La insaciable ansia de poder de Imelda Marcos
La viuda de Ferdinand Marcos busca convertir a uno de sus hijos, Ferdinand 'Bongbong', en presidente de Filipinas y volver a ser "la matriarca de la naci¨®n" tres d¨¦cadas despu¨¦s
Se considera la ¡°madre de la patria¡±. Una despiadada, no obstante, controladora y megal¨®mana que ha depositado en su hijo su ¨²ltima esperanza: regresar a la presidencia de Filipinas, aunque ya no sea en su papel de consorte del fallecido dictador Ferdinand Marcos, sino de progenitora de Bongbong, actual senador y posible futuro candidato a la jefatura del Estado. A sus 90 a?os y tras innumerables tropel¨ªas, Imelda Marcos a¨²n cuenta con popularidad y apoyos en el pa¨ªs asi¨¢tico que podr¨ªan convertirla realmente en la ¡°matriarca¡± de la naci¨®n.
¡°Echo de menos la influencia de ser primera dama¡±, dice Imelda en el documental The Kingmaker, de Lauren Greenfield, estrenado en Estados Unidos el mes pasado. Y por eso la Mariposa de Hierro no oculta su deseo de volver al primer plano pol¨ªtico m¨¢s de tres d¨¦cadas despu¨¦s de que su dictadura conyugal junto a Ferdinand Marcos (1965-1986) concluyera tras una revuelta popular por los desfalcos, abusos y torturas cometidos por la pareja. Las cifras son estremecedoras: al menos 3.400 personas fueron asesinadas y 34.000 torturadas durante los a?os de ley marcial (de 1972 a 1981). Entre 5.000 y 10.000 millones de d¨®lares habr¨ªan acabado il¨ªcitamente en las cuentas de los Marcos, que se exiliaron en Haw¨¢i durante un lustro. M¨¢s de 400 procesos judiciales penden sobre Imelda, pero ninguno ha conseguido enviarla a prisi¨®n.
¡°Buscan esqueletos en mi armario, y lo ¨²nico que encuentran son preciosos zapatos¡±, afirma sin despeinarse en el documental, no se sabe si mof¨¢ndose o realmente orgullosa de su fama mundial por coleccionar hasta 3.000 pares de zapatos, adem¨¢s de joyas y valios¨ªsimas piezas de arte.
Lo que tampoco queda claro es si los excesos de la ex reina de belleza de Manila, quien mantiene su caracter¨ªstico estilismo de mejillas hiperempolvadas y tup¨¦ cardado, y sigue embuti¨¦ndose en coloridos vestidos con hombreras, han sido en parte asimilados como incorregibles en Filipinas. Los Marcos nunca han pedido perd¨®n. Y su dinast¨ªa, liderada por Imelda, parece fortalecerse d¨ªa tras d¨ªa.
Imelda Marcos ocupa un esca?o en el Congreso; su hija, Imee Marcos, se asegur¨® holgadamente una silla en el Senado en las elecciones legislativas del pasado mayo; y Ferdinand Bongbong, quien disputa en los juzgados la vicepresidencia a Leni Robredo, ya que considera que hubo fraude en las elecciones a dicho cargo en 2016, suena como candidato a presidente.
Gran parte del apoyo a los Marcos proviene de Ilocos Norte, provincia natal del fallecido Ferdinand Marcos y feudo pol¨ªtico de la familia desde el nacimiento pol¨ªtico del dictador. All¨ª, hace dos a?os se declar¨® festivo el d¨ªa en el que Marcos hubiese alcanzado el siglo de edad, con Imelda, Bongbong e Imee acudiendo engalanados a un evento conmemorativo.
En el retorno, o m¨¢s bien ascenso, de los Marcos al poder ha influido tambi¨¦n el presidente, Rodrigo Duterte. El pol¨¦mico mandatario, responsable de una campa?a contra las drogas que ha causado miles de muertos, permiti¨® el entierro de Marcos en el pante¨®n de los h¨¦roes de Manila y ha dicho en alguna ocasi¨®n que est¨¢ dispuesto a renunciar a su cargo si el que le sustituye es Bongbong Marcos.
El hijo en quien Imelda deposita sus esperanzas es un hombre de 62 a?os, de aspecto afable y mucho m¨¢s informal en sus atuendos que su madre, de la que solo parece haber heredado una cierta querencia por los zapatos llamativos. Su apodo infantil se debe a que tend¨ªa a subirse a lomos de su padre, recordando al bumbong, el nombre en tagalo de un tradicional aplique de bamb¨² para cargar bidones de agua a la espalda.
¡°Ella ha querido que sea presidente desde que tengo tres a?os¡±, dijo Bongbong sobre su madre en 2015, antes de presentarse a la vicepresidencia. ?l asegur¨®, en cambio, que no se levanta cada ma?ana ¡°pensando en serlo¡±. Su manifiesto desinter¨¦s no casa, sin embargo, con su trayectoria. Empecinado en arrebatar la vicepresidencia a Robredo, Ferdinand Jr. se ha convertido en un aliado de Duterte y no se descarta que acabe present¨¢ndose a la presidencia en las elecciones de 2022, en las que el actual mandatario ya no participar¨¢. Tampoco su aparente humildad cuadra con su estilo de vida; estudiante poco notable durante sus a?os en la Universidad de Oxford, su madre sufrag¨® sus caprichos hasta bien entrada la madurez, y el v¨¢stago sol¨ªa festejar su regreso a Filipinas con ostentosas fiestas en Calauit, la isla privada de Imelda. Aquella a la que la dama asi¨¢tica traslad¨® a docenas de animales ex¨®ticos desde ?frica y que con los a?os pas¨® a ser conocida como el safari de Bongbong.
Fiel siempre a los deseos de su madre, su ¨²nico acto de rebeld¨ªa hasta ahora parece haber sido casarse con Louise Araneta, pariