El hijo del dictador Marcos y la hija de Duterte ganan las elecciones en Filipinas
La victoria de Ferdinand Marcos Jr y Sara Duterte-Carpio supondr¨¢, seg¨²n diversos analistas, mayores niveles de corrupci¨®n y de privilegios para las ¨¦lites
¡°Mi madre quer¨ªa que fuera presidente desde que ten¨ªa tres a?os¡±, asegur¨® Ferdinand Marcos J¨²nior. Treinta y seis a?os despu¨¦s de la revoluci¨®n pac¨ªfica que derroc¨® el r¨¦gimen cleptocr¨¢tico y desp¨®tico de Ferdinand e Imelda Marcos, los filipinos han querido que Imelda, tambi¨¦n llamada ¡°mariposa de hierro¡±, cumpla su sue?o y que su heredero, conocido como Bongbong, recupere el poder de su familia.
Seg¨²n un recuento provisional, Ferdinand Marcos J¨²nior ha ganado por mayor¨ªa los comicios de este lunes y ocupar¨¢ a partir de junio la silla presidencial en el Palacio de Malaca?¨¢n, el mismo del que sus padres huyeron a la carrera en 1986, dejando al pa¨ªs sumido en una profunda crisis econ¨®mica y tras haber expoliado de las arcas p¨²blicas una fortuna de entre 5.000 y 10.000 millones de d¨®lares (entre 4.750 y 9.500 millones de euros, al cambio actual). Un relato blanqueado del pasado y su alianza con la popular Sara Duterte-Carpio, la hija del mandatario saliente, que ostentar¨¢ el cargo de vicepresidenta, han sido las claves de un triunfo electoral que ning¨²n analista pol¨ªtico se habr¨ªa atrevido a vaticinar no hace mucho tiempo.
Este lunes estaban llamados a votar 67,5 millones de filipinos no solo por el futuro, sino tambi¨¦n por el pasado que quieren validar. Una de las democracias m¨¢s antiguas de Asia ha decidido legitimar el discurso de quienes han corrido un velo de silencio y se han empe?ado en edulcorar las dos d¨¦cadas de dictadura sangrienta y corrupta de Ferdinand Marcos, en lugar de apostar por la v¨ªa reformista que propon¨ªa Leni Robredo.
Marcos Jr., de 64 a?os, ha arrasado en las elecciones presidenciales tras una campa?a centrada exclusivamente en la ¡°unidad¡± nacional. Su discurso ha calado profundamente entre un sector de votantes nost¨¢lgicos y de j¨®venes que esperan recuperar la supuesta ¡°era dorada¡± que se vivi¨® durante el mandato de Ferdinand Marcos padre.
Conocido a¨²n por su apodo de la infancia, Bongbong, Marcos Jr. gobernar¨¢ de la mano de la hija del presidente saliente, Rodrigo Duterte, a quien la Constituci¨®n impide concurrir a la elecci¨®n. Precisamente la alianza con Sara Duterte-Carpio ha sido una de las grandes bazas de Marcos para estos comicios.
La hasta ahora alcaldesa de Davao encabezaba en verano todas las encuestas ante los rumores de su intenci¨®n de convertirse en la sucesora de su padre, quien contin¨²a gozando de un gran prestigio en el pa¨ªs. Y ello a pesar de su ¡°guerra contra las drogas¡± que ha matado a m¨¢s de 30.000 personas, seg¨²n denuncian asociaciones de derechos humanos, y de su mala gesti¨®n de la pandemia. Los analistas consideran que la victoria de estos dos poderosos clanes pol¨ªticos (los Marcos, en el norte; los Duterte, en el sur) aumentar¨¢ los niveles de corrupci¨®n y los privilegios de las ¨¦lites, y que podr¨ªa terminar de socavar los cimientos democr¨¢ticos del pa¨ªs.
