Guedes da un giro de 180 grados a la econom¨ªa de Brasil

El banquero de inversi¨®n Paulo Guedes (72 a?os), al que Jair Bolsonaro le encomend¨® la econom¨ªa de Brasil cuando lleg¨® al poder, permanece a su lado una pandemia y tres a?os despu¨¦s pese a que ha tenido que olvidarse de su ambiciosa agenda ultraliberal. Pretend¨ªa adelgazar el Estado hasta dejarlo en el m¨ªnimo, simplificar la barroca normativa fiscal y recaudar miles de millones de d¨®lares con privatizaciones. Promesas que con su aval ahuyentaron los recelos hacia el militar retirado entre empresarios y clases medias-altas. El coronavirus pulveriz¨® los planes del zar econ¨®mico brasile?o, como el de sus pares en todo el mundo, pero ¨¦l permanece ah¨ª, a la cabeza de una pol¨ªtica econ¨®mica que ha tomado el rumbo opuesto. Un giro de 180 grados. Recuerda a la frase atribuida a Groucho Marx: ¡°Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros¡±.

La C¨¢mara de Diputados aprob¨® este jueves un proyecto de ley que permite a Guedes romper el pacto fiscal que garantiza la austeridad de las cuentas p¨²blicas.

Con ese aval para endeudarse, Brasil suma problemas extra a los que comparte con buena parte de los pa¨ªses, como la falta de componentes para la industria o de fertilizantes. La de Guedes es una gesti¨®n err¨¢tica que, ante la presi¨®n pol¨ªtica del presidente, se mueve al ritmo que m¨¢s conviene a Bolsonaro, no al inter¨¦s colectivo, seg¨²n los especialistas consultados. Esa percepci¨®n lleg¨® a los inversores internacionales. En un editorial, el diario Financial Times escribi¨® esta semana que Guedes, ¡°que ya fue un gur¨² de la ortodoxia fiscal, fue persuadido para liberar 14.000 millones de d¨®lares extras el pr¨®ximo a?o para ayudar a financiar la fiesta de gastos preelectorales¡±.

El ¨²ltimo hito es un embate frontal a la pol¨ªtica de austeridad de Brasil, consensuada en 2017, para responder a un anhelo electoral del presidente. Bolsonaro quiere llegar a las elecciones de dentro de un a?o con una paga contra la pobreza de 400 reales (60 euros, 70 d¨®lares) para 17 millones de familias que no cabe en el presupuesto. Ser¨ªa como el programa Bolsa Familia, pero vitaminada y ampliada porque el programa contra la pobreza emblema de los Gobiernos del Partido de los Trabajadores supone ahora una paga de 190 reales para m¨¢s de 14 millones de familias.

El anuncio, a finales de octubre, hundi¨® la Bolsa, desat¨® una ola de dimisiones en su equipo y los rumores de que ¨¦l podr¨ªa irse tambi¨¦n. Permaneci¨® y sali¨® a explicarse junto al mandatario: ¡°Esto no altera los fundamentos fiscales de Brasil¡±, afirm¨®. Este jueves, tras la aprobaci¨®n de fondos extras para el Gobierno, la Bolsa cay¨® otra vez.

El profesor de Econom¨ªa Nelson Marconi explica que ¡°el techo de gastos no era viable, y eso ya era tema de discusi¨®n. El problema es la manera en la que se hizo¡±. Y completa: ¡°Tiene impacto en el cambio y puede volver a presionar la inflaci¨®n y el Banco Central tendr¨¢ que subir m¨¢s los tipos de inter¨¦s¡±. Estos han subido del 2% en enero al 7,75% de esta semana en un intento de controlar la inflaci¨®n. El mercado prev¨¦ nuevas alzas este a?o, lo que dibuja un horizonte muy nebuloso. El banco Ita¨², uno de los mayores de Brasil, pronostica una recesi¨®n para el a?o pr¨®ximo, con una ca¨ªda del PIB de 0,5%. La econom¨ªa brasile?a debe cerrar este a?o con un crecimiento del 5%, por debajo de la mediana mundial (5,9%, seg¨²n el FMI), y de Am¨¦rica Latina (6,3%).

