Hermanos de Italia avanza firme para convertirse en el gran partido de la derecha
Giorgia Meloni, que encabeza todas las encuestas y ya no oculta su ambici¨®n de gobernar el pa¨ªs, certifica en el congreso de Mil¨¢n su desaf¨ªo a Berlusconi y Salvini
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Italia agota los ¨²ltimos meses de legislatura en una suerte de batidora pol¨ªtica donde la guerra y la pandemia han anestesiado el viejo esp¨ªritu autodestructivo de su Parlamento. Y, en ese ins¨®lito contexto, una figura ha crecido como nadie convirti¨¦ndose en la candidata con m¨¢s apoyos en las encuestas y la l¨ªder del ¨²nico partido en la oposici¨®n. Giorgia Meloni, cabeza de cartel de Hermanos de Italia, una formaci¨®n nacida de los rescoldos del posfascista Movimiento Social Italiano (MSI) y convertida hoy en un molde ideol¨®gico m¨¢s amplio, es ya la referencia de la derecha en Italia. El congreso program¨¢tico de su partido, celebrado este fin de semana en Mil¨¢n, ha certificado su liderazgo, un giro hacia cierta moderaci¨®n y una indisimulada ambici¨®n de gobierno que se traduce ya en una opa descarada a la derecha. Meloni ya no lo oculta. Si sus socios quieren mantener la idea de gobierno a trav¨¦s de una coalici¨®n, tendr¨¢n que subirse a su carro.
Meloni empieza a verse en el palacio Chigi, sede del Ejecutivo italiano. ¡°Nace el partido de los conservadores¡±, anunci¨® en su discurso del viernes, que dur¨® una hora y 10 minutos. ¡°Es el tiempo de las mujeres¡±, insisti¨®. La puesta en escena del congreso, celebrado en Mil¨¢n, ya era un claro aviso a navegantes. La capital lombarda, motor econ¨®mico de Italia, es la ciudad natal y el cuartel general de sus dos socios en la coalici¨®n: Matteo Salvini (Liga) y Silvio Berlusconi (Forza Italia). Hermanos de Italia, en cambio, ha sido siempre un partido eminentemente romano con ra¨ªces en la parte centro-sur del pa¨ªs. Pero su presencia en el norte crece exponencialmente: en las ¨²ltimas elecciones municipales estuvo a punto de superar a la Liga. Forza Italia, cuyo l¨ªder tiene 85 a?os y ha sido incapaz de configurar un relevo, es una formaci¨®n en descomposici¨®n. Y la Liga se encuentra en ca¨ªda libre y sin un rumbo ideol¨®gico claro despu¨¦s de meses de bandazos y resbalones de Salvini. En un escenario de confusi¨®n entre los votantes conservadores, Meloni se presenta como la ¨²nica opci¨®n fiable y s¨®lida de la derecha.
La coalici¨®n de los tres partidos conservadores adem¨¢s est¨¢ hecha unos zorros. La distancia es enorme. El viernes, Meloni ni siquiera cit¨® a sus socios. Guido Crosetto, uno de los fundadores de Hermanos de Italia y pilar ideol¨®gico del alma m¨¢s moderada de la formaci¨®n, reconoce que la batalla del Quirinal hace algo m¨¢s de un a?o, en la que no lograron ponerse de acuerdo con sus socios, produjo mucho desgaste. Desde entonces, explican fuentes de ambos partidos, no se han visto ni hablado. ¡°Ahora mismo es dif¨ªcil hallar puntos de encuentro. Pero esto en pol¨ªtica no es un problema. El d¨ªa antes de formar Gobierno, el PD [Partido Democr¨¢tico] casi dec¨ªa que hab¨ªa que echar del pa¨ªs al Movimiento 5 Estrellas. Y luego hicieron un Ejecutivo juntos. Si lograron unirse ellos, c¨®mo no lo har¨¢ gente que lleva 30 a?os en un mismo proyecto¡±, apunta.
La salud de la coalici¨®n es clave si la derecha quiere ganar las elecciones con el sistema electoral mayoritario (no ser¨ªa extra?o que se cambiase de aqu¨ª a los comicios). Los sondeos hoy son claros. Si hubiera elecciones ¡ªen principio ser¨¢n en abril de 2023¡ª, Meloni ganar¨ªa y podr¨ªa gobernar si concurriese en coalici¨®n con sus socios. Roberto D¡¯Alimonte, polit¨®logo y m¨¢xima autoridad en asuntos demosc¨®picos en Italia, cree que la tendencia le otorgar¨¢ alrededor del 25% de los votos dentro de un a?o. ¡°Hermanos de Italia ser¨ªa el primer partido de la derecha de Italia. Y probablemente tambi¨¦n de todo el sistema parlamentario. Hoy hay dos partidos sobre el 20%: ellos y el PD. Pero m¨¢s importante para Meloni es ser la primera de la derecha italiana. Salvini, dicen todos los sondeos, est¨¢ cuatro o cinco [puntos] por debajo de ella. Pero Meloni tiene un problema de legitimaci¨®n para gobernar. Viene de una historia pasada de soberanismo y antieurope¨ªsmo. Y hay algunos pedazos de la formaci¨®n que todav¨ªa sientan sus ra¨ªces en el posfascismo. Ella intenta alejarse de eso porque tambi¨¦n le resta legitimidad¡±. Una distancia con el pasado que no le impide evitar celebrar el 25 de abril, d¨ªa de la liberaci¨®n de Italia del nazifascismo, ni condenar con claridad algunos episodios de la historia.
