Israel desahucia en pleno invierno a una familia palestina en Jerusal¨¦n Este
Detenidas 18 personas en la demolici¨®n y desalojo nocturno de una casa en el distrito de Sheij Yarrah, s¨ªmbolo de resistencia a la ocupaci¨®n
De nada le vali¨® a Mahmud Salhiya encaramarse el lunes al tejado de su casa en Jerusal¨¦n Este con bombonas de gas y bidones de gas¨®leo dispuesto a hacerlos estallar para impedir el desahucio de su familia. ¡°No nos iremos. Antes moriremos¡±, advirti¨®. Un centenar de polic¨ªas israel¨ªes irrumpieron en la vivienda en la madrugada de este mi¨¦rcoles para expulsar a sus moradores ¨Cuna docena de miembros de un clan familiar, entre ellos ni?os y ancianos¨C en medio de la lluvia que ca¨ªa con temperaturas bajo cero sobre la Ciudad Santa.
Los agentes ejecutaban una orden judicial dictada el a?o pasado, instada en 2017 por la municipalidad para expropiar el terreno con el fin de construir equipamientos p¨²blicos en Sheij Yarrah, el distrito oriental que ha acaparado la atenci¨®n de la comunidad internacional en los ¨²ltimos meses ante la amenaza de desalojo forzoso de cientos de residentes palestinos.
Una excavadora arras¨® poco despu¨¦s la vivienda, en la que fueron detenidas 18 personas tras el lanzamiento de granadas aturdidoras y conatos de enfrentamientos, seg¨²n grabaciones en v¨ªdeo de los hechos. Todos han sido acusados de violar una orden judicial y perturbar el orden p¨²blico, de acuerdo con un comunicado policial. Junto a los integrantes del clan Salhiya se encontraban cinco pacifistas israel¨ªes que se hab¨ªan encerrado tambi¨¦n en la casa desde el lunes.
Los periodistas y diplom¨¢ticos occidentales ¨Cencabezados por una delegaci¨®n de la Uni¨®n Europea¨C que les acompa?aban en los dos ¨²ltimos d¨ªas para observar los hechos se hab¨ªan retirado el martes al anochecer. Todos estaban a la espera de la resoluci¨®n de una petici¨®n que los abogados de los vecinos ultimaban ante el Tribunal Supremo israel¨ª para paralizar el lanzamiento.
La familia Salhiya alega que adquiri¨® la propiedad a comienzos de los a?os cincuenta del siglo pasado en Jerusal¨¦n Este, entonces bajo administraci¨®n de Jordania, tras haber huido de su casa en una zona pr¨®xima a Jerusal¨¦n ante el avance de las tropas del reci¨¦n nacido Estado jud¨ªo. El Ej¨¦rcito israel¨ª ocup¨® la parte oriental de la ciudad en 1967 y se la anexion¨® m¨¢s tarde, en una decisi¨®n adoptada sin el aval de la comunidad internacional. Julud Badawi, portavoz de la ONG estadounidense Human Rights Watch en Jerusal¨¦n advirti¨® en Twitter de que la expulsi¨®n de esta familia y la demolici¨®n de su casa, en territorio palestino ocupado, equivalen a un ¡°crimen de guerra¡±, seg¨²n la legislaci¨®n humanitaria internacional.
Sheij Yarrah, un distrito residencial situado al norte de la Ciudad Vieja amurallada y que concentra las sedes de varios consulados, entre ellos el de Espa?a, se ha convertido en s¨ªmbolo de la resistencia a la colonizaci¨®n israel¨ª de la parte este de Jerusal¨¦n, donde viven unos 350.000 palestinos (un tercio de la poblaci¨®n de la urbe) junto a m¨¢s de 200.000 colonos israel¨ªes. El pasado mes de mayo, en medio de la mayor ola de protestas contra la ocupaci¨®n registrada en los ¨²ltimos a?os en la Ciudad Santa, la movilizaci¨®n de esta barriada dio pide al disparo de cohetes de Ham¨¢s desde Gaza y al inicio de un conflicto armado entre el Ej¨¦rcito israel¨ª y las milicias islamistas de la Franja palestina.
La organizaci¨®n antiocupaci¨®n Jerusal¨¦n Libre acus¨® a Israel en su p¨¢gina en Facebook de haber provocado ¡°una escalada en la pol¨ªtica de expropiaci¨®n de los hogares de palestinos¡±, ejecutada en plena madrugada ¡°para ocultar al mundo acciones de racismo y usurpaci¨®n sin presencia de activistas, periodistas y diplom¨¢ticos¡±.
La vicealcadesa de Jerusal¨¦n Fleur Hassan-Nahoum declar¨® a la prensa hebrea que la familia Salhiya ocupaba ilegalmente un terreno sin t¨ªtulo de propiedad y que el Ayuntamiento lo hab¨ªa expropiado para construir un centro educativo. La polic¨ªa israel¨ª, en un comunicado conjunto con las autoridades municipales, asegur¨® que se hab¨ªa limitado a hacer cumplir una orden judicial tras haber ofrecido ¡°innumerables oportunidades a la familia para desalojar el terreno por su propia voluntad¡±.
La batalla legal de todo un barrio
Medio millar de vecinos de Sheij Yarrah llevan m¨¢s de 15 a?os pleiteando para impugnar su desahucio. Su movilizaci¨®n en el distrito, amplificada a trav¨¦s de Twitter, Facebook o Instagram, ha transformado sus acciones en todo un icono inteligible a escala global ¡ªel de quien pelea por poder seguir en su propio hogar¡ª para la causa palestina. La mayor¨ªa vive en una vaguada arbolada de 74 edificaciones situada a poco m¨¢s de un kil¨®metro del recinto hist¨®rico amurallado. Cerca de 3.000 palestinos afincados en unos dos centenares de edificios de Jerusal¨¦n oriental est¨¢n pendientes de desahucio, seg¨²n la ONG pacifista israel¨ª Paz Ahora.
Un grupo nacionalista radical que promueve el asentamiento de colonos jud¨ªos en Jerusal¨¦n adquiri¨® hace tres d¨¦cadas los t¨ªtulos de propiedad en Sheij Yarrah a una fundaci¨®n religiosa que hab¨ªa comprado los terrenos hace m¨¢s de un siglo, bajo administraci¨®n otomana, para instalar un santuario junto a la tumba de Sim¨®n el Justo, sumo sacerdote de la antig¨¹edad.
Mientras los derechos de los propietarios jud¨ªos para recuperar sus bienes abandonados no caducan, seg¨²n la ley israel¨ª, los de los palestinos en territorio bajo control de Israel perdieron validez poco despu¨¦s de su salida. Pasaron a manos del Estado ¡ªen la denominada custodia de propiedades de ausentes¡ª, que habitualmente los ha cedido a familias y entidades israel¨ªes jud¨ªas.
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