Glorificaci¨®n del pasado
La imagen que ha creado Bongbong durante las ¨²ltimas tres d¨¦cadas, sin embargo, es muy diferente. Tras volver del exilio en 1991, dos a?os despu¨¦s de que Ferdinand Marcos muriese en Haw¨¢i (Estados Unidos), la familia ha hecho cuanto est¨¢ en su mano para regresar a los c¨ªrculos de poder e intentar redimir la figura del dictador.
En los v¨ªdeos que han circulado a trav¨¦s de TikTok o YouTube en las ¨²ltimas semanas, no ha habido referencias a la barbarie que denuncia Amnist¨ªa Internacional durante su r¨¦gimen (3.257 asesinatos extrajudiciales, 35.000 casos de tortura y 70.000 arrestos arbitrarios) ni a la crisis financiera o la inflaci¨®n descontrolada entre los a?os sesenta y noventa. En redes se ha hecho una glorificaci¨®n de su mandato, que se ha dibujado como un periodo en el que la econom¨ªa floreci¨®, se desarrollaron las infraestructuras, y durante el que la naci¨®n respiraba paz y cobr¨® trascendencia internacional.
Marcos Jr. ha optado por mantenerse cauto durante la campa?a electoral (ha evitado los debates y ha concedido contadas entrevistas). Ha mostrado en sus redes una versi¨®n m¨¢s afable y familiar, alejada del lujo y los excesos que caracterizaron el matrimonio de sus padres. A Ferdinand e Imelda se les acusa de haberse enriquecido mientras Filipinas se arruinaba: el saqueo del pa¨ªs (valorado en cerca de 10.000 millones de d¨®lares) lleg¨® a formar parte del Libro Guinness de los R¨¦cords como el mayor robo jam¨¢s ocurrido dentro un Gobierno.
Algunos analistas se?alan a Imelda como la persona que realmente ha movido los hilos para impulsar la carrera pol¨ªtica de su hijo y recuperar el poder. Ella misma se present¨® en dos ocasiones, sin ¨¦xito, a las presidenciales en la d¨¦cada de los noventa, cuando a¨²n el fantasma de la ley marcial estaba muy presente.
La energ¨ªa y el entusiasmo de los dos millones de voluntarios que durante el ¨²ltimo mes se lanzaron a apoyar las propuestas progresistas de la actual vicepresidenta, Leni Robredo, no han sido suficientes para eliminar los prejuicios vinculados a su nombre en un sector de la poblaci¨®n. Robredo ¡ªquien se impuso precisamente a Marcos en las elecciones por la vicepresidencia en 2016¡ª ha sido la principal damnificada durante la enorme campa?a de desinformaci¨®n por internet que ha caracterizado estas elecciones. Entre los bulos que se han lanzado contra esta abogada pro derechos humanos figuran haber asesinado a su marido (que muri¨® en un accidente de avi¨®n en 2012), estar vinculada con grupos terroristas comunistas, y v¨ªdeos sexuales de una de sus hijas.
Filipinas lidera la clasificaci¨®n mundial de uso diario de redes sociales y sus habitantes son los que m¨¢s tiempo pasan conectados a trav¨¦s de sus tel¨¦fonos m¨®viles, con una media diaria de casi 11 horas, seg¨²n datos del World Global Index 2021, lo que lo hace un ecosistema id¨®neo para los bulos.
Organizaciones de control electoral, como Kontra Daya y LENTE, han denunciado la violaci¨®n durante la jornada de los protocolos de salud y seguridad activados por la pandemia, as¨ª como decenas de irregulares y fraudes. Critican la desinformaci¨®n, el red-tagging (a algunos partidos progresistas se les ha tachado de formar parte de un movimiento comunista clandestino) y el mal funcionamiento de las m¨¢quinas de voto, entre las que se han encontrado 533 defectuosas. Algunos usuarios de redes sociales reclamaron la ampliaci¨®n del horario de apertura de los colegios debido a las largas colas y a los problemas t¨¦cnicos para votar. A pesar del despliegue policial, al menos cuatro personas han fallecido en altercados violentos.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.