?Qu¨¦ busca Putin con su gran ¨®rdago a Occidente? Claves para entender la crisis de Ucrania
Europa asiste en vilo a un desaf¨ªo sin parang¨®n en las ¨²ltimas d¨¦cadas
Los soldados y las armas de Rusia se acumulan en la frontera con Ucrania; inquietud y valent¨ªa laten en los corazones de los ucranios ante la amenaza de un enemigo m¨¢s poderoso; la diplomacia busca fren¨¦ticamente soluciones; Europa entera est¨¢ en vilo. Con unos 100.000 uniformados ya desplegados y unas reivindicaciones pol¨ªticas y de seguridad que equivalen a retrotraer al siglo XX los equilibrios del continente, Vlad¨ªmir Putin ha lanzado contra Occidente un ¨®rdago sin parang¨®n en las ¨²ltimas d¨¦cadas.
En su maniobra, el Kremlin cuenta con algunas ventajas a corto plazo (sobre todo, una disposici¨®n a actuar y sufrir para conseguir sus objetivos en Ucrania mucho mayor de la de Occidente), pero asume serios riesgos a medio plazo (precipitar un cierre de filas occidental, una reactivaci¨®n de la OTAN y una inquebrantable determinaci¨®n de un pueblo ucranio horrorizado a alejarse de Rusia y abrazar a Occidente, precisamente lo que Putin quiere evitar).
A continuaci¨®n, algunas claves para interpretar un ¨®rdago que ha puesto a Europa al borde de una conflagraci¨®n b¨¦lica inaudita desde la disoluci¨®n de Yugoslavia y de la mayor inversi¨®n de tendencia geopol¨ªtica desde el fin de la Guerra Fr¨ªa.
?Cu¨¢l es el origen del conflicto en Ucrania?
El conflicto estalla en 2014, cuando Rusia respondi¨® militarmente al cambio de Gobierno en Kiev. Las protestas contra la decisi¨®n del entonces presidente, el filoruso V¨ªctor Yanuk¨®vich, de suspender la firma de un acuerdo de asociaci¨®n con la UE y reforzar en cambio lazos con Mosc¨² ¡ªy la indignaci¨®n por una brutal represi¨®n¡ª provocaron la ca¨ªda del dirigente. Rusia, que considera un inter¨¦s estrat¨¦gico vital la permanencia de Ucrania en su ¨®rbita de influencia, intervino de forma semiclandestina en la regi¨®n ucrania de Crimea, que posteriormente anexion¨®, y foment¨® el separatismo en la regi¨®n del Donb¨¢s, alimentando un conflicto armado que se estima ha causado unos 14.000 muertos desde su inicio.
?Por qu¨¦ se ha precipitado la crisis?
Los factores que han disparado la tensi¨®n son el paulatino despliegue en los ¨²ltimos meses por parte de Rusia de soldados y medios en la frontera con Ucrania y la publicaci¨®n a mediados de diciembre de unas radicales peticiones a la OTAN y a Estados Unidos alrededor de la arquitectura de seguridad europea. Los motivos por los que el Kremlin ha optado por esta escalada ahora son objeto de debate. Hay una lectura en clave ucrania y otra internacional.
Varios expertos coinciden en subrayar como importantes se?ales que, en los meses pasados, indicaron la determinaci¨®n del Gobierno de Kiev de perseguir un rumbo independiente y vigoroso frente a Mosc¨². William Alberque, director del Departamento de Estrategia, Tecnolog¨ªa y Control de Armas del Instituto Internacional de Estudios Estrat¨¦gicos, destaca ¡°una serie de procesos judiciales a oligarcas y expol¨ªticos del entorno del r¨¦gimen prorruso del anterior presidente¡±. Una acci¨®n judicial anticorrupci¨®n que mina sensiblemente la capacidad de influencia de Mosc¨² en Kiev procesando y condenando a algunas de sus figuras de referencia.
¡°Creo que en los ¨²ltimos meses Putin ha llegado a la conclusi¨®n de que por primera vez desde 2014 la din¨¢mica ya no le favorece en Ucrania, que el tiempo corre en su contra¡±, considera Nicol¨¢s de Pedro, jefe de Investigaci¨®n en el Institute for Statecraft de Londres, quien coincide en se?alar los enjuiciamientos y las condenas como factor de peso.
Andr¨¦i Kortunov, director general del Consejo Ruso de Asuntos Internacionales ¡ªun centro de estudios con v¨ªnculos con el Gobierno¡ª se?ala uno de los argumentos oficiales rusos, que tambi¨¦n toca la fibra de la actitud de Kiev, pero en una ¨®ptica diferente. ¡°A Mosc¨² le inquieta que Kiev est¨¦ considerando resolver el problema de Donb¨¢s desvi¨¢ndose de los acuerdos de Minsk y usando el poder militar. Mosc¨² quiere disuadir de esa tentaci¨®n¡±, dice.
Es cierto que ha habido una mejora constante de las Fuerzas Armadas ucranias, y que la entrega de drones armados turcos ¡ªque demostraron su eficacia en el conflicto del Nagorno Karabaj entre Azebaiy¨¢n y Armenia¡ª es un desarrollo significativo. Sin embargo, ni Ucrania ha recibido armamento realmente desequilibrante, ni hay ninguna prueba clara de una voluntad de Kiev de lanzar una ofensiva contra el Donb¨¢s.
En clave internacional, varios expertos creen que la tesitura global puede haber contribuido a motivar a Putin a actuar. Carmen Claud¨ªn, investigadora s¨¦nior del centro de estudios CIDOB, apunta que ¡°Rusia considera que EE UU quiere concentrarse en su prioridad, que es China, y diagnostica, con raz¨®n, que la UE est¨¢ debilitada por sus divisiones internas, con contradicciones tanto dentro de los Estados miembros, como entre ellos¡±. En Alemania acaba de asumir funciones un Gobierno de coalici¨®n con posiciones divergentes en esta materia, y Francia est¨¢ a punto de entrar en campa?a electoral. Fuera de la UE, la otra potencia europea, el Reino Unido, tampoco atraviesa una fase de gran fortaleza. Un momento oportuno, pues, para lanzar un ¨®rdago.
?Cu¨¢les son los objetivos oficiales de Putin?
Formalmente, Mosc¨² busca renegociar el tablero de seguridad en Europa. A mediados de diciembre public¨® dos propuestas de tratados con EE UU y con la OTAN repletos de condiciones muy exigentes. Entre ellos, la Alianza deber¨ªa asumir el compromiso de no ampliarse m¨¢s, sus pa¨ªses miembros originales no deber¨ªan desplegar fuerzas militares en los nuevos miembros: Estados Unidos, renunciar a toda cooperaci¨®n militar con Ucrania y otros antiguos pa¨ªses sovi¨¦ticos que no son miembros de la OTAN.
El cambio del equilibrio estrat¨¦gico en Europa es una vieja reivindicaci¨®n de Mosc¨², planteada en m¨²ltiples ocasiones, de forma hasta ahora infructuosa. Kortunov se?ala que ¡°Putin quiere demostrar de forma muy clara su insatisfacci¨®n por la situaci¨®n actual. La OTAN se ha expandido hacia el Este. Putin considera estos movimientos un aut¨¦ntico desaf¨ªo para la seguridad de Rusia. Aparentemente, cree que para captar atenci¨®n de Occidente debe hacer algo muy significativo, que fuerce a Occidente a escuchar¡±. Lo ha logrado.
¡°El Kremlin quiere volver a una vieja arquitectura de seguridad¡±, se?ala Claud¨ªn, ¡°con el reconocimiento por parte de Occidente de una franja de territorio europeo que conformar¨ªa su cintur¨®n de una seguridad vital. Sin ello, dice, est¨¢ en juego la supervivencia del Estado ruso¡±.
?Cu¨¢les pueden ser los objetivos no declarados del Kremlin?
En Occidente est¨¢ muy extendida la opini¨®n seg¨²n la cual no solo Putin quiere evitar la deriva de Ucrania u otros pa¨ªses de la antigua URSS hacia Occidente; tambi¨¦n quiere evitar que logren una democratizaci¨®n exitosa.
¡°Putin quiere que Ucrania est¨¦ alineada con Rusia, mantenerla en su esfera de influencia. Quiere un cambio de r¨¦gimen en Kiev¡±, comenta Alberque. ¡°Presionando para lograr ese objetivo, se ha dado cuenta de la ansiedad que generaba en Occidente la paulatina acumulaci¨®n de tropas en la frontera. As¨ª que ha seguido, y ha aprovechado para plantear un conjunto de demandas que van m¨¢s all¨¢ de Ucrania. Pero el objetivo primordial es evitar que Ucrania sea un pa¨ªs soberano y que se aleje de su esfera¡±, dice este experto.
