Finlandia, donde programar es cosa de ni?os
La asignatura de computaci¨®n irrumpe en el pa¨ªs n¨®rdico y refuerza su posici¨®n a la vanguardia educativa de Europa
Sharvil Sarvankar y Kshitij Dixit se sientan, se levantan y se tumban con la energ¨ªa propia de su edad (10 a?os) en el pasillo del colegio Ressu, en Helsinki. Quienquiera que hubiera pasado por all¨ª habr¨ªa dicho que jugaban con un robot en el tiempo de recreo. Pero no: aqu¨ª, la realidad supera la primera impresi¨®n. Sarvankar y Dixit no estaban en su tiempo libre sino en clase de programaci¨®n, construyendo un ¡°tanque¡± en miniatura. Hab¨ªan empezado a crearlo ¡°hace una semana, o quiz¨¢s dos¡± y a¨²n est¨¢ ¡°en proceso¡±. ¡°Esta rueda por alguna raz¨®n no est¨¢ funcionando¡±, se excusan en ingl¨¦s. Pero el robot se mueve y responde a las ¨®rdenes que ellos mismos han desarrollado en un ordenador. ¡°D¨¦jame ense?arte el c¨®digo...¡±, invita el segundo.
Este a?o se cumple un lustro de la ¨²ltima gran reforma del sistema educativo finland¨¦s, que incluy¨® la programaci¨®n como una materia transversal en el plan de estudios. Fue una decisi¨®n vanguardista en el ecosistema europeo: deb¨ªa ser incluida en asignaturas como Matem¨¢ticas o Ciencias y ofrecida como optativa, adem¨¢s de fomentada a trav¨¦s de clubs de programaci¨®n en las escuelas. ¡°Es una habilidad del futuro¡ Bueno, del futuro ya no¡±, se corrige Petri Lempinen, director general de Educaci¨®n Secundaria, bajo la coalici¨®n de centroizquierda que est¨¢ en el Gobierno desde 2019. ¡°La sociedad ha cambiado. Nuestro entorno es cada vez m¨¢s digital y cuando hablamos de crear nuevos servicios o de mantener los existentes, a menudo estamos hablando de programaci¨®n¡±, explica en referencia a las m¨²ltiples actividades cotidianas ¨Ddesde los horarios de un tren hasta las citas m¨¦dicas¨D que se organizan a trav¨¦s de programas inform¨¢ticos.
La computaci¨®n o codificaci¨®n en ordenadores se ha convertido en la L¨®gica del siglo XXI. ¡°No se trata solo de manejar un instrumento digital, sino que tambi¨¦n es una forma de pensar¡±, defiende Leena Liusvaara, directora del colegio Ressu ¨Dde titularidad p¨²blica, como casi todas las escuelas del pa¨ªs n¨®rdico: solo el 3% de los alumnos van a la privada¨D, durante una visita al centro educativo para este reportaje, que forma parte de la serie Europa Ciudadana, financiada por el Parlamento Europeo. ¡°Se puede codificar, es decir, transmitir un mensaje, con una hoja de papel y establecer las rutas: si hago esto, sucede aquello¡¡±, explica en su despacho, donde tiene un jard¨ªn vertical en miniatura ¡°completamente digitalizado¡±, comenta satisfecha, que activa el riego cuando percibe que las plantas necesitan agua.
En Finlandia, la educaci¨®n es motivo de orgullo nacional. Un ¨¦xito que tiene reflejo a?o tras a?o en los rankings de PISA, elaborados por la OCDE y en los que suele ocupar los primeros puestos. Y que hay que buscar, en gran medida, en la elevada formaci¨®n y en la amplia autonom¨ªa de la que gozan los profesores. ¡°Todos han hecho un m¨¢ster. Todos. Son maestros altamente capacitados, que pueden elegir qu¨¦ m¨¦todos de ense?anza quieren usar¡±, explica Kari Louhivuori, un docente veterano que ejerci¨®, durante 30 a?os, como director de escuela en Espoo, a las afueras de Helsinki, y que ahora se desempe?a como asesor independiente en temas educativos.