El Congreso program¨¢tico de Hermanos de Italia, socio de Vox en Europa, confirm¨® el lavado de cara del partido e intent¨® mostrar al empresariado del norte que el partido dispone de una clase dirigente amplia y preparada. ¡°Si queremos gobernar, hay que estar en Mil¨¢n y convencer a esa parte de la sociedad de la robustez del partido¡±, se?ala uno de sus dirigentes. Las consignas fueron claras: aspiraci¨®n de Gobierno, visi¨®n de la pol¨ªtica internacional algo m¨¢s moderada y claramente atl¨¢ntica (aunque con alguna cr¨ªtica a Biden) y esquema de valores tradicional: familia, iglesia y naci¨®n. ¡°Batallar¨¦ contra la gestaci¨®n subrogada¡±, anunci¨®. O tambi¨¦n: ¡°El proceso de globalizaci¨®n ha fracasado¡±. La posici¨®n en el tema de Ucrania es clar¨ªsimamente contra Rusia. ¡°Sabemos cu¨¢les son nuestros aliados internacionales¡±, dijo el viernes. Y tambi¨¦n en torno a Europa ha atenuado sus posiciones cr¨ªticas, aunque con matices: ¡°Construiremos una Europa confederal sin bur¨®cratas¡±. Ella sabe que para gobernar tiene que tener una legitimidad democr¨¢tica que deje atr¨¢s los fantasmas del posfascismo y la coloque con claridad en Europa.
La derecha de Meloni quiere renovar su espacio ideol¨®gico y le disputa tambi¨¦n a la izquierda el voto de la clase trabajadora. No es casualidad que el final del congreso, que se celebrar¨¢ este domingo, haya coincidido con el Primero de Mayo, d¨ªa del trabajador y jornada altamente simb¨®lica en Italia. ¡°Bueno, es casualidad. Pero la fiesta del trabajador no es patrimonio de la izquierda. Es m¨¢s, la derecha hace m¨¢s hoy por ellos que la izquierda. Ellos son subsidio; nosotros, trabajo¡±, apunta Crosetto. La ampliaci¨®n del campo de batalla de Hermanos de Italia ahora es total. Tanto que Meloni no tuvo reparo el viernes en exhibir fotos de s¨ªmbolos del antifascismo, como el director y escritor Pier Paolo Pasolini y la fil¨®sofa Hannah Arendt como referentes del partido.
Un partido nacido de las cenizas del proyecto de Berlusconi
El origen de Hermanos de Italia se encuentra en el descalabro de los proyectos de Berlusconi. Il Cavaliere había fundado un conglomerado político conocido como Popolo della Libertà (PDL) con el que había logrado gobernar Italia uniendo a la derecha, incluida la Alianza Nacional de Gianfranco Fini. Este partido había hecho malabarismos para renunciar de forma explícita al fascismo, pero en su interior sobrevivían nostálgicos que mantenían intacta la llama junto a otro espectro más cercano a la democracia cristiana. Una derecha social y otra más liberal.
Con la llegada en 2011 del Gobierno técnico de Mario Monti y el apoyo del PDL —como ahora ha ocurrido con el Gobierno de unidad de Mario Draghi—, un grupo procedente de aquel universo decidió fundar un nuevo artefacto. Lo llamaron Hermanos de Italia, nombre oficioso del himno del país, y colocaron al frente a una mujer joven que ya había sido ministra con Berlusconi. El dueño de Mediaset la llamaba “peonza”, en una muestra de su clásico desprecio machista elitista. Pero hoy Berlusconi tiene que aceptar su dictado.
Meloni creció lentamente, sin abusar de la estrategia ultra de redes sociales y selfis. Buscó la coherencia y la conexión con un electorado más rígido y politizado, tal y como hizo en Europa. Hoy es la presidenta del grupo Partido de los Conservadores y Reformistas Europeos, del que también forma parte Vox. El partido ultra español se acercó a Hermanos de Italia, donde encontró una línea más clara que con Salvini, especialmente en cuestiones regionales y autonómicas (la Liga siempre favoreció el independentismo catalán). “La gente quiere claridad, no oportunismo. No decimos una cosa y la contraria al día siguiente. Y Giorgia lo ha demostrado en cada ocasión”, señala un diputado y alto cargo del partido que participó con Meloni en su fundación en 2011.
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