Eyvi ?greda (Per¨²)
Su caso puso en foco la violencia machista en el pa¨ªs y desat¨® una protesta masiva que permiti¨® a legisladoras y funcionarias incluir el delito de acoso en el c¨®digo penal
Eyvi ?greda Marchena migr¨® a Lima para estudiar administraci¨®n y a la vez trabajaba como empleada en una empresa de servicios para ayudar a sus padres, campesinos en una comunidad de Cajamarca, en la sierra del norte de Per¨². Cuando ten¨ªa 22 a?os, en abril de 2018, fue atacada por un excompa?ero de trabajo que la acos¨® durante meses porque quer¨ªa una relaci¨®n con ella. Un d¨ªa, al terminar su jornada laboral, la joven subi¨® a un autob¨²s y Carlos Hualpa la sigui¨® sin que ella lo notara. ?l llevaba combustible en una botella de yogurt, cont¨® esa noche uno de los bomberos que atendi¨® la emergencia. ¡°Si no eres m¨ªa, no eres de nadie, arder¨¢s¡±, le dijo el agresor y le prendi¨® fuego cuando el autob¨²s recorr¨ªa Miraflores, un distrito de clase media-alta de Lima. El 60% del cuerpo de ?greda sufri¨® quemaduras y otros siete pasajeros lesionados tuvieron que ser evacuados a hospitales. Mientras los m¨¦dicos reportaban sucesivas cirug¨ªas para salvarla, la indignaci¨®n p¨²blica contra el agresor crec¨ªa.
Una de las congresistas que preparaba desde antes un proyecto de ley sobre el delito de acoso, la soci¨®loga Marisa Grave, plante¨® la urgencia de debatir la cuesti¨®n. Otros parlamentarios tambi¨¦n se sumaron a presentar iniciativas de ley debido a la repercusi¨®n p¨²blica de la violencia machista: a ra¨ªz de lo ocurrido con Eyvi, dos conocidas periodistas de televisi¨®n hicieron p¨²blico que eran v¨ªctimas de acoso pero la polic¨ªa no pod¨ªa hacer nada. ¡°No era acoso callejero ni hostigamiento laboral: en ese momento no hab¨ªa reconocimiento del delito. Cuando pas¨® lo de Eyvi fue muy dram¨¢tico porque de haber existido legislaci¨®n, hubiera denunciado a quien la persegu¨ªa y ¨¦l podr¨ªa haber terminado preso¡±, recuerda Glave.
La joven falleci¨® cinco semanas despu¨¦s del ataque a causa de una infecci¨®n generalizada.
La noche de su muerte, el 1 de junio, hubo una vigilia y luego una gran movilizaci¨®n juvenil en el centro de Lima ¡ªdesde el Palacio de Justicia hasta el Congreso¡ª con carteles que dec¨ªan #NiUnaMenos y #NosEst¨¢nMatando.
La abogada Cynthia Vila integr¨® el equipo del Ministerio de la Mujer que, en septiembre de ese a?o, tres meses despu¨¦s del fallecimiento de la joven, logr¨® aprobar la norma que incluye el delito de acoso en el C¨®digo Penal.
¡°Fue muy importante la movilizaci¨®n ciudadana para la toma de decisiones en el Estado. Ese caso fue muy lamentable pues si la norma hubiera existido no estar¨ªamos hoy hablando de su muerte. Pudo haber pedido medidas de restricci¨®n o una prisi¨®n preventiva mientras investigaban al agresor¡±, se?ala Vila, ex viceministra del Ministerio de la Mujer. La exfuncionaria destaca que el debate p¨²blico sobre el feminicidio de Eyvi ?greda permiti¨® que el Congreso diera facultades legislativas al Ejecutivo para combatir la violencia de g¨¦nero, y una de las varias normas promulgadas en ese contexto fue la tipificaci¨®n penal del acoso.
La excongresista Glave destac¨® que el Ejecutivo mejor¨® los distintos proyectos de ley sobre el tema, y que en el Congreso el debate hubiera sido dif¨ªcil. ¡°Algunos parlamentarios varones no entend¨ªan: lo ve¨ªan como galanter¨ªa, o que ya no iban a poder coquetear o mirar a una mujer. O dec¨ªan que las mujeres solteras se exponen porque no tienen pareja¡±, cuenta. Para la soci¨®loga, este caso fue muy brutal por el tipo de violencia ejercida sobre el cuerpo de una mujer que estaba sola, y que peleaba por su independencia. ¡°Al quemar como la quem¨®, no se le iba a acercar ni Dios. Que tu apariencia f¨ªsica desaparezca es una cosa muy violenta¡±, agrega Glave.
La activista Sheridan Medina, que en ese tiempo formaba parte del colectivo Paremos el acoso callejero, cuenta que vivieron de forma muy intensa la muerte de Eyvi porque, cuando el feminicida confes¨® el crimen, hubo mucha revictimizaci¨®n. ¡°Pens¨¢bamos que hab¨ªamos dado un gran paso cuando sali¨® el decreto legislativo que penaliza el acoso, pero al ver las reacciones en redes ¡ªque dec¨ªan que ella debi¨® aceptar al hombre o ser m¨¢s clara con ¨¦l¡ª constatamos que faltaba mucho por hacer en educaci¨®n y en lo social¡±, dice Medina.
En 2019, la Corte Superior de Justicia de Lima conden¨® a Hualpa a 35 a?os de prisi¨®n por feminicidio. En la calle de Miraflores donde Eyvi fue atacada no hay ninguna se?al en su memoria.
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