Fallos de inteligencia y civiles tomados por terroristas: los ¡°da?os colaterales¡± de EE UU en Siria, Irak y Afganist¨¢n
Una investigaci¨®n de ¡®The New York Times¡¯ sobre 1.300 informes del Pent¨¢gono concluye que el n¨²mero de v¨ªctimas mortales de los ataques con dron ha sido ¡°significativamente subestimado¡±
Cinco d¨ªas despu¨¦s de que el Pent¨¢gono diese por cerrado el caso del ataque con dron que mat¨® a diez civiles en Kabul en agosto, una investigaci¨®n del diario The New York Times publicada este s¨¢bado demuestra que el ¡°tr¨¢gico error¡± que asumi¨® haber cometido en los ¨²ltimos d¨ªas de la retirada de Afganist¨¢n se ha repetido con frecuencia, especialmente desde 2014, cuando el uso de aviones no tripulados para golpear posiciones yihadistas en Siria, Irak y Afganist¨¢n se convirti¨® en un recurso habitual.
La investigaci¨®n se basa en 1.300 informes del Pent¨¢gono sobre ¡°incidentes¡± que causaron v¨ªctimas entre la poblaci¨®n civil. Fueron obtenidos por el diario gracias a la ley que consagra la obligada transparencia de las administraciones. Mientras la versi¨®n oficial del Pent¨¢gono ha venido presentando los bombardeos de drones como una acci¨®n ¡°quir¨²rgica¡± -limpia y precisa-, la realidad de los hechos constata un reguero de datos de inteligencia err¨®neos o cuando menos imprecisos, que se sustanciaron en ¡°da?os colaterales¡± inevitables.
Como el ataque que mat¨® a los diez miembros de la familia Ahmadi, basado en informaci¨®n ¡°consistente¡± sobre un ¡°ataque inminente¡± contra el aeropuerto de Kabul, tres d¨ªas despu¨¦s de que un terrorista suicidad matase a cientos de personas -y a 13 soldados estadounidenses- en la entrada al mismo, en el tramo final de la retirada de EE UU de Afganist¨¢n. El Pent¨¢gono mantuvo durante d¨ªas que la amenaza terrorista era fidedigna, y se felicit¨® por haber podido ¡°neutralizar¡± el riesgo, pero el objetivo real del ataque fue un trabajador local de una ONG estadounidense en Afganist¨¢n¡ y nueve miembros de su familia, incluidos seis menores. La identidad real de las v¨ªctimas fue revelada por medios de comunicaci¨®n internacionales, presentes en Kabul aquellos d¨ªas.
¡°La guerra a¨¦rea estadounidense ha estado marcada por fallos de la inteligencia, disparos de misiles precipitados e imprecisos y la muerte de miles de civiles, incluidos muchos ni?os¡±, relata el diario. ¡°Ni un solo informe [sobre los incidentes] resulta en una sanci¨®n disciplinaria¡±. La frase parece el corolario del anuncio del Pent¨¢gono este lunes, cuando, aun asumiendo que el bombardeo sobre la residencia familiar de los Ahmadi en Kabul fue ¡°un tr¨¢gico error¡±, dio por zanjado el caso eximiendo de responsabilidad a los militares implicados. No hubo expedientes ni sanciones disciplinarias.
En cinco a?os, el Ej¨¦rcito estadounidense lanz¨® m¨¢s de 50.000 ataques a¨¦reos en Afganist¨¢n, Siria e Irak. Ha admitido haber matado accidentalmente a 1.417 civiles en los pa¨ªses del Creciente F¨¦rtil desde 2014, cuando el comandante en jefe de las fuerzas armadas era el presidente Barack Obama, que privilegi¨® este m¨¦todo de combate. En Afganist¨¢n, la cifra reconocida de civiles muertos es de 188 desde 2018.
La informaci¨®n del diario se ha elaborado durante meses, con an¨¢lisis de los documentos obtenidos y verificaci¨®n sobre el terreno de los datos de los archivos oficiales en m¨¢s de un centenar de sitios bombardeados. El n¨²mero de v¨ªctimas mortales entre la poblaci¨®n civil ha sido ¡°significativamente subestimado¡± en los informes por el llamado ¡°sesgo de confirmaci¨®n¡±, la tendencia a sacar conclusiones conforme a lo que se cree m¨¢s probable, explica el diario.
De este modo, los militares vieron a miembros de los equipos de rescate que corr¨ªan hacia el lugar de un bombardeo como combatientes del Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas inglesas), por lo que procedieron a disparar. Lo mismo sucedi¨®, recuerda el diario, con un grupo de motoristas que marchaba en formaci¨®n: fueron tomados por elementos terroristas por el Pent¨¢gono y convertidos en objetivo militar. Los errores de identificaci¨®n se fundamentaron en el citado ¡°sesgo de confirmaci¨®n¡±.
Las promesas de transparencia del dem¨®crata Obama se convirtieron posteriormente en ¡°opacidad e impunidad¡± por parte del alto mando militar. El diario ha debido emprender varios procesos ante el Pent¨¢gono y el Comando Central (CENTCOM, en sus siglas inglesas) para poder acceder a la informaci¨®n. Solo en 2016 se adoptaron sanciones contra una docena de militares por su papel en un ataque a¨¦reo en octubre de 2015 contra un hospital de la ONG M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) en Kunduz (Afganist¨¢n), que caus¨® 42 v¨ªctimas mortales. Ninguno de los sancionados afront¨® cargos penales.
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