El Parlamento brit¨¢nico debatir¨¢ el martes si Boris Johnson minti¨® sobre las fiestas en Downing Street
El primer ministro podr¨ªa haber sido el instigador, seg¨²n ¡®The Sunday Times¡¯, de uno de los eventos con alcohol que viol¨® las normas del confinamiento
Boris Johnson va a regresar a Londres, despu¨¦s de un breve descanso por Semana Santa en la residencia campestre de Chequers, para comprobar que, como en el cuento de Monterroso, el dinosaurio del partygate no ha desaparecido. El martes, cuando el Parlamento brit¨¢nico reanude sus sesiones ¨Deste lunes es festivo en todo el Reino Unido¨D, el primer ministro acudir¨¢ a Westminster para intentar convencer a diputados y ciudadanos de que est¨¢ arrepentido de las fiestas prohibidas en Downing Street durante el confinamiento; volver¨¢ a pedir disculpas; insistir¨¢ en que nunca fue consciente de estar incumpliendo la ley y, finalmente, pedir¨¢ a unos y otros que est¨¦n a la altura de las circunstancias y se concentren en la gran crisis internacional que ha supuesto la invasi¨®n rusa de Ucrania.
Johnson ha recuperado su anhelado perfil de estadista con una actuaci¨®n internacional que ha sido reconocida en toda su val¨ªa por la oposici¨®n laborista y los medios m¨¢s cr¨ªticos. Pero la decisi¨®n de la Polic¨ªa Metropolitana, la semana pasada, de imponer finalmente una multa tanto al primer ministro como a su ministro de Economia, Rishi Sunak, por atender uno de los eventos ilegales, ha vuelto a situar sobre la mesa el debate no resuelto de aquel esc¨¢ndalo: si Johnson, al contrario de lo que neg¨® sin cesar, minti¨® al Parlamento y se salt¨® las leyes que ¨¦l mismo hab¨ªa impuesto a la ciudadan¨ªa.
Laboristas, nacionalistas escoceses y liberal-dem¨®cratas se han puesto de acuerdo para exigir esta semana explicaciones al primer ministro y obligar a los conservadores a retratarse. Han convencido al speaker (presidente) de la C¨¢mara, Lindsay Hole, para que el mi¨¦rcoles, con toda probabilidad, se vote una moci¨®n que acuse a Johnson de haber actuado en desacato al Parlamento (es decir, faltando al respeto a la instituci¨®n), o se derive incluso el asunto a la Comisi¨®n de ?tica, que podr¨ªa acabar decidiendo la suspensi¨®n de Johnson como parlamentario.
El C¨®digo Ministerial
En agosto de 2019, cuando tom¨® posesi¨®n del cargo, el primer ministro brit¨¢nico puso su firma en el llamado Ministerial Code (C¨®digo Ministerial), el texto que define las normas ¨¦ticas exigibles a los miembros del Gobierno. ¡°Es de extrema importancia que los ministros [y eso incluye al primer ministro] den informaci¨®n verdadera y precisa al Parlamento, y que corrijan cualquier error inadvertido a la mayor brevedad posible. Se espera de aquellos ministros que mientan deliberadamente al Parlamento que presenten su dimisi¨®n¡±, dice el primer apartado del C¨®digo.
Seg¨²n la oposici¨®n, las multas impuestas a Johnson y Sunak son la clara demostraci¨®n de que han faltado a la verdad en sus comparecencias ante la C¨¢mara. ¡°Por primera vez en la historia de nuestro pa¨ªs, un primer ministro ha quebrantado la ley. Y lo hizo mientras los ciudadanos brit¨¢nicos estaban realizando sacrificios inimaginables, y minti¨® sobre ello de modo reiterado¡±, ha asegurado el l¨ªder de la oposici¨®n laborista, Keir Starmer. ¡°No es digno del puesto, y cuanto m¨¢s tiempo permanezca en Downing Street, m¨¢s denigrar¨¢ el cargo de primer ministro¡±, ha dicho Starmer.
