Ucrania se resiste a entregar Mariupol y asegura que los ¨²ltimos combatientes ¡°luchar¨¢n hasta el final¡±
Cinco personas mueren en un ataque en el centro de J¨¢rkov, intensamente bombardeada en el primer d¨ªa de la Pascua ortodoxa, pese a los llamamientos a una tregua por las festividades
A las 12.00 de este domingo, hora peninsular espa?ola, concluy¨® el ultim¨¢tum de siete horas que Rusia dio a los ¨²ltimos combatientes ucranios en la estrat¨¦gica ciudad de Mariupol para que depusieran las armas. Sin dar ninguna se?al de rendici¨®n durante la jornada, el primer ministro ucranio, Denis Shmihal, ha asegurado que ¡°la ciudad todav¨ªa no ha ca¨ªdo¡± y que el ¨²ltimo reducto resistente ¡°combatir¨¢ hasta el final¡±. ¡°Nuestras fuerzas militares, nuestros soldados a¨²n est¨¢n all¨ª [...] En el momento en el que hablo, est¨¢n todav¨ªa en Mariupol¡±, ha se?alado en una entrevista a la cadena de la televisi¨®n estadounidense ABC. Las im¨¢genes satelitales muestran humo y fuego en la zona.
Mientras, Rusia se ha cebado con la segunda ciudad de Ucrania, J¨¢rkov, tambi¨¦n en el este, en el primer d¨ªa de la Pascua ortodoxa, religi¨®n mayoritaria en los dos pa¨ªses. Cuando miles de sus ciudadanos se dispon¨ªan a bendecir las tradicionales ramas de sauce que conmemoran la entrada de Jes¨²s en Jerusal¨¦n, una decena de misiles sembraban el terror en su casco urbano. Cinco personas han muerto y una docena han resultado heridas. La mayor¨ªa de los proyectiles iban dirigidos a infraestructuras civiles.
El Ministerio de Defensa ruso ofreci¨® a las fuerzas de Ucrania en Mariupol un plazo de siete horas a partir de las 6.00 de la ma?ana (5.00, en la Espa?a peninsular) para entregarse sin condiciones. ¡°Los que abandonen las armas salvar¨¢n su vida. Es su ¨²nica oportunidad¡±, dijo el Kremlin a los soldados atrincherados en el complejo metal¨²rgico de Azovstal, en el sur de la ciudad y escenario de las batallas m¨¢s intensas de las ¨²ltimas semanas.
Mariupol, marcada por la destrucci¨®n y la crisis humanitaria, lleva semanas sitiada. Mosc¨² asegura controlar ya toda el ¨¢rea urbana. ¡°Los ocupantes ser¨¢n responsables de todo lo que han hecho en Ucrania, de todo lo que han hecho a los ucranios¡±, dijo el presidente del pa¨ªs, Volod¨ªmir Zelenski, en su cuenta de Telegram.
Se desconoce cu¨¢ntos combatientes quedan en Mariupol, cuya ubicaci¨®n en el sudeste del pa¨ªs y a orillas del mar Negro convertir¨ªa su captura en el mayor logro ruso en una campa?a que por ahora no ha tenido ninguno significativo. Permitir¨ªa a las fuerzas rusas conectar Crimea, que se anexion¨® en 2014 tras un refer¨¦ndum ilegal, con el territorio que controla en las provincias separatistas del este. El Ministerio de Defensa ruso asegura, citando comunicaciones radiof¨®nicas interceptadas, que entre los ¨²ltimos combatientes ucranios hay 400 ¡°mercenarios extranjeros¡± y tienen ¨®rdenes de disparar al que intente rendirse.
Arrasar la ciudad ¡°a cualquier precio¡±
El ministro ucranio de Exteriores, Dmitro Kuleba, admiti¨® el domingo a la cadena CBS que no hay comunicaciones diplom¨¢ticas con Rusia y que la suerte de Mariupol puede constituir una ¡°l¨ªnea roja¡± en las negociaciones. ¡°Lo que queda del Ej¨¦rcito ucranio y un gran grupo de civiles est¨¢n rodeados por las fuerzas rusas. Siguen combatiendo, pero parece, visto el comportamiento del Ej¨¦rcito ruso en Mariupol, que han decidido arrasar la ciudad a cualquier precio¡±, lament¨®.
En la misma l¨ªnea se expres¨® un d¨ªa antes Zelenski al acusar a Mosc¨² de ¡°destruir deliberadamente a cualquiera que est¨¦¡± en la localidad y advertir de que la ¡°eliminaci¨®n¡± de los ¨²ltimos militares resistentes all¨ª ¡°pondr¨ªa fin a cualquier negociaci¨®n de paz¡±. El director del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, David Beasley, avis¨® ese mismo d¨ªa de que m¨¢s de 100.000 civiles en Mariupol ¡°se est¨¢n muriendo de hambre¡± y ¡°necesitan desesperadamente alimentos, agua y calefacci¨®n¡±.
