La oposici¨®n a Boric que se configura a su izquierda
No solo la derecha estar¨¢ en la oposici¨®n a partir de marzo en Chile. El presidente electo tambi¨¦n tendr¨¢ que lidiar con grupos que no comulgan con la moderaci¨®n que ha mostrado para llegar a La Moneda
El presidente electo de Chile, Gabriel Boric, que llegar¨¢ a La Moneda el pr¨®ximo 11 de marzo, con 36 a?os reci¨¦n cumplidos, tendr¨¢ a la derecha como adversaria pol¨ªtica en sus cuatro a?os de Gobierno (2022-2026), pero en paralelo deber¨¢ hacer frente a grupos que, desde su izquierda, no comulgan con la moderaci¨®n que ha mostrado el futuro mandatario. ¡°Fue electo el 19 de diciembre tras dar un fuerte giro en su discurso en la segunda vuelta, despu¨¦s haber obtenido solo un 25% en la primera. Fue un giro hacia la moderaci¨®n, desde un programa claramente de izquierda hacia uno socialdem¨®crata. Le sirvi¨® para ganar con 55% y ¨¦l ha ratificado que ser¨¢ fiel a ese giro. Pero en sectores de su coalici¨®n ¨Csobre todo en el Partido Comunista (PC)¨C ese cambio fue tolerado solo como un recurso t¨¢ctico para ganar las elecciones y van a empujar por aplicar al m¨¢ximo posible el programa original¡±, asegura Cristi¨¢n Bofill, director de Exante, un medio especializado en informaci¨®n pol¨ªtica. Para el analista, en Chile ¡°ya estamos viendo algo de eso, pero todo indica que se va a acentuar despu¨¦s de la designaci¨®n del Gabinete¡±, que Boric anunciar¨¢ antes de que acabe enero ¡°y, sobre todo, de la toma de posesi¨®n del nuevo Gobierno¡±.
Manejar este conflicto, dice Bofill, ser¨¢ una prueba de fuego para el nuevo presidente que liderar¨¢ el Ejecutivo con el respaldo de la coalici¨®n Apruebo Dignidad, conformada fundamentalmente por el Frente Amplio de Boric y el Partido Comunista. Todav¨ªa no se resuelve del todo, pero parece altamente posible que incorpore a su Gabinete al Partido Socialista¨Cparte de la extinta Concertaci¨®n de centroizquierda¨C, aunque no se conocen las condiciones de dicho acuerdo.
¡°Sabemos que Boric tiene una oposici¨®n a su izquierda hace ya tiempo y una buena muestra la dieron las reacciones (incluso en su propio partido) a su firma del acuerdo del 15 de noviembre de 2019, que impuls¨® el actual proceso constituyente¡±, dice por su parte la historiadora Josefina Araos. En esa jornada hist¨®rica, en medio de las semanas m¨¢s ¨¢lgidas del estallido social, Boric tom¨® la decisi¨®n pol¨ªtica de buscarle una salida institucional a la violencia en las calles, incluso con la resistencia de parte de su formaci¨®n.¡°No se trata entonces de la amenaza exclusiva de un Partido Comunista m¨¢s radical, sino del mismo sector del que proviene el presidente electo, as¨ª como de ciertos movimientos sociales con los que Apruebo Dignidad siempre intenta mantener sinton¨ªa¡±, explica Araos, investigadora del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES). ¡°Y llegando al poder eso se vuelve m¨¢s dif¨ªcil de manejar¡±, a?ade la historiadora.
Recuerda que esta oposici¨®n a la izquierda de Boric se ha dejado ver en otras ocasiones. ¡°Est¨¢n las declaraciones amenazantes del excandidato presidencial del PC, Daniel Jadue, sobre la posibilidad de cambiar algo del programa de Gobierno o las reacciones frente a los rayados [las pintadas] que hace pocos d¨ªas hicieron a las oficinas que por ahora ocupa Boric. Ah¨ª el problema no estuvo solo en el vandalismo, sino tambi¨¦n en que su vocera, la comunista Camila Vallejo, fuera incapaz de condenarlo. Eso generar¨¢ dificultades en el futuro que veremos c¨®mo las enfrentan¡±.
Araos se refieren a los rayados con que fue vandalizada la oficina de transici¨®n del presidente electo, llamada La Moneda chica. El pasado 6 de enero amaneci¨® con varias pintadas, entre ellas ¡°Boric Amarillo¡± ¨Cen referencia a su moderaci¨®n, lo que determinados grupos consideran una especie de tibieza y poca radicalidad¨C o ¡°Libertad a los presos de la revuelta¡±, una de las demandas que han empujado diferentes grupos desde la izquierda y que se refiere al proyecto de ley que busca beneficiar con un indulto a quienes est¨¢n en prisi¨®n preventiva por saqueos, lanzamientos de bombas m¨®lotov y des¨®rdenes en la v¨ªa p¨²blica en el contexto del estallido (unas 144 personas). La diputada Vallejo, que tuvo un papel crucial en la campa?a de Boric y seguramente en su Gabinete ¨Cse especula con que podr¨ªa asumir la vocer¨ªa o el Ministerio de la Mujer¨C, asegur¨® que los rayados eran una ¡°leg¨ªtima forma de expresi¨®n¡±, pero que la sede en que trabaja el presidente Boric era prestada por una instituci¨®n p¨²blica, la Universidad de Chile.
