El desorden, las posiciones extremas y la falta de liderazgo lastran la Constituyente chilena
El proceso que debe enterrar la Constituci¨®n de Pinochet se enreda en 1.275 propuestas a cinco meses de que se cumpla el plazo para acabar el trabajo
Ocho de cada 10 chilenos que vot¨® en octubre de 2020 en el plebiscito constitucional lo hizo para apoyar un proceso constituyente por una nueva Carta Magna. Fue la apuesta de la izquierda y buena parte de la derecha para un nuevo acuerdo social que busca sacar a Chile de la conflictividad multidimensional que explot¨® en las calles en las revueltas de 2019. Un proceso que empuja y respalda el que ser¨¢ presidente a partir del 11 de marzo, el izquierdista Gabriel Boric, para quien el buen t¨¦rmino de la convenci¨®n est¨¢ estrechamente ligado a su propio ¨¦xito.
A menos de cinco meses de que el ¨®rgano termine su trabajo y se disuelva, el 4 de julio pr¨®ximo, la convenci¨®n no solo trabaja contra el tiempo para discutir 1.275 propuestas de norma, algunas de las que han encendido las alarmas de cierta parte de la sociedad, como la temporalidad de los jueces y, a su vez, la revisi¨®n de todos los tratados de libre comercio, junto con la denuncia y retiro del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi). Sobre todo, porque distintas voces desde el interior de la convenci¨®n comienzan a alertar sobre los riesgos que enfrenta el proceso.
No ayudan determinadas normas, como la que fue presentada por un grupo de ocho convencionales que busca eliminar los tres poderes del Estado y reemplazarlos con una ¡°asamblea plurinacional de las y los trabajadores y los pueblos¡±, porque los poderes del Estado son ¡°totalmente funcionales a la dominaci¨®n burguesa¡±. Una convencional muy cercana a Boric, Constanza Schonhaut, adelant¨® su voto en contra porque estar¨ªa fuera de ¡°todo marco democr¨¢tico¡±, aunque llam¨® a ¡°que no se siembre el p¨¢nico¡±. El mismo presidente electo, a trav¨¦s de Twitter, arrop¨® a su compa?era de partido en este llamado a la calma ante las propuestas ex¨®ticas. Finalmente, la norma sobre la disoluci¨®n de los tres poderes del Estado fue rechazada el jueves por unanimidad en la comisi¨®n donde fue presentada.
Ha sido un febrero t¨®rrido para la Constituyente. Desde el comienzo del proceso se multiplicaron las sospechas de una campa?a de desprestigio de parte de los distintos poderes, incluida la prensa. Pero ha sido desde el interior del ¨®rgano donde se evidencian las fisuras. La semana pasada, a tres meses de haber asumido, la directora de la Secretar¨ªa de Comunicaciones de la convenci¨®n, la periodista Lorena Penjean, renunci¨® a su cargo a trav¨¦s de una dura carta. ¡°He llegado a la conclusi¨®n de que no existe la cohesi¨®n interna ni la voluntad que se requiere para desplegar una estrategia comunicacional profesional y acorde a la magnitud del desaf¨ªo¡±, asegur¨® Penjean en el escrito. Hizo menci¨®n a la experiencia internacional: ¡°El proceso es tan importante como el resultado, sino basta con recordar la experiencia colombiana y el Brexit¡±, junto con resaltar la importancia de la comunicaci¨®n del proceso a la ciudadan¨ªa y apuntar sus cr¨ªticas directamente a la directiva y, espec¨ªficamente, a la actual presidenta del ¨®rgano, Elisa Quinteros.
Las cr¨ªticas de esta renuncia no son puntuales, sino que reflejan, en parte, la preocupaci¨®n de sectores diversos que buscan el ¨¦xito del proceso, pero que observan con preocupaci¨®n el momento actual. En pleno segundo tiempo de la convenci¨®n ¨Cdonde las propuestas de normas constitucionales se debaten y votan¨C no se advierten grandes liderazgos pol¨ªticos que desde el interior logren la conducci¨®n. El acad¨¦mico Agust¨ªn Squella, independiente, que siempre ha hablado de la necesidad de mantener el optimismo, en los ¨²ltimos d¨ªas ha criticado la ¡°autocomplacencia¡± del ¨®rgano. El abogado y Premio Nacional de Ciencias Sociales ha dicho que a los colectivos m¨¢s numerosos de la Constituyente chilena se les ve ¡°confundidos, sin conducci¨®n, divididos y no sin complejos hacia posiciones extremas que sus integrantes apoyan en p¨²blico y critican en privado¡±. Ha alertado sobre el riesgo: ¡°Que cunda en la opini¨®n p¨²blica que la tarea nos ha quedado grande¡±, escribi¨® este mi¨¦rcoles.
