C¨®mo Putin tom¨® el pelo a los europeos

El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, lo admite sin eufemismos: su hom¨®logo ruso, Vlad¨ªmir Putin, le ha enga?ado. Se burl¨® de ¨¦l y no solo de ¨¦l, sino de los otros dirigentes europeos que, como el canciller alem¨¢n, Olaf Scholz, hasta el ¨²ltimo momento pensaron que la v¨ªa diplom¨¢tica o las amenazas de sanciones pod¨ªan evitar la invasi¨®n de Ucrania por parte de Rusia.

¡±S¨ª, hubo doblez [en Putin]¡±, acus¨® Macron en la madrugada del viernes al terminar en Bruselas la cumbre europea extraordinaria sobre Ucrania. ¡°S¨ª, hubo una decisi¨®n deliberada y consciente, por parte del presidente Putin, de lanzar la guerra cuando todav¨ªa pod¨ªamos negociar la paz¡±.

Casi un mes de actividad diplom¨¢tica del franc¨¦s y sus socios quedaron en nada cuando el lunes Putin decidi¨® enviar tropas a las regiones separatistas del este de Ucrania y en la noche del mi¨¦rcoles al jueves orden¨® la invasi¨®n de un pa¨ªs soberano europeo, la primera en ocho d¨¦cadas. Macron y sus socios han quedado con la sensaci¨®n de que Putin les ha tomado el pelo, pero tambi¨¦n la convicci¨®n de que hicieron bien en intentar salvar la paz hasta el ¨²ltimo minuto.

Macron y Scholz part¨ªan de posiciones distintas. El presidente franc¨¦s lleva cinco a?os al frente de una potencia nuclear con sill¨®n permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, un pa¨ªs que nunca ha renunciado a hacerse o¨ªr en el club de las grandes potencias.

El canciller alem¨¢n lidera una potencia econ¨®mica mundial, pero sin el peso geopol¨ªtico de Francia. Las tensiones con Rusia pillaron al nuevo Gobierno alem¨¢n todav¨ªa estableci¨¦ndose. El socialdem¨®crata Scholz mantuvo un perfil bajo las primeras semanas ¨Clo que le cost¨® cr¨ªticas internas y externas¨C, pero en la recta final se sum¨® a los esfuerzos diplom¨¢ticos con m¨²ltiples llamadas y encuentros.

¡±[Macron] cumpli¨® con su deber, que era hacerlo todo para evitar la guerra¡±, defendi¨® el martes el ministro franc¨¦s de Exteriores, Jean-Yves Le Drian. ¡°Todo esfuerzo diplom¨¢tico se justifica, yo pas¨¦ d¨ªas y noches con Vlad¨ªmir Putin¡±, coincidi¨® el viernes el expresidente Fran?ois Hollande tras reunirse en el palacio del El¨ªseo con Macron, quien le hab¨ªa convocado a ¨¦l y a otro antecesor, Nicolas Sarkozy.

Por m¨¢s que se sucedieran los avisos de los aliados, sobre todo de Estados Unidos, el inicio de la invasi¨®n supuso una sorpresa en Berl¨ªn, cuya pol¨ªtica exterior con respecto a Rusia ha sido siempre la del apaciguamiento. Un enfoque que le ha permitido hacer negocios con el vecino del Este y asegurarse el suministro de energ¨ªa sin pararse a pensar en la aut¨¦ntica naturaleza del actual inquilino del Kremlin.

En Alemania empieza a aflorar la autocr¨ªtica respecto a la complacencia con la que Berl¨ªn ha tratado al presidente ruso en los ¨²ltimos a?os. ¡°Los pol¨ªticos alemanes nunca han entendido que Putin tiene creencias diferentes a las de Occidente¡± escribe en Der Spiegel Christian Neef, antiguo corresponsal en Mosc¨² y autor de varios libros sobre Rusia.

Solo ahora, con la invasi¨®n en marcha despu¨¦s de los esfuerzos para intentar dialogar con Putin, Berl¨ªn parece darse cuenta de su error de c¨¢lculo. ¡°Occidente, Europa y Alemania han sido demasiado ingenuos¡±, admiti¨® el jueves el vicecanciller y ministro de Econom¨ªa alem¨¢n, el verde Robert Habeck. No solo por poner esperanzas en una salida dialogada; tambi¨¦n por haber dejado crecer su dependencia energ¨¦tica de un r¨¦gimen que ha dado suficientes pistas a lo largo de los a?os de que no comparte los valores democr¨¢ticos europeos.

