Lula coloca la reforma laboral espa?ola en la campa?a electoral de Brasil

La reforma laboral espa?ola se ha convertido en protagonista de la precampa?a electoral en la que est¨¢ inmerso Brasil. El expresidente y aspirante Luiz In¨¢cio Lula da Silva coloc¨® el asunto en el debate con un tuit en el que anim¨® a sus compatriotas a que ¡°sigan de cerca¡± el proyecto con el que ¡°el presidente Pedro S¨¢nchez est¨¢ trabajando para recuperar los derechos de los trabajadores¡±. Las reacciones, a favor y en contra, de aliados, detractores, analistas y editorialistas son el tema de debate pol¨ªtico en estos d¨ªas de receso veraniego. El l¨ªder del Partido de los Trabajadores (PT) y el ministro espa?ol de Inclusi¨®n, Migraciones y Seguridad Social, Jos¨¦ Luis Escriv¨¢, participaron este martes en un seminario virtual a puerta cerrada sobre el asunto.

En el encuentro tambi¨¦n hab¨ªa representantes del PT, del Partido Socialista Obrero Espa?ol (PSOE), de sindicatos brasile?os, de UGT y Comisiones Obreras, seg¨²n la nota difundida por el partido de Lula. Esta se?ala que ¡°los espa?oles expusieron la experiencia del debate p¨²blico para la revisi¨®n y recuperaci¨®n de derechos¡± perdidos en la reforma de 2012 ¡°con el objetivo de conseguir una retribuci¨®n justa¡±. El ministro espa?ol afirm¨®, seg¨²n el PT, que ¡°es mentira que la competitividad de un pa¨ªs se logra reduciendo los salarios. Se logra con mejores salarios combinados con la cualificaci¨®n de la mano de obra¡±. A?ade que, desde que S¨¢nchez gobierna, ¡°el salario m¨ªnimo en Espa?a ha aumentado un 38%¡±.

El empleo y la renta ser¨¢n seguramente, con la econom¨ªa en general, los grandes asuntos de la campa?a para los comicios generales que Brasil celebra en octubre. La situaci¨®n es mala, como indican la inflaci¨®n (10,06%) y el desempleo (12,6%).

En su tuit, Lula coloc¨® una informaci¨®n de prensa que resume en detalle la reforma pactada por el Gobierno espa?ol, los sindicatos y la patronal. Para cuando el presidente S¨¢nchez tuite¨® su agradecimiento, el asunto ya estaba en el centro del debate pol¨ªtico-medi¨¢tico. Que el proyecto naciera del consenso incrementa su atractivo.

Espa?a ya fue inspiraci¨®n de Brasil en 2017 para la reforma laboral impulsada por Michel Temer, que fue de enorme magnitud. En aquel caso, el modelo fue el proyecto de Mariano Rajoy.

Con esta jugada, Lula introduce la precarizaci¨®n del empleo en el debate electoral justo en el quinto aniversario del techo de gasto, aprobado tambi¨¦n en 2017, poco despu¨¦s de la destituci¨®n de Dilma Rousseff, tambi¨¦n del PT. El presidente Jair Bolsonaro lo ha flexibilizado temporalmente con la mirada puesta en los comicios.

De paso, el aspirante lanza dos gui?os: uno, a los millones de brasile?os que intentan ganarse la vida conduciendo motos o coches para aplicaciones como Uber o Ifood; el llamado nuevo proletariado urbano son a menudo personas que perdieron un empleo formal. Y dos, a los sindicatos, que son parte sustancial del PT y asisten en los ¨²ltimos meses a los esfuerzos del expresidente para conquistar aliados en el centroderecha y debilitar la resistencia del empresariado.

A Lula le pasa como al ruso Gorbachov en su d¨ªa. Es m¨¢s popular en el extranjero que en casa. Su reciente gira por Europa fue un ¨¦xito, logr¨® ser recibido por los principales mandatarios. En Espa?a, se vio con el presidente S¨¢nchez y la vicepresidenta Yolanda D¨ªaz, entre otros.

El PT naci¨® en 1980 para defender los derechos de obreros como el propio Lula, que era l¨ªder sindical metal¨²rgico y al principio se resist¨ªa de saltar a la pol¨ªtica. Consideraba que los sindicatos bastaban. Cambi¨® de opini¨®n al descubrir que en el Congreso solo hab¨ªa dos obreros, seg¨²n cuenta una reci¨¦n publicada biograf¨ªa, Lula. Durante sus dos mandatos como presidente (2003-2011), su pol¨ªtica econ¨®mica no se sali¨® de la ortodoxia. La de Rousseff es duramente criticada, se la culpa del bienio de recesi¨®n.

Para el PT, la reforma cre¨® contratos precarios, la tercerizaci¨®n y facilit¨® los despidos. El gran argumento del Gobierno entonces era que se crear¨ªan dos millones de empleos en dos a?os; seis millones en una d¨¦cada (Brasil tiene 210 millones de habitantes). Incluso el presidente de entonces, Michel Temer, admiti¨® tras dejar el cargo que sus previsiones eran exageradas. Frente a lo augurado, el desempleo subi¨® (incluso antes de la pandemia) y los trabajadores han perdido poder adquisitivo.

Lula ha resucitado el asunto para la agenda pol¨ªtica a su estilo, sin grandes detalles, sin precisar si es partidario de revocar la reforma, de introducir cambios o de hacer simples retoques. El asunto aparentemente caus¨® alg¨²n roce con Geraldo Alckmin, de centroderecha, al que Lula derrot¨® en las presidenciales de 2016 y al que ahora quiere de vicepresidente. Conf¨ªa en que juntos conviertan a Bolsonaro en el primer presidente, desde el regreso de la democracia en 1985, que no logra ser reelegido.

Por ahora, sobre este asunto y otros, Lula prefiere escuchar. No es momento de grandes definiciones. Como necesita de numerosos y dispares aliados pol¨ªticos y territoriales para ganar unas elecciones, todav¨ªa no tiene prisa en confirmar si concurrir¨¢. Aunque ya ha avisado de que ¡°adem¨¢s de Dios, solo el partido¡± pueden prohibirle ser candidato. Antes de elaborar el programa con su letra peque?a, debe decidir qui¨¦n le acompa?ar¨¢ como candidato a la vicepresidencia.

La controversia sobre el alcance de una reforma laboral si el PT ganara los comicios tambi¨¦n ha expuesto las distintas almas que conviven en la mayor formaci¨®n pol¨ªtica de Sudam¨¦rica. ¡°Ya tenemos el camino¡±, se?al¨® la presidenta del PT, Gleisi Hoffman, en referencia a la reforma laboral espa?ola, pero tambi¨¦n a ¡°la revocaci¨®n de la privatizaci¨®n de empresas de energ¨ªa¡± por parte de Argentina, es decir, la expropiaci¨®n a Repsol de su filial YPF en 2012.

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