En J¨¢rkov, segunda ciudad del pa¨ªs, las columnas de humo y ataques de artiller¨ªa fueron constantes el domingo. En los barrios m¨¢s c¨¦ntricos, los proyectiles impactaron por lo menos en tres edificios de viviendas, en unas oficinas y en una residencia de estudiantes.
Pasada la una de la tarde se desat¨® una tormenta de violencia sobre J¨¢rkov. El d¨ªa amaneci¨® lluvioso y la poblaci¨®n creyente ¡ªsolo un tercio de los 1,4 millones de habitantes de la ciudad contin¨²a en el municipio¡ª aguardaba en las iglesias para recibir la bendici¨®n del primer d¨ªa de la Pascua ortodoxa. En las ¨²ltimas semanas, se hab¨ªan producido llamamientos internacionales al Kremlin para que frenara la agresi¨®n en territorio ucranio al menos durante estas festividades. El papa Francisco tambi¨¦n reclam¨® una ¡°tregua¡± durante la Pascua.
Escombros y cristales proyectados
El Ej¨¦rcito ruso ha respondido redoblando el da?o. El asedio sobre J¨¢rkov empez¨® el primer d¨ªa de la invasi¨®n, el 24 de febrero, y pasados dos meses, el da?o se percibe en pr¨¢cticamente cada calle. El ataque del domingo sorprendi¨® a los enviados especiales de EL PA?S a 100 metros de uno de los edificios destruidos. El silbido de los propulsores de dos cohetes precedi¨® en pocos segundos al estallido y a los escombros y cristales que salieron proyectados. Un segundo ataque en la misma localizaci¨®n se produjo un minuto despu¨¦s, tiempo fundamental que los pocos transe¨²ntes y veh¨ªculos en la zona utilizaron para salir a toda prisa y evitar una muerte segura.
Las columnas de humo se dejaron ver en varias ubicaciones del distrito de Nahirniy y unos pocos vecinos se atrevieron finalmente a asomarse solo cuando vieron llegar a los camiones de bomberos, se?al de que el mayor peligro de nuevo impacto ya hab¨ªa pasado. La proximidad de Rusia ¡ªa 40 kil¨®metros de J¨¢rkov¡ª y del frente ¡ªa 15 kil¨®metros¡ª dificulta que las sirenas que advierten de un posible ataque a¨¦reo lleguen a tiempo para alertar a la poblaci¨®n local. El centro de J¨¢rkov sufri¨® el s¨¢bado otro ataque con un m¨ªsil bal¨ªstico que destruy¨® un complejo industrial y de oficinas. Fallecieron dos civiles y 18 resultaron heridos.
En la iglesia de San Lake, templo fiel al patriarcado de Mosc¨², Ludmila Slusare sal¨ªa al mediod¨ªa del domingo con su rama de sauce bendecida y un pan para el almuerzo. A lo lejos se escuchaba el sonido de las bater¨ªas antia¨¦reas ucranias. Slusare naci¨® en Vorkut¨¢, en el norte de Rusia, aunque lleva 32 a?os en Ucrania. A esa hora todav¨ªa no se hab¨ªa producido la lluvia de misiles, pero sus augurios no eran optimistas: daba por hecho que la festividad religiosa no se utilizar¨ªa como oportunidad para detener las hostilidades. ¡°Los rusos no perdonan que Ucrania les hundiera el Moskva¡±, opinaba Slusare en referencia al buque insignia de la Armada rusa destruido la semana pasada.
La intenci¨®n de Slusare era celebrar la festividad religiosa con una cena con su marido en los s¨®tanos de su edificio, donde duermen desde hace dos meses. Tatiana Novikova y su hijo Igor, de 16 a?os, se apresuraban a volver a casa por las calles de J¨¢rkov otra vez bombardeadas. Con sus ramas bendecidas en la mano, confirmaban que celebrar¨ªan solo ellos dos con el padre y la suegra. En otras circunstancias se habr¨ªan reunido con sus familiares al otro lado de la frontera con Rusia. Tatiana no quiere hablar de la guerra con sus allegados rusos: ¡°Comentamos algo as¨ª en general, pero nada en concreto, al fin y al cabo, es mi familia¡±. Del terror que sacudi¨® el domingo de nuevo la ciudad tampoco ten¨ªa previsto hablar con ellos.
Adem¨¢s de los muertos en J¨¢rkov, otras dos personas perdieron la vida el domingo en un bombardeo en Zolote, en la regi¨®n oriental de Donb¨¢s, seg¨²n el gobernador regional. Y el extrarradio de la capital, Kiev, fue atacado por tercer d¨ªa consecutivo. Es la aparente respuesta al hundimiento del Moskva, que ha tra¨ªdo de vuelta las alarmas antia¨¦reas y puesto fin a varios d¨ªas de relativa calma en la capital. El Ministerio de Defensa ruso afirma que el misil iba dirigido contra una f¨¢brica de municiones en la localidad de Brovari, a unos 20 kil¨®metros de Kiev, que qued¨® destruida.
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