La oposici¨®n a la izquierda de Boric, por lo tanto, est¨¢ en distintos lados, asegura la historiadora Araos. ¡°En el Partido Comunista, en el propio Frente Amplio y en la calle que muchas veces los partidarios de Boric romantizan¡±. Tambi¨¦n, dice, en la convenci¨®n constitucional, el ¨®rgano de 154 miembros dominado por la izquierda, que tiene hasta comienzos de julio para redactar una nueva carta fundamental para Chile, que ser¨¢ plebiscitada en el segundo semestre. La semana pasada, por ejemplo, la constituyente eligi¨® a su presidenta y vicepresidente y el Frente Amplio de Boric sufri¨® una fuerte derrota, porque no consigui¨® instalar a alguien de sus filas en alguno de estos cargos con miras a la crucial segunda etapa de trabajo, cuando se comenzar¨¢n a votar las normas. Finalmente, la presidencia qued¨® en manos de la candidatura apoyada por el PC, que ha mostrado su preocupaci¨®n porque el ¡°centrismo¡± termine dominando la convenci¨®n.
Araos caracteriza a los grupos instalados a la izquierda de Boric con los que el presidente deber¨¢ lidiar: ¡°Los define cierta vocaci¨®n por tratar los intentos de negociaci¨®n de Boric (ni siquiera su moderaci¨®n) como cesiones y se?al de debilidad¡±. El acad¨¦mico Max Colodro, director del Magister en Comunicaci¨®n Pol¨ªtica en la Universidad Adolfo Ib¨¢?ez, coincide en que ¡°sin duda Boric tiene y tendr¨¢ durante su Gobierno una oposici¨®n a su izquierda¡±. ¡°Es m¨¢s, esa oposici¨®n de izquierda estar¨¢ fuera y tambi¨¦n dentro de su propio Gobierno. Fuera estar¨¢ un universo de actores que miran con desconfianza y rechazo los cambios institucionales que pretende llevar adelante la nueva Administraci¨®n¡±, asegura el columnista. Describe que ¡°son sectores que fueron parte de las expresiones m¨¢s radicales y violentas del estallido social; grupos anarquistas, de ultra izquierda, antisist¨¦micos, que han rechazado desde el primer d¨ªa el curso institucional del proceso constituyente y que no conf¨ªan en el Gobierno ni en el sistema democr¨¢tico. Son, por ejemplo, los grupos mapuche que defienden p¨²blicamente la lucha armada y los sectores que exigen la liberaci¨®n de los presos de la revuelta, entre otras cosas¡±, asegura Colodro. Identifica en este espacio, adem¨¢s, a los dirigentes estudiantiles que mantienen hace seis meses tomada la sede del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
Pero el analista apunta su mirada, sobre todo, a la oposici¨®n de izquierda que, seg¨²n ¨¦l, est¨¢ al interior del propio Ejecutivo que debutar¨¢ en marzo. ¡°Entre los sectores que har¨¢n oposici¨®n de izquierda se encuentran, desde dentro del futuro Gobierno: el PC y los grupos m¨¢s radicales del Frente Amplio¡±. Explica que ¡°el PC y otras fuerzas rechazan toda posibilidad de moderaci¨®n del programa de Gobierno, no aceptan hacer concesiones en funci¨®n de las complejidades del contexto econ¨®mico o por no contar con mayor¨ªas s¨®lidas en el Congreso¡±. ¡°Esos sectores presionar¨¢n desde dentro para que se mantengan los compromisos program¨¢ticos originales y ser¨¢n un factor de tensi¨®n permanente al interior del Gobierno, del mismo modo como ya lo son al interior de la convenci¨®n constitucional¡±, analiza.
Desde fuera y desde dentro del Ejecutivo, por tanto, esta oposici¨®n de izquierda ¡°buscar¨¢ forzar una agenda de cambios m¨¢s radical que la que impulsar¨¢ el Gobierno, que se ver¨¢ obligado, como ya est¨¢ ocurriendo, a moderar, matizar y negociar cambios m¨¢s moderados y graduales¡±, asegura Colodro sobre el Ejecutivo de Boric, que esta semana reafirm¨® su moderaci¨®n en su primer cara a cara con el gran empresariado chileno.
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