El trabajo de Noel Cavernelis en el colegio Ressu ilustra a la perfecci¨®n este m¨¦todo. ¡°Los estudiantes crean una lista de tareas en l¨ªnea, en la plataforma que quieran, y deciden libremente en qu¨¦ quieren trabajar. Tambi¨¦n tienen en cuenta cu¨¢ndo es la fecha de entrega y as¨ª aprenden a priorizar¡±, relata el maestro de Sarvankar y Dixit mientras los ni?os contin¨²an en el pasillo, frente a la puerta de la clase de 4?B, esforz¨¢ndose para que su robot ejecute nuevas ¨®rdenes.
El sistema educativo finland¨¦s copa desde hace tiempo titulares de la prensa internacional por haber apostado por un modelo en el que ¡°los alumnos eligen lo que quieren estudiar¡±. A pesar de que ninguno de ellos se librar¨¢ de aprender conceptos b¨¢sicos u operaciones matem¨¢ticas, en este m¨¦todo subyace la premisa de que el ni?o goce de la mayor autonom¨ªa posible en el proceso de aprendizaje. ¡°He impartido clases de programaci¨®n en los ¨²ltimos a?os, y siempre procur¨¦ prestar atenci¨®n a lo que los ni?os pod¨ªan ense?arme en temas digitales, que era mucho¡±, apunta Nelli Louhivuori, hija de Kari y tambi¨¦n docente.
Los riesgos del mundo digital
Al entrar en una clase de sexto grado de la escuela Ressu, equipados con c¨¢maras de v¨ªdeo y fotos, lo primero de lo que los ni?os, de entre 11 y 12 a?os, advierten es de que no han dado su autorizaci¨®n para ser grabados. Tras unas palabras en finland¨¦s de la directora Liusvaara, finalmente acceden. Pero solo planos en los que no se vean sus rostros. La escena refleja la toma de conciencia de estos j¨®venes sobre la importancia de estar alerta frente a qu¨¦ informaci¨®n se da y qu¨¦ se comparte en el mundo digital.
Ense?arles a controlar lo que muestran en internet forma parte del proceso de aprendizaje de habilidades digitales. ¡°Creo que todo el mundo, ni?os y adultos, deber¨ªan aprender c¨®mo hay que comportarse en el espacio virtual¡±, apunta Henna Virkkunen, ministra finlandesa de Educaci¨®n entre 2008 y 2011, y ahora eurodiputada del Partido Popular Europeo. Algo en lo que coincide la directora de Ressu: ¡°Hoy el acoso ya no es visible, como sol¨ªa ser, en el patio, en el recreo. La responsabilidad de los padres en este asunto es muy importante: tienen que ser capaces de saber lo que est¨¢n haciendo sus hijos cuando est¨¢n en l¨ªnea¡±.
Otra preocupaci¨®n que aparece recurrentemente en las conversaciones es la sobreexposici¨®n a las pantallas. Un estudio publicado en febrero por investigadores de la Universidad de Helsinki alertaba de que el nuevo modelo educativo centrado en el desarrollo de habilidades digitales dificulta el aprendizaje. Este factor, unido a una reciente tendencia negativa en los resultados de comprensi¨®n lectora del informe PISA, sume el exitoso modelo educativo finland¨¦s en una nebulosa igual de oscura que la que envuelve el pa¨ªs desde la llegada del oto?o.