Sin embargo, ni el incumplimiento del C¨®digo Ministerial ¨Dque no tiene vigor legal ni un claro ejecutor que lo aplique, sino que se trata m¨¢s bien de una norma convencionalmente aceptada¨D implica la necesaria dimisi¨®n de Johnson y Sunak, ni estos parecen dispuestos a admitir culpa alguna. En el momento en que todo sucedi¨®, insisten en defender Johnson y su equipo, no sab¨ªa que estaba haciendo algo prohibido, con lo que falta la intencionalidad, y no puede por tanto ser acusado de mentir. ¡°Por supuesto que volver¨¢ a pedir disculpas, y har¨¢ hincapi¨¦ en que entiende la intensidad del sentimiento de la ciudadan¨ªa sobre todo este asunto¡±, ha asegurado un portavoz de Downing Street, ¡°pero tambi¨¦n insistir¨¢ en que necesitamos centrarnos en las verdaderas prioridades del pa¨ªs [Ucrania, y el incremento del coste de la vida]¡±.
Johnson reunir¨¢ este lunes por la tarde, a pesar de ser festivo, a su grupo parlamentario para dar las primeras explicaciones, despu¨¦s de la multa de la Polic¨ªa, y pedir que le respalden en las urgencias pol¨ªticas que todos tienen por delante: el pr¨®ximo 5 de mayo se celebrar¨¢n elecciones locales en todo el pa¨ªs, y los conservadores podr¨ªan recibir un serio varapalo por culpa del partygate. Esa es tambi¨¦n la raz¨®n por la que los partidos de la oposici¨®n no rebajan la presi¨®n. Saben que es pr¨¢cticamente imposible que los diputados tories (conservadores) voten contra Johnson, pero cualquier respaldo en la C¨¢mara para taparle sus verg¨¹enzas ser¨¢ utilizado contra ellos durante la campa?a electoral.
Johnson, el instigador
En noviembre de 2020, Lee Cain, quien fuera director de comunicaci¨®n del primer ministro, decidi¨® abandonar su puesto. Junto al asesor estrella e ide¨®logo del Brexit, Dominic Cummings, Cain era uno de los hombres a los que Carrie Symonds, entonces a¨²n novia de Johnson, hab¨ªa enfilado y declarado la guerra. En medio de un severo confinamiento, seg¨²n ha narrado The Sunday Times, la despedida del responsable de comunicaci¨®n no se convirti¨® en una fiesta propiamente dicha hasta que apareci¨® el primer ministro: ¡°Dijo que quer¨ªa decir unas palabras en honor a Lee, y comenz¨® a llenar las copas de los presentes y a beber ¨¦l mismo¡±, ha contado al peri¨®dico uno de los testigos presentes. Fue Johnson, seg¨²n las declaraciones recabadas, quien anim¨® al personal a sumarse, en un momento en que las reuniones en interior estaban estrictamente limitadas.
La Polic¨ªa Metropolitana investiga tambi¨¦n este evento, y las multas para los instigadores directos de ese tipo de reuniones pueden superar los 12.000 euros. Cuando, en su momento, un diputado pregunt¨® al primer ministro si hab¨ªa habido una fiesta en Downing Street el 13 de noviembre de 2020, la respuesta fue tajante: ¡°No, y estoy seguro de que, ocurriera lo que hubiera ocurrido, se respetaron en todo momento las normas vigentes¡±, dijo Johnson.
El pr¨®ximo 5 de mayo se pondr¨¢n en juego hasta 5.000 puestos municipales. Dos recientes encuestas, realizadas a principios de abril por las empresas demosc¨®picas Electoral Calculus y FindOutNow, coinciden en se?alar que los conservadores podr¨ªan perder en esos comicios m¨¢s de 800 representantes que pasar¨ªan a manos laboristas. Extrapolados esos resultados a unas elecciones generales, el partido liderado por Starmer podr¨ªa hacerse con una mayor¨ªa en el Parlamento de Westminster. Los diputados conservadores, dispuestos esta semana a salvar la piel de Johnson, se replantear¨¢n su posici¨®n despu¨¦s de comprobar el da?o electoral efectivo provocado por el esc¨¢ndalo de las fiestas.
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