Colas y usura para los refugiados en Polonia
Las dificultades de los ucranios para cambiar dinero en un pa¨ªs que no pertenece a la zona euro a?aden dramatismo a la situaci¨®n
La ucrania Inna sale de la ¨²nica oficina de cambio de divisas de la estaci¨®n central de autobuses de la ciudad polaca de Lublin con las mismas grivnas (la moneda de su pa¨ªs) con las que entr¨®. Ha escapado de la guerra a Polonia ¨Dcomo cerca de dos millones de personas desde que comenz¨® el pasado 24 de febrero¨D y trata de obtener eslotis, la moneda de uno de los ocho pa¨ªses de la UE que no ha adoptado el euro. ¡°El tipo de cambio era tan malo que he preferido cambiar unos d¨®lares que ten¨ªa. Trajimos de Ucrania todo el dinero que nos quedaba¡±, cuenta junto a su amiga Natalia, que asegura que, visto lo visto, solo cambiar¨¢n grivnas a eslotis si necesitan dinero y es lo ¨²nico que les queda. ¡°Lo que vamos a hacer es intentar conseguir un empleo en Polonia¡±, tercia Inna.
El problema afecta a tanta gente en algo tan b¨¢sico que ha llevado a intervenir al banco central y al ombudsman (el defensor del pueblo) de Polonia, Marcin Wiacek. Por un lado, porque se trata del pa¨ªs que ha recibido el 60% de los 3,2 millones de personas (sobre todo mujeres y ni?os) que han abandonado Ucrania por los pa¨ªses vecinos en apenas tres semanas, en el ¨¦xodo m¨¢s r¨¢pido en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Por otro, porque ya contaba con m¨¢s de un mill¨®n de ucranios (principalmente migrantes econ¨®micos) entre sus 38 millones de habitantes, as¨ª que no son pocos los refugiados que estos d¨ªas escogen quedarse aqu¨ª, alojados por familiares, amigos o conocidos, en vez de continuar hacia pa¨ªses m¨¢s ricos de la UE.
El asunto inquieta m¨¢s all¨¢ de las fronteras de Polonia, porque cientos de miles de ucranios han llegado ya a pa¨ªses de la zona euro. El vicepresidente de la Comisi¨®n Europea, Valdis Dombrovskis, se?al¨® el pasado martes que est¨¢ trabajando con el Banco Central Europeo en ¡°una especie de ayuda a la convertibilidad, de forma que las personas puedan convertir en euros al menos alguna cantidad de sus ahorros en grivnas¡±.
A Inna y Natalia el tipo de cambio (10 eslotis por 100 grivnas) les pareci¨® abusivo, pero podr¨ªa haber sido mucho peor. Es similar al que aparece en la p¨¢gina web del Banco Nacional Polaco con un asterisco que precisa que sigue as¨ª desde el 24 de febrero. Ese d¨ªa, el del inicio de la invasi¨®n rusa, el Banco Nacional Ucranio congel¨® la tasa de cambio y suspendi¨® los pagos transfronterizos y todos los intercambios y retiradas de divisas. ¡°Hace solo tres d¨ªas d¨¢bamos cuatro eslotis. Y hace una semana, dos. Este es el mejor [cambio] que tenemos desde que empezaron a llegar [refugiados ucranios]¡±, explica Slawek Sobiesiak, propietario de la citada casa de cambio en esta, para muchos, ciudad escala hacia Varsovia por tren o autob¨²s. A 100 kil¨®metros de Lublin, otras dos casas de cambio en las inmediaciones del puesto fronterizo entre ambos pa¨ªses de Dorohusk ofrec¨ªan un importe similar: 9 y 9,5 eslotis. Sobiesiak calcula que un 90% de los cambios de grivnas que gestiona son a eslotis, un 5% a euros y otro 5% a d¨®lares.
