Per¨² reconoce un memorial de v¨ªctimas de la violencia como patrimonio cultural
¡®El ojo que llora¡¯, que recuerda a 32.000 muertos y desaparecidos durante el conflicto armado, era objeto de ataques por simpatizantes del fujimorismo
Nueve a?os despu¨¦s de la presi¨®n de v¨ªctimas de la violencia que afect¨® a Per¨² entre 1980 y 2000, el Ministerio de Cultura ha reconocido este martes como patrimonio cultural de la naci¨®n El ojo que llora, un lugar de memoria que dignifica a 32.000 personas muertas y desaparecidas durante el conflicto armado interno, cuyos nombres est¨¢n escritos en cantos rodados. El memorial -compuesto por una gran escultura en granito en forma de monta?a y un laberinto en espiral-suele ser visitado especialmente por quienes a¨²n buscan los restos de sus parientes, pero desde su inauguraci¨®n en 2005 ha sido vandalizado por simpatizantes del fujimorismo.
¡°Mi hermana sigue desaparecida y yo soy cat¨®lica, pero este lugar no tiene esa connotaci¨®n, es tan simb¨®lico que da la posibilidad de reflexionar acerca del tiempo de la violencia, entender y no solo castigar, sino recobrar la humanidad perdida en la atrocidad¡±, comenta Carolina Oyague, quien va al monumento varias veces al a?o. Es la hermana de Dora Oyague, una de los nueve estudiantes de la universidad p¨²blica La Cantuta que fueron secuestrados y luego asesinados en 1992 por el destacamento militar Colina durante el r¨¦gimen del aut¨®crata Alberto Fujimori.
El grupo Colina justificaba sus actos como parte de la lucha contra el terrorismo del grupo mao¨ªsta Sendero Luminoso, pero tuvo como blancos a personas ajenas a la subversi¨®n y opositores al Gobierno. ¡°Vengo aqu¨ª en su cumplea?os porque no tengo otro lugar donde rezarle, o a veces cuando hab¨ªa momentos dif¨ªciles de la judicializaci¨®n del caso La Cantuta, porque siempre ha habido un ataque constante¡±, a?ade Oyague refiri¨¦ndose al juicio que concluy¨® con la condena de 25 a?os de prisi¨®n para Fujimori y su ex asesor y jefe de facto de las fuerzas armadas, Vladimiro Montesinos.
El ojo que llora fue una creaci¨®n de la artista pl¨¢stica holandesa Lika Mutal, que resid¨ªa en el pa¨ªs andino desde 1968 y fue reconocida como personalidad meritoria de la cultura en 2015 por el Estado peruano, un a?o antes de fallecer. El espacio de conmemoraci¨®n fue una iniciativa de la asociaci¨®n civil Caminos por la Memoria, formada por defensores y activistas de derechos humanos, quienes desde 2013 gestionaron que el monumento fuera reconocido como patrimonio cultural, pero no hab¨ªa una norma que lo permitiera, explic¨® Carlos del ?guila, director general de Museos del Ministerio de Cultura. La legislaci¨®n existe desde 2020. El reconocimiento del memorial como patrimonio se debe a su valor art¨ªstico, hist¨®rico e intelectual, indica la resoluci¨®n ministerial publicada en el diario oficial este martes.
El sitio est¨¢ incluido desde hace algunos a?os en el mapa de la UNESCO de los Lugares de memoria vinculados a graves violaciones de los derechos humanos, en la categor¨ªa de monumento. En su realizaci¨®n colaboraron autoridades locales y la cooperaci¨®n internacional, pero es administrado desde 2005 por la asociaci¨®n civil. La primera ministra Mirtha V¨¢squez particip¨® en la ceremonia de entrega de la resoluci¨®n de declaratoria de patrimonio cultural, y calific¨® el monumento como ¡°una obra que representa la resistencia de las personas que buscan justicia y reparaci¨®n¡± y el trabajo heroico de sobrevivientes y familiares de v¨ªctimas de la violencia.
V¨¢squez dijo adem¨¢s que el per¨ªodo 1980-2000 del conflicto armado interno ¡°ha dejado una serie de discursos hirientes¡±, en alusi¨®n a los sectores conservadores y fujimoristas que atacan el espacio ubicado en Lima y desacreditan llamando ¡°terroristas¡± a los familiares de las v¨ªctimas de las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos (de 1991, tambi¨¦n a manos del Grupo Colina). ¡°Durante muchos a?os nuestro Estado no estuvo a la altura del resarcimiento¡±, a?adi¨® la primera ministra.
Los grupos de choque de ultraderecha que atacan el memorial suelen destruir las piedras que llevan los nombres de las v¨ªctimas o las retiran del espacio. En 2009, simpatizantes del fujimorismo echaron pintura naranja a la escultura y rompieron el mecanismo por el que brotaba agua de la piedra. ¡°Era pintura de buque porque cepill¨¢bamos con aguarr¨¢s y no sal¨ªa, me qued¨¦ con las manos lastimadas de tanto raspar¡±, recuerda Oyague, quien entonces fue una de las voluntarias que limpi¨® la escultura.
¡°Los seres humanos tenemos un peso evolutivo porque somos capaces de enterrar a los muertos, pero quienes atacan este espacio de memoria no han sido capaces de respetar las p¨¦rdidas, lo han hecho incluso en ceremonias aqu¨ª. Un grupo de choque fujimorista se lanz¨® encima de la hija del l¨ªder sindical Sa¨²l Cantoral (asesinado en 1989) cuando ella estaba hablando durante una conmemoraci¨®n¡±, detalla la v¨ªctima del caso La Cantuta.
En los guijarros hay nombres de v¨ªctimas civiles, polic¨ªas y militares, entre ellos, el de Rigoberto Tenorio, asesinado en una carretera en Ayacucho en 1984. ¡°Mi esposo era instructor premilitar en un colegio y hab¨ªa sido polic¨ªa. Han pasado 40 a?os y a¨²n sigue desaparecido, desgraciadamente las autoridades dicen que no hay presupuesto suficiente para buscar sus restos. Hace cuatro a?os una resoluci¨®n de la Corte Interamericana de Derechos Humanos recomienda al Estado peruano que repare a sus deudos y haga justicia, yo no pierdo la esperanza¡±, dice su viuda Cipriana Huaman¨ª, de 74 a?os.
¡°He venido al Ojo que llora muchas veces, a todos los lugares de los desaparecidos en los ¨²ltimos 40 a?os¡±, a?ade Huaman¨ª. Durante la ceremonia del martes, la exintegrante de la Comisi¨®n de la Verdad y Reconciliaci¨®n -que actu¨® entre 2002 y 2003- Sof¨ªa Macher destac¨® el aporte de la escultora Mutal como motivo para el reconocimiento del sitio como patrimonio cultural. ¡°Ella cre¨® este espacio que significa tanto para miles de personas, es un lugar para encontrarnos con las personas que ya no est¨¢n y que deber¨ªan estar -civiles, polic¨ªas, militares, ronderos, hombres, ni?os, mujeres-¡±, remarc¨®.
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