El instituto de Yl?j?rvi
Casi 200 kil¨®metros al noroeste de Helsinki, cerca de Tampere, la tercera ciudad del pa¨ªs, el instituto de Yl?j?rvi presume de ser el cl¨¢sico centro de educaci¨®n. Es una construcci¨®n moderna, con amplios espacios acristalados y pintada con colores c¨¢lidos, a la que acuden a diario unos 1.000 adolescentes. Este martes de noviembre, a la hora del almuerzo, muchos de ellos conversan animadamente delante de un plato de lohikeitto, una cremosa sopa de salm¨®n finlandesa, un almuerzo gratuito para todos los estudiantes de educaci¨®n obligatoria: su coste corre a cargo del Estado.
Los j¨®venes de este centro, de entre 15 y 16 a?os, edad a la que empiezan secundaria, utilizan ¨²nicamente ordenadores en todas sus clases, financiados tambi¨¦n con fondos p¨²blicos. Esta novedad, sin embargo, ya ha generado las primeras cr¨ªticas. ¡°Muchos alumnos nos dicen que les resulta m¨¢s complicado estudiar¡±, cuenta con preocupaci¨®n Erja Tiihonen, profesora de biolog¨ªa en el instituto de Yl?j?rvi. ¡°Es una queja recurrente: s¨ª, hay diferencias entre el uso de libros y de ordenadores en el aprendizaje¡±. Si se debe a una resistencia ante el cambio o si existe una causa profunda que dificulta el aprendizaje con ordenador es una cuesti¨®n, en opini¨®n de Tiihonen, que se resolver¨¢ con el tiempo, cuando se pueda ver la evoluci¨®n de los chicos.
Los libros de texto, adem¨¢s de resultar m¨¢s costosos, ¡°quedan obsoletos antes¡±, apunta Miia Bergman, subdirectora del centro. En ning¨²n caso, quiere que quede claro el director general Petri Lempinen, la digitalizaci¨®n de la educaci¨®n se hace para ¡°ahorrar dinero¡±. Sin embargo, el sistema educativo finland¨¦s sufri¨® un fuerte recorte presupuestario hace un lustro, del que todav¨ªa no se ha repuesto. Esto, unido a la crisis del coronavirus ¨Dque ha demandado un esfuerzo a?adido al profesorado¨D, ha provocado que a d¨ªa de hoy ¡°seis de cada diez maestros quieran dejar la profesi¨®n¡±, asegura Hannu Heikkinen, profesor de la Universidad de Jyv?skyl? (casi 300 kil¨®metros al norte de Helsinki) y autor del estudio El signo de los tiempos: pol¨ªtica r¨¢pida para la reforma educativa en Finlandia.
Antes de dejar a los alumnos de la clase de 4?B del colegio Ressu, en Helsinki, Sarvankar y Dixit dicen que de mayores quieren ser ¡°programador¡± y ¡°desarrollador de videojuegos e ingeniero inform¨¢tico¡±, respectivamente. La llama del inter¨¦s y la ambici¨®n sana est¨¢ prendida.
Brecha digital en Europa
“Finlandia está muy digitalizada”, describe la europarlamentaria popular Henna Virkkunen. “Y esto es bueno: quizá sea por el clima en invierno y el tiempo que pasamos en interiores, o por las grandes distancias en el país”, explica. Con una población de apenas 5,5 millones de habitantes es, sin embargo, el quinto Estado más extenso de la Unión Europea.
Pero son precisamente las desiguales infraestructuras digitales en los distintos países de la UE lo que preocupa al eurodiputado socialista, Marcos Ros, representante español en el comité de Educación de la institución parlamentaria. “Las habilidades digitales son clave para el futuro, pero queremos poner el foco en que estas no pueden generar una nueva brecha. Vemos muchas diferencias entre países y sesgos por género”, alerta en una llamada telefónica.
Como medida de prevención, los miembros del Parlamento Europeo han hecho una recomendación a los Estados miembros para que destinen al menos un 10% de los mecanismos de resiliencia, que representan entre el 80% y el 90% de los planes de regeneración pospandemia Next Generation EU, a educación. “Y dentro de esta, a la digitalización: desde banda ancha, hasta formación del profesorado”, explica con convicción Ros.
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