La UE, no solo Macron, abri¨® en las ¨²ltimas semanas varias v¨ªas de di¨¢logo con Putin: desde las visitas al Kremlin del presidente franc¨¦s y el canciller alem¨¢n ¨Cel 7 y el 15 de febrero, respectivamente¨C hasta las reuniones en el llamado formato de Normand¨ªa ¨Cintegrado por Francia, Alemania, Rusia y Ucrania¨C para reactivar el proceso de paz en el este del pa¨ªs, ahora enterrado.

La prioridad era mantener vivo el di¨¢logo. Ni Macron ni Scholz ten¨ªan la convicci¨®n de que Putin probablemente lo ten¨ªa todo planeado desde tiempo atr¨¢s. Los europeos actuaban en concierto con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y con el presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, y en sus reuniones mantuvieron la l¨ªnea com¨²n ante las exigencias de Putin. Pero EE UU y los europeos discrepaban en la evaluaci¨®n del riesgo.

¡°No, no creo que haya nada nuevo que indique un aumento del temor a un ataque¡±, dec¨ªa a finales de enero el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, despu¨¦s de que el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, hablase de un ofensiva ¡°inminente¡± de Ucrania a Rusia. ¡°No hay que negar las sensibilidades diferentes ni incluso los an¨¢lisis que no son exactamente los mismos a partir de realidades comunes¡±, dijo a principios de febrero el ministro franc¨¦s de Europa, Cl¨¦ment Beaune.

El hiperactivismo diplom¨¢tico de Macron ¨Csobre todo la visita al Kremlin¨C despert¨® la sospecha de que el franc¨¦s iba por libre. En 2018 algunos se hab¨ªan sentido ignorados cuando Macron intent¨® iniciar un proceso de deshielo con Putin. Su diagn¨®stico, ese a?o, sobre la supuesta ¡°muerte cerebral¡± de la OTAN tampoco ayudaba a disipar la desconfianza.

En las ¨²ltimas semanas, sin embargo, Macron evit¨® dar ning¨²n paso sin haberlo hablado con todos. ¡°Cuando fue a Mosc¨², la sensaci¨®n era que todos formaban parte del mismo equipo¡±, dice Georgina Wright, directora del programa Europa en el laboratorio de ideas Institut Montaigne. ¡°Esta vez ha habido un nivel de consultas in¨¦dito¡±.

En la reuni¨®n con Putin el 7 de febrero, Macron sufri¨® el primer desaire. Despu¨¦s de m¨¢s de seis horas cara a cara, el equipo del presidente franc¨¦s explic¨® que el ruso se hab¨ªa comprometido a evitar nuevas iniciativas militares. El Kremlin lo desminti¨® unas horas despu¨¦s y dio a entender que el interlocutor v¨¢lido no era Macron, sino Biden.

El segundo desaire lo sufri¨® al inicio de esta semana. El viernes anterior, en una llamada telef¨®nica, Macron sugiri¨® a Biden que se reuniese con Putin y se ofreci¨® a trasladarle la idea al presidente ruso, cosa que hizo el mismo domingo. El lunes, el mundo se despert¨® con la noticia de que los l¨ªderes de EE UU y Rusia celebrar¨ªan una cumbre.

¡°Hemos logrado abrir una verdadera v¨ªa diplom¨¢tica¡±, celebr¨® ese d¨ªa, por la ma?ana, una fuente del El¨ªseo, que requiri¨® anonimato. La misma fuente se?al¨® que Macron ¡°[hab¨ªa] construido con el presidente Putin una relaci¨®n a la vez de exigencia y claridad¡± y que tambi¨¦n gozaba con ¨¦l de la ¡°credibilidad¡± que le permit¨ªa facilitar la reuni¨®n con Biden.

La guerra parec¨ªa alejarse. Error. Unas horas despu¨¦s, Putin reconoci¨® en un discurso televisado la independencia de las regiones separatistas del este de Ucrania y orden¨® la primera intervenci¨®n militar. La decisi¨®n cay¨® como un mazazo en el El¨ªseo.

¡°El presidente Putin no respet¨® la palabra dada al presidente de la Rep¨²blica, y tambi¨¦n en p¨²blico en numerosas intervenciones¡±, lament¨® la citada fuente francesa, que calific¨® el discurso del ruso de ¡°r¨ªgido y paranoico¡±. Y remach¨®: ¡°Hemos llegado al final del camino que pod¨ªamos recorrer¡±.

Era el fin. Poco m¨¢s de dos d¨ªas despu¨¦s, Rusia lanzaba la ofensiva militar en toda Ucrania y la guerra volv¨ªa a Europa.

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