La situaci¨®n ha llevado al ombudsman polaco a involucrarse. El pasado d¨ªa 4 emiti¨® un comunicado en el que mostraba su preocupaci¨®n por las ¡°importantes dificultades¡± que encontraban los refugiados ucranios para vender grivnas y el ¡°impacto directo¡± que tienen ¡°en su situaci¨®n econ¨®mica y dignidad¡±. Adem¨¢s, aseguraba que el tipo de cambio que ofrecen algunos comercios ¡°puede verse como una especie de usura¡± y que hab¨ªa pedido soluciones al primer ministro, Mateusz Morawiecki, y al presidente del Banco Nacional de Polonia, Adam Glapinski.
Dos din¨¢micas contradictorias
Piotr Arak, director del think-tank Polski Instytut Ekonomiczny (Instituto Econ¨®mico Polaco), con sede en Varsovia, explica por tel¨¦fono que la notable presencia de trabajadores ucranios hac¨ªa que en los ¨²ltimos a?os los eslotis se cambiasen con frecuencia a grivnas en Polonia, principalmente como remesas. Con el aluvi¨®n de refugiados, el flujo cambi¨® por completo y toc¨® conciliar dos din¨¢micas contradictorias. Una, la necesidad humanitaria y el gesto pol¨ªtico de ayudar a los refugiados ucranios. Otra, que a pie de calle ni bancos ni cambistas privados se pirrasen por acumular una divisa con un presente complicado y un futuro incierto. ¡°Ya antes de la guerra, Ucrania no era una econom¨ªa fuerte, especialmente despu¨¦s de 2014 [cuando Rusia se anexion¨® Crimea y estall¨® el conflicto b¨¦lico en el Donb¨¢s], ni la grivna funcionaba muy bien [¡] Es dif¨ªcil que alguien la quiera mantener, porque nadie sabe cu¨¢nto va a durar la guerra ni qu¨¦ va a pasar con ella¡±, explica. Los medios polacos han informado de que en Varsovia y Cracovia, las dos principales ciudades del pa¨ªs, varios cambistas tienen tantas grivnas que directamente no compran m¨¢s. En las redes sociales circulan adem¨¢s fotograf¨ªas de colas de hasta decenas de metros a la entrada de oficinas de cambio.
El Banco Nacional Polaco ha intervenido para resolver parcialmente el problema, al erigirse como garante y fijar un tipo de cambio ¨Dm¨¢s beneficioso que el de mercado¨D por el que los ucranios pueden pasar las grivnas desde bancos de su pa¨ªs a cuentas que abren en bancos privados polacos y donde entran ya como eslotis. Arak admite que la garant¨ªa supone ¡°un riesgo sist¨¦mico¡± para el pa¨ªs, porque ¡°tener una divisa que no es intercambiable es como tener un activo t¨®xico¡±, pero matiza que la econom¨ªa ucrania es peque?a, sus habitantes no tienen grandes cantidades de dinero y Polonia cuenta con ¡°uno de los sistemas bancarios m¨¢s sanos¡±. Tambi¨¦n est¨¢ ayudando a los refugiados la depreciaci¨®n de su moneda y que algunos cambistas polacos est¨¦n renunciando al beneficio con tal de vender grivnas, lo que equilibra la oferta y la demanda.
El diario econ¨®mico Puls Biznesu apunta este jueves a que antes de que acabe el mes los ucranios podr¨¢n cambiar grivnas por eslotis a un tipo digno que se est¨¢ pactando con la parte ucrania y hasta una cantidad determinada. Una semana antes, Iwona Duda, presidenta del mayor banco del pa¨ªs, PKO Bank Polski, hab¨ªa se?alado al peri¨®dico Dziennik Gazeta Prawna que un equipo especial estaba articulando una soluci¨®n al problema. Ser¨¢ para quienes tienen pasaporte ucranio y acorde con la legislaci¨®n contra el blanqueo de dinero, que obliga a conocer datos personales y el origen del dinero, lo que casa mal con una salida apresurada, en ocasiones sin pasaporte ni documentos importantes.
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