Helsinki ensaya el ¨¢gora del siglo XXI
La biblioteca central de la capital finlandesa, inaugurada en 2018 por el centenario de la independencia de Rusia, se erige en un espacio de participaci¨®n ciudadana
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Entrar en esta ¨¢gora es como atravesar la puerta de una utop¨ªa. A la derecha, una docena de personas se encuentran inmersas en partidas de ajedrez. A la izquierda, una mujer entrega un libro en una m¨¢quina que recuerda a un cajero de supermercado. Predomina el blanco. Al subir a la primera planta, varios grupos de amigos pasan el tiempo con videojuegos de realidad virtual. En el segundo piso, que recibe el nombre de Book Heaven (Cielo de los Libros), estanter¨ªas y m¨¢s estanter¨ªas de literatura y ensayo. Al fondo, en uno de los extremos, una decena de beb¨¦s gatea sobre una alfombra con bloques de gomaespuma. Lo que podr¨ªa ser una escena de una pel¨ªcula de ciencia ficci¨®n en otras ciudades europeas es una tarde cualquiera en la biblioteca central de Helsinki, Oodi, inaugurada en 2018 con motivo del centenario de la independencia finlandesa de Rusia, que fue declarada en diciembre de 2017.
El buque insignia de la red de bibliotecas de la capital finlandesa se ha erigido durante los tres a?os que lleva en funcionamiento en un espacio de intercambio de ideas, socializaci¨®n y sosiego para sus usuarios. Un ¨¢gora del siglo XXI que supera con creces el simple pr¨¦stamo de libros. Fue presupuestada y dise?ada a partir de procesos de participaci¨®n ciudadana, y en ella se celebran peri¨®dicamente debates pol¨ªticos y sociales, en los que se discuten sobre medioambiente, sostenibilidad, igualdad, etc. Parte de su financiaci¨®n ¨Dunos 100.000 euros, provenientes de la ciudad de Helsinki, de los cerca de 100 millones que cost¨® la construcci¨®n y el equipamiento¨D fue sometida a la decisi¨®n de los ciudadanos, a quienes se les pregunt¨® c¨®mo quer¨ªan utilizar dicha cantidad de dinero en la biblioteca. Una experiencia que sent¨® un precedente para el OmaStadi, el presupuesto participativo puesto en marcha en 2018 por el Gobierno de la capital y que dispuso en ese ejercicio de 4,4 millones de euros para desarrollar las ideas de sus residentes.
Durante los aproximadamente tres a?os previos al inicio de la construcci¨®n del edificio, dise?ado por el estudio finland¨¦s ALA Architects, se recabaron por Internet, en ferias y diferentes eventos m¨¢s de 2.000 sugerencias e ideas de ciudadanos. ¡°Muchas se incorporaron a las condiciones del concurso de arquitectura y otras continuaron utiliz¨¢ndose despu¨¦s de que se anunciara el ganador¡±, explica Harri Annala, supervisor de servicios de la biblioteca. Sobre los debates que se organizan, Annala asegura que intentan que se converse sobre tem¨¢ticas que afectan al ciudadano, desde el calentamiento global hasta la pandemia del coronavirus.

En un pa¨ªs que en invierno disfruta de media de poco m¨¢s de seis horas de luz solar al d¨ªa y en el que la soledad arrecia con demasiada recurrencia, Oodi ¨Dque en finland¨¦s significa oda o canto de alabanza¨D tambi¨¦n ofrece calidez frente a las inclemencias clim¨¢ticas y an¨ªmicas. En el Cielo de los Libros, los ciudadanos pueden instalarse c¨®modamente a leer o usar sus ordenadores en sillones bajo ¨¢rboles o pufs repartidos por el suelo de madera. Y en lugar de invitar a guardar silencio, la biblioteca est¨¢ abierta a la conversaci¨®n, algo que puede ofrecer sosiego y compa?¨ªa en un pa¨ªs donde la elevada tasa de suicidio rond¨® los 14 casos por cada 100.000 habitantes en 2019, frente a los algo m¨¢s de cinco en Espa?a. ¡°Tratamos de no ser tanto guardianes de una colecci¨®n, pero s¨ª de abrir las puertas al espacio y asegurarnos de que todos puedan acceder libremente¡±, afirma Annala.
Uno de los aspectos m¨¢s vanguardistas es la variedad de recursos tecnol¨®gicos que se encuentran a disposici¨®n de los usuarios. Aino Falck y ?tienne Nahra, en la treintena, dise?an un logo para un nuevo proyecto, mientras tres j¨®venes ensayan en uno de los estudios de grabaci¨®n. Cualquier usuario de la biblioteca puede reservar y utilizar desde impresoras en tres dimensiones, de carteles y serigrafiadoras, hasta m¨¢quinas de coser, ordenadores con aplicaciones de dise?o, estudios de grabaci¨®n y salas de videojuegos de realidad virtual. ¡°Esta biblioteca es lo mejor que tiene Helsinki, porque permite a todo el mundo tener acceso a herramientas digitales, a las que de otra forma no tendr¨ªa acceso¡±, dice Falck, delante de una pantalla en la que dise?a la imagen para un nuevo proyecto sobre el que prefiere no dar todav¨ªa detalles.
Los aparatos de tecnolog¨ªa puntera sirven a peque?os emprendedores. Sandra Dajic serigraf¨ªa en camisetas el nombre de su start-up ¨Duna plataforma de trabajo virtual¨D porque en tres d¨ªas tendr¨¢n un evento para darla a conocer. Los 80 euros de coste por camiseta en un establecimiento privado bajan a 1,2 euros en este centro de titularidad p¨²blica. Algo similar le ocurre al fot¨®grafo Tuukka Yl?nen, que ha venido a probar las impresoras 3D. Imprime una caja de pl¨¢stico para una memoria externa y en vez de pagar 40 euros por ella, solo tendr¨¢ que abonar el precio del material: 17 c¨¦ntimos.
Vijje, que prefiere no dar su apellido y a duras penas logra escribir su nombre sobre un papel, no se muestra tan alegre, sino m¨¢s bien esquivo. Cuenta, sentado junto a una bolsa de Ikea con sus pertenencias, que se encuentra en la biblioteca para cargar el tel¨¦fono m¨®vil. Afirma que la arquitectura del edificio ha sido muy reconocida, al mismo tiempo que critica en voz baja que no puede utilizar las herramientas tecnol¨®gicas porque nos dispone del carn¨¦ de usuario. No es el caso de Vilma Berggren, de 33 a?os, que se encuentra con su hija reci¨¦n nacida, Marlene, en el espacio dise?ado para los m¨¢s peque?os. Ya conoc¨ªa el lugar, al que ven¨ªa a menudo cuando trabajaba como cuidadora y educadora. Le encanta la arquitectura, la luz y el espacio, y que sea ¡°family friendly¡± (adaptado para familias). Ahora que est¨¢ de baja por maternidad, aprovecha para pasar el d¨ªa en la biblioteca con su beb¨¦, donde se re¨²ne con otras madres.
¡°Todo el mundo puede venir a la biblioteca y usar las instalaciones que tenemos. Lo m¨¢s importante es que Finlandia es una sociedad abierta y todos tienen los mismos derechos para mejorar y aprender cosas nuevas¡±, resume la bibliotecaria Nadia Lund-Iivonen sobre la filosof¨ªa de Oodi, un faro para las bibliotecas europeas y mundiales.
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