A lo que Claud¨ªn a?ade: ¡°La cuesti¨®n democr¨¢tica forma parte de la motivaci¨®n, aunque no de la argumentaci¨®n. Mosc¨² no la reconoce como raz¨®n para actuar, y sostiene que los movimientos democratizadores que han brotado en distintos pa¨ªses de la regi¨®n no son genuinos, sino el resultado de maniobras occidentales. Algunos dirigentes rusos se lo creen, otros no. En cualquier caso, saben que podr¨ªa ocurrir en Rusia, porque ya ha ocurrido, aunque de forma muy limitada¡±. Una Ucrania que lograse establecer una democracia estable y pr¨®spera ser¨ªa una perspectiva preocupante para el Kremlin, por el mensaje a la ciudadan¨ªa rusa de que, con condiciones hist¨®rico/culturales parecidas, otro camino con respecto al autoritarismo de Putin es posible.
?Es todav¨ªa posible una soluci¨®n diplom¨¢tica?
La reuni¨®n celebrada en Ginebra el viernes entre el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, y el ministro de Exteriores ruso, Sergu¨¦i Lavrov, termin¨® con una disposici¨®n de ambas partes a seguir en la negociaci¨®n. Hay margen para forjar acuerdos en materia de control de armas, sobre despliegue de misiles, maniobras militares, medidas de transparencia. Pero Mosc¨² ha dejado claro que lo prioritario son otras cosas, calificando como l¨ªneas rojas exigencias ¡ªcomo la no expansi¨®n de la OTAN¡ª que Occidente considera inasumibles. ¡°Son tan extremas que no veo c¨®mo podr¨ªa aceptarlas¡±, se?ala Claud¨ªn.
¡°Creo que nada en materia de control de armas puede satisfacer a los rusos. Les parecer¨¢n bien ciertas cosas, lo que EE UU quiera ceder, pero no ser¨¢ suficiente. Sus objetivos son otros¡±, dice Alberque, que fue director del Centro de Control de Armas de la OTAN. ¡°No quieren hablar de control de armas. No est¨¢n haciendo todo este esfuerzo solo para conformarse con eso¡±, coincide De Pedro. Es muy dif¨ªcil vislumbrar pues una soluci¨®n diplom¨¢tica.
¡°En esta situaci¨®n, Mosc¨² tiene dos opciones¡±, comenta Kortunov. ¡°La primera es seguir en la mesa, con una perspectiva incremental, hablando de las cosas en las que hay opci¨®n de acuerdo. La segunda es levantarse pronto de la mesa, alegando que no hay disposici¨®n en los asuntos clave, y activar medidas t¨¦cnico-militares. Yo espero que Mosc¨² opte por la primera. Pero creo que lo m¨¢s probable es una opci¨®n h¨ªbrida, intermedia. Alguna medida para elevar a¨²n m¨¢s la presi¨®n, sin romper los canales de di¨¢logo¡±, concluye.
?Cu¨¢les son las opciones militares de Rusia?
Por superioridad militar y caracter¨ªsticas del teatro de acci¨®n, Mosc¨² dispone de muchas opciones para seguir en la escalada. Algunas, como el despliegue de nuevo armamento en lugares sensibles como Kaliningrado, una entrada con insignias de fuerzas rusas en el territorio separatista de Donb¨¢s o m¨¢s ciberataques, pueden elevar la presi¨®n sin activar la violencia.
Pero el despliegue militar es de tal calibre que es dif¨ªcil pensar que Putin lo retire sin obtener alg¨²n ¨¦xito rotundo. Y como es improbable que lo pueda obtener por la v¨ªa diplom¨¢tica, muchos expertos opinan que alguna opci¨®n destructiva es muy probable.
¡°Yo creo que quieren como m¨ªnimo degradar de forma sustancial la capacidad militar de Ucrania. Eso supone una seria ofensiva con artiller¨ªa y medios a¨¦reos¡±, considera De Pedro.
Alberque plantea que Rusia optar¨¢ por una estrategia incremental. ¡°Est¨¢n listos para el m¨¢ximo, pero quieren hacer lo m¨ªnimo. Usar¨¢n las fuerzas m¨ªnimas necesarias. Primero atacar¨ªan centros de comando, infraestructuras militares. Si Kiev no recula, si no logran nada, har¨ªan algo m¨¢s. Pero tienen que medir. Si lanzan una gran invasi¨®n, con miles de muertos, no hay duda de que eso unificar¨ªa Occidente. Eso no lo quieren¡±, dice el experto del IISS, que se?ala que la ventana de opci¨®n para una operaci¨®n terrestre es de principios de febrero a mediados de marzo, cuando el terreno empezar¨¢ a embarrarse complicando el movimiento de los tanques y las l¨ªneas de suministro.
