ficit hasta llegar a un punto de equilibrio en 2025. El di¨¢logo con el organismo internacional se ha estancado en numerosas ocasiones, pero el Gobierno pretende alcanzar un acuerdo definitivo con el FMI en el primer trimestre de 2022. La negociaci¨®n es urgente porque, seg¨²n el actual cronograma de vencimientos, Argentina debe desembolsar el a?o que viene 19.100 millones de d¨®lares, una cifra a la que no le puede hacer frente.

El nuevo Congreso acompa?ar¨¢ a Fern¨¢ndez durante los pr¨®ximos dos a?os. Ser¨¢ un campo de batalla poco amigable para el Ejecutivo, como nunca antes enfrent¨® el peronismo. Ser¨¢ la primera vez que no tendr¨¢ el control total del Senado, donde est¨¢n representadas las provincias a raz¨®n de tres por cada una, mientras deber¨¢ negociar cada paso con la oposici¨®n en Diputados. El kirchnerismo, que ahora va por su tercera versi¨®n, gobern¨® siempre con mayor¨ªas en ambas c¨¢maras, al punto de que el Parlamento era considerado un tr¨¢mite menor que deb¨ªan sortear los proyectos que sal¨ªan de la Casa Rosada. La nueva relaci¨®n de fuerzas, surgida de la derrota electoral del 14 de noviembre, pondr¨¢ a prueba la unidad del peronismo para acordar una agenda com¨²n, en medio de las mayores tensiones internas.

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