Una comisi¨®n independiente ratifica el acoso laboral del expresidente del Parlamento brit¨¢nico
Recomienda que no se permita volver a entrar a la C¨¢mara de los Comunes a John Bercow, famoso por su grito de ¡°Order, order!¡± durante los debates del Brexit


Era un secreto a voces que los diputados conservadores brit¨¢nicos cada vez ten¨ªan menos reparo en airear p¨²blicamente. Irritados por el modo en que el entonces speaker (presidente) de la C¨¢mara de los Comunes, John Bercow, reinterpretaba las costumbres parlamentarias para prolongar eternamente el debate sobre el Brexit, iniciaron una campa?a en su contra aprovechando lo que, presuntamente, era su punto d¨¦bil: un exceso de soberbia. Aquel grito de ¡°Order, order!¡± que dio a conocer por todo el mundo a Bercow y le convirti¨® en parte del folclore del Reino Unido, revelaba un poso autoritario que en privado resultaba mucho menos simp¨¢tico. ¡°Corresponde a los historiadores juzgar si el acusado ejerci¨® con ¨¦xito el papel de presidente de la C¨¢mara de los Comunes, pero no ten¨ªa ninguna necesidad de actuar como un bully (acosador) para lograr ese objetivo. Un puesto institucional como ese puede desempe?arse de un modo pleno y eficaz sin necesidad de caer en un comportamiento como el que se juzga¡±, ha concluido el Panel Independiente de Expertos, el organismo encargado de atender los recursos y peticiones de sanci¨®n contra diputados brit¨¢nicos por casos de acoso laboral, abuso de autoridad o conducta sexual inapropiada.
Bercow hab¨ªa sido sancionado por Kathryn Stone, la comisionada parlamentaria de normas y est¨¢ndares ¨¦ticos, cuyo rigor e imparcialidad a la hora de juzgar a los diputados la ha convertido, parad¨®jicamente, en la bestia negra de muchos conservadores, y una amenaza permanente para Boris Johnson, ya sea por el asunto de las fiestas en Downing Street o los gastos de redecoraci¨®n del apartamento privado del primer ministro. El Panel Independiente de Expertos ha ratificado 21 de las 35 acusaciones vertidas contra Bercow por antiguos empleados suyos en la C¨¢mara de los Comunes. ¡°Hubo un se?alado abuso de poder y autoridad por parte del acusado. Decidi¨® ir a por los tres empleados que expresaron sus quejas y les acos¨® directamente¡±, aseguran los expertos en su informe final. ¡°Se trata de un comportamiento tan grave que, si todav¨ªa fuera un diputado, habr¨ªamos recomendado su expulsi¨®n de la C¨¢mara. En las circunstancias actuales, sugerimos que nunca se le permita entrar en el Parlamento mediante un pase¡±, sugiere el panel. Fueron Robert Rogers (Lord Lisvane), entonces secretario de la C¨¢mara de los Comunes, y dos secretarios parlamentarios privados, Kate Emms y Angus Sinclair, quienes interpusieron las demandas contra Bercow. Los informes en su contra relataban gritos e insultos contra sus subordinados e incluso, en cierta ocasi¨®n, c¨®mo le lleg¨® a lanzar un tel¨¦fono m¨®vil.
Bercow dio sus primeros pasos en pol¨ªtica en el entorno de Enoch Powell, el parlamentario conservador tan brillante como ponzo?oso, que introdujo un elemento xen¨®fobo en el discurso de la formaci¨®n. Famoso, por infame, es su discurso bautizado como rivers of blood (r¨ªos de sangre) de 1968, en el que critic¨® la llegada masiva de inmigrantes de las excolonias brit¨¢nicas. Posteriormente se convirti¨® en un entusiasta ac¨¦rrimo de Margaret Thatcher y sus pol¨ªticas neoliberales. Durante larga ¨¦poca como speaker de la C¨¢mara demostr¨® una gran habilidad para conducir los debates y un exhaustivo conocimiento del reglamento parlamentario, que se encargaba de demostrar con una locuacidad en muchas ocasionas pomposa.
Su abierta hostilidad hacia el Brexit le llev¨® a enfrentarse cada vez m¨¢s abiertamente con sus compa?eros de filas conservadores, y a flexibilizar las reglas de la C¨¢mara a favor de los mayores cr¨ªticos de la salida de la UE, para que siempre tuvieran amplia oportunidad de debatir y controlar cada nueva decisi¨®n adoptada, primero por el Gobierno de Theresa May, m¨¢s tarde por el de Boris Johnson. El abandono de su puesto por parte de Bercow, anunciado con antelaci¨®n por ¨¦l mismo cuando el Brexit pas¨® a ser un hecho consumado e irremediable, fue acogido con alivio por las huestes conservadoras. Bercow nunca consigui¨® el t¨ªtulo nobiliario de Sir al que aspiraba, porque Downing Street se neg¨®. Acab¨® anunciando que se pasaba a las filas de la oposici¨®n y se afiliaba al Partido Laborista. Para entonces, ni los conservadores sufrieron da?o alguno por la deserci¨®n, ni los laboristas supieron muy bien qu¨¦ hacer con un personaje para el que no ten¨ªan hueco. De hecho, los laboristas han decidido suspenderle temporalmente como miembro del partido mientras abren su propia investigaci¨®n.
Bercow ha respondido con un duro comunicado p¨²blico en el que acusa al Parlamento de haber puesto en marcha una vendetta contra ¨¦l, a trav¨¦s de una ¡°farsa de tribunal¡±, y asegura que siempre tuvo una buena relaci¨®n con el personal de la C¨¢mara de los Comunes. ¡°Si este caso se hubiera procesado en cualquier tribunal ordinario hubiera sido descartado de antemano. Se ha impulsado con unas pruebas muy endebles, basado en rumores sin fundamento, y promovido por dogm¨¢ticos de vieja escuela incapaces de admitir ning¨²n cambio y que ahora pretenden ajustar cuentas conmigo¡±, ha dicho Bercow. ¡°Al final, el panel se ha limitado a recomendar que se me niegue un pase parlamentario que nunca he pedido y que no quiero. En eso consiste lo absurdo de su decisi¨®n¡±, ha lamentado. Como exdiputado, ten¨ªa derecho a solicitar un pase permanente para la C¨¢mara. Si en alguna ocasi¨®n decidiera regresar a los que durante a?os fueron sus dominios sin g¨¦nero de duda, tendr¨ªa que humillarse y solicitar un pase de visitante.
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