¡°Yo creo que no es probable una guerra abierta. Lo creo porque con ella es claro lo que Rusia puede perder ¡ªfuertes sanciones econ¨®micas, fin de acuerdos de Minsk, etc¨¦tera¡ª pero no es claro lo que Rusia puede ganar¡±, dice Kortunov. ¡°En cambio, hay muchas opciones t¨¦cnico-militares, desde el despliegue de nuevo armamento en lugares sensibles, incluso en el hemisferio occidental, hasta incrementar la cooperaci¨®n con China o el activismo en ?frica¡±.
Claud¨ªn observa que una eventual invasi¨®n tendr¨¢ que ¡°afrontar la resistencia no solo de las fuerzas ucranias, que ya no son las de 2014, cuando era un ej¨¦rcito de opereta, mal preparado y lleno de elementos prorrusos, sino a una poblaci¨®n dispuesta a luchar¡±. Ante esta realidad, algunos analistas consideran opciones de invasi¨®n limitada, por ejemplo entrando solo en las regiones separatistas del Donb¨¢s ¡ªy quiz¨¢s reconociendo su independencia, como ya han planteado algunos diputados rusos¡ª o para instaurar un corredor entre el Donb¨¢s separatista y Crimea y/o entre Crimea y Transnistria.
?C¨®mo puede responder Occidente?
Hay dos planos, el militar y el sancionatorio. En el primero, est¨¢ claro que nadie en Occidente se plantea combatir. S¨ª, en cambio, es posible que se incrementen los suministros de armas a Ucrania, que ya se producen, por ejemplo, por parte de EE UU y el Reino Unido, aunque de momento con intensidad modesta. Es razonable pensar que estos dos pa¨ªses incrementen los suministros en caso de conflicto. Los expertos no ven, en cambio, probable ninguna acci¨®n en ese sentido de los pa¨ªses de la UE.
En el otro escenario, el de las sanciones, Washington y los europeos llevan semanas intentando perfilar respuestas, tratando de transmitir una sensaci¨®n de unidad y avisando que ser¨¢n de gran intensidad, con la esperanza de que resulten disuasorias. Al margen de las apariencias, es evidente que hay muchos problemas.
Se trata de una situaci¨®n asim¨¦trica que dificulta los consensos. La UE est¨¢ mucho m¨¢s expuesta que EE UU a las consecuencias de una confrontaci¨®n con Rusia. Dentro de la UE, a su vez, hay diferentes posiciones entre los Estados miembros.
Mar¨ªa Shagina, investigadora experta en sanciones internacionales del Instituto Finland¨¦s de Asuntos Internacionales y de la Universidad de Z¨²rich, considera que est¨¢ avanzado el trabajo para infligir sanciones ¡°m¨¢s contundentes que las de 2014¡å a entidades bancarias, y tambi¨¦n para medidas de ¡°control de exportaciones¡± de productos ¡ªsobre todo estadounidenses¡ª que afectar¨ªan al sector de defensa y aeroespacial ruso. Sin embargo, se?ala que los occidentales no parecen listos para excluir a las entidades financieras rusas del circuito SWIFT, opci¨®n que se hab¨ªa definido como nuclear.
En cuanto al Nord Stream 2, gasoducto ya completado pero no activado que redobla la capacidad de exportar gas directamente de Rusia a Alemania puenteando el Este de Europa, Shagina comenta que se nota un evidente cambio de discurso en Alemania al respecto, incluso desde voces destacadas que anta?o lo defend¨ªan, pero que el panorama en este apartado permanece incierto.
M¨¢s en general, las sanciones en el sector energ¨¦tico se enfrentan al problema de la enorme dependencia de Rusia de la UE. Washington ha mantenido contacto con compa?¨ªas del sector para perfilar planes de contingencia.
¡°La cuesti¨®n que hay que tener en cuenta es que esta partida no termina con Occidente imponiendo sanciones¡±, reflexiona De Pedro. Rusia las espera, en cierta medida se ha preparado para asumirlas, y tiene determinaci¨®n para soportarlas. ¡°Si hay un corte en el flujo del gas, ellos pierden dinero, pero tienen un buen fondo de reservas acumulado. El ciudadano ruso no notar¨ªa nada hasta como m¨ªnimo mucho tiempo despu¨¦s. En cambio, en la UE puede haber gente pasando fr¨ªo o disrupci¨®n de la actividad empresarial. Es una situaci¨®n muy compleja. La UE ha elegido ser herb¨ªvora. Muy bien. Pero est¨¢ rodeada de carn¨ªvoros¡±.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.