¡°Abunda el cansancio y la dispersi¨®n¡±
El convencional Patricio Fern¨¢ndez, escritor, en sus cr¨®nicas semanales ha dado cuenta del ambiente. ¡°El desorden es grande, abunda el cansancio y la dispersi¨®n, no hemos conseguido estructurar una coordinaci¨®n pol¨ªtica y hay, en efecto, buenas razones para la desaz¨®n, pero la importancia del reto es tal, que no hay esfuerzos por escatimar¡±, escribi¨® el pasado 30 de enero. Desde la otra acera, la derecha, convencionales como Bernardo Fontaine han asegurado en los ¨²ltimos d¨ªas que ¡°la discusi¨®n constitucional hoy parece un barco a la deriva y con riesgo de naufragio¡±. El economista manifestaba el fin de semana especial preocupaci¨®n por algunas de las normas aprobadas en general por alguna de las comisiones que trabajan de acuerdo a diferentes asuntos, como la de estatizar la miner¨ªa y caducar los derechos de agua.
Para el abogado constitucionalista Claudio Alvarado, director ejecutivo del Instituto de Estudios de la Sociedad, IES, resulta evidente que en la ¨²ltima semana se ha producido ¡°un antes y un despu¨¦s¡± en la convenci¨®n, sobre todo por el arranque de la votaci¨®n en general de las normas en cada una de las siete comisiones. ¡°En una serie de materias hay riesgos, porque no se alcanzan los dos tercios requeridos o porque se aprueban normativas muy perjudiciales para el pa¨ªs¡±, dice. Se refiere a algunos de los contenidos, ¡°como una eventual comisi¨®n de evaluaci¨®n pol¨ªtica de los ministros de corte, parecida a una normativa que se aprob¨® en su minuto en la asamblea constituyente venezolana¡± o a ¡°una eventual eliminaci¨®n del Senado por un Congreso unicameral y plurinacional¡±, asegur¨® el autor del libro Tensi¨®n constituyente. Pero junto al contenido, a Alvarado le preocupa sobre todo ¡°el desorden pol¨ªtico¡± y ¡°falta de liderazgos claros¡±, incapaces de conducir la discusi¨®n hacia la generaci¨®n de mayor¨ªas.
El pasado 1 de febrero se cerr¨® el plazo para que los convencionales y la ciudadan¨ªa presentaran propuestas de normas constitucionales a la convenci¨®n. Los mismos constituyentes presentaron 947, mientras que la ciudadan¨ªa 78, para lo que se necesit¨® reunir al menos 15.000 firmas (participaron unas 980.000 personas en total). Se les suman las 250 propuestas que formularon los esca?os reservados de los pueblos ind¨ªgenas. En total, entonces, se trata de 1.275 normas constitucionales que ya comenzaron a votarse en general en alguna de las siete comisiones y que, posteriormente, en esas mismas instancias deber¨¢n tramitarse en particular, por lo que podr¨ªan tener nuevas indicaciones.
De acuerdo al calendario, ser¨¢ el 15 de febrero pr¨®ximo cuando se celebre el primer plenario en que se votar¨¢n las primeras propuestas de norma constitucional, para lo que se necesitan los dos tercios de los 154 convencionales (103 votos).
El vicepresidente de la convenci¨®n, el independiente Gaspar Dom¨ªnguez, ha llamado a no sobre reaccionar y a esperar el desarrollo de la discusi¨®n. ¡°Falta que se vaya ordenando el mono en las votaciones en espec¨ªfico, hasta llegar al pleno¡±, ha asegurado el m¨¦dico sobre la instancia del martes pr¨®ximo en que la convenci¨®n reunida deber¨¢ comenzar a votar las normas que quedar¨¢n dentro del texto.
El desaf¨ªo parece inmenso y la responsabilidad parece recaer sobre todo en los convencionales con vocaci¨®n de di¨¢logo y esp¨ªritu de transversalidad. En un ¨®rgano donde la derecha est¨¢ muy disminuida, es el mundo progresista el que est¨¢ fraccionado y donde el Colectivo Socialista y el Frente Amplio son mayor¨ªa (justamente, dos de las fuerzas importantes del pr¨®ximo Gobierno de Boric). El futuro Ejecutivo sabe que ¡°sin un cambio constitucional, la reforma de la salud y la reforma de los derechos sexuales y reproductivos corren el riesgo de ser consideradas inconstitucionales bajo la actual carta magna y lo mismo sucede con algunas normas laborales¡±, como asegur¨® Giorgio Jackson, pr¨®ximo ministro de Boric, en una entrevista al diario La diaria, de Uruguay.
Las amenazas est¨¢n a la vista. La principal cat¨¢strofe ser¨ªa que el 4 de julio no se alcanzara a llegar a una propuesta de texto constitucional, porque al menos hasta ahora parece no haber consenso en aumentar el plazo de trabajo del ¨®rgano. Pero igualmente preocupante ser¨ªa que se llegue a una propuesta que sea rechazada en el plebiscito de salida, que se celebrar¨ªa en el mes de septiembre, o que el texto se apruebe por un margen estrecho, con lo que seguir¨ªa abierta en Chile la eterna discusi¨®n constitucional. Mientras, de acuerdo a la ¨²ltima encuesta de Criteria, la convenci¨®n tiene un apoyo de 33% y un rechazo de 44%.
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