El economista Eduardo Moreira entiende que el Gobierno cosecha lo que plant¨® durante la gesti¨®n de la pandemia. Fue r¨¢pido en dar ayudas a bancos al inicio de la pandemia, y lento, en cambio, con las peque?as y medianas empresas. Reparti¨® ayudas sociales de manera discontinua, aunque fuera uno de los mayores programas de ayuda directa en el mundo. ¡°Paulo Guedes tiene cabeza de due?o de empresa privada, no piensa en lo p¨²blico¡±, recalca el economista.

Y recuerda que el Gobierno fue contrario al confinamiento mientras el presidente hac¨ªa campa?a para que la gente saliera a trabajar. ¡°Mientras los pa¨ªses se tomaban en serio las restricciones para entender mejor c¨®mo lidiar con el virus, Brasil prorrog¨® los efectos de la pandemia¡±, dice Moreira.

El ministro Guedes incluso redujo la partida para combatir el coronavirus en el presupuesto de 2021 porque no cre¨ªa que habr¨ªa una segunda ola. Lleg¨® y fue brutal. Brasil tuvo 4.000 muertos diarios de marzo a abril. ¡°El mundo tiene un problema de inflaci¨®n y desempleo, pero el nuestro es mayor¡±, subraya el economista Moreira.

Los ¨²ltimos datos muestran que los empleos se van recuperando, pero especialmente los del sector informal. M¨¢s de 13 millones de brasile?os est¨¢n sin trabajo (un 13,2% el ¨²ltimo trimestre) y 25 millones trabajan por cuenta propia (del conductor de Uber al entregador de comida, etc¨¦tera). La renta de los trabajadores se ha desplomado un 10% en el ¨²ltimo a?o, seg¨²n el Instituto Brasile?o de Geograf¨ªa y Estad¨ªstica (IBGE).

S¨®lo al agronegocio le ha ido bien, impulsado por el alza de las materias primas. La Asociaci¨®n Brasile?a de comercio Exterior (AEB) prev¨¦ exportaciones de 270.000 millones de d¨®lares, buena parte asegurada por China, el mayor socio comercial de Brasil. ¡°Es un sector que funcion¨® sin mayores complicaciones¡±, explica Jos¨¦ Augusto Castro, presidente ejecutivo de la AEB. Ni la sequ¨ªa en el suroeste (la peor en un siglo) afect¨® los resultados de las exportaciones de commodities. Sin embargo, increment¨® un poco las importaciones.

Brasil tuvo que importar m¨¢s derivados de petr¨®leo para centrales termoel¨¦ctricas porque genera la mayor¨ªa de su energ¨ªa en hidroel¨¦ctricas. Castro advierte de que las buenas noticias no se replicar¨¢n en 2022 porque China crecer¨¢ menos. ¡°Venderemos lo mismo, pero a precios menores¡±, eval¨²a Castro.

Este Gobierno se vendi¨® como amigo del mercado y Bolsonaro dio enormes poderes a Guedes. Promet¨ªan alumbrar varias reformas que los empresarios consideran imprescindibles hace tiempo. El primer a?o qued¨® marcado por la aprobaci¨®n de la reforma de las pensiones, con una edad m¨ªnima de jubilaci¨®n, pero las que promet¨ªan adelgazar la administraci¨®n y simplificar los impuestos quedaron aguadas o aparcadas a medida que la relaci¨®n con el Congreso se complic¨®.

Tras unas convulsas jornadas marcadas por el futuro del techo de gasto, turbulencias en los mercados y la acusaci¨®n a Bolsonaro de cr¨ªmenes contra la humanidad, el presidente y su ministro han vuelto a hablar de privatizar la joya de la corona brasile?a, que ya tiene capital privado pero bajo control estatal. Guedes sostiene que es el momento de vender porque ¡°en 30 a?os Petrobras no va a valer nada¡±, como otras industrias f¨®siles. ¡°Solo me da dolores de cabeza¡±, a?adi¨® Bolsonaro.

El exmilitar pretende ser reelegido en 2022, un a?o que vendr¨¢ marcado por la crisis y la amenaza de recesi¨®n. Una coyuntura similar a la de 2002, ¨²ltimo a?o del mandato de Fernando Henrique Cardoso, con estanflaci¨®n, econom¨ªa lenta e inflaci¨®n alta. Cardoso quer¨ªa impulsar como su sucesor a Jos¨¦ Serra, que perdi¨® entonces ante Lula da Silva, al que las encuestas colocan ahora como sucesor de Bolsonaro. Queda un a?o y se prev¨¦ que la evoluci¨®n econ¨®mica tenga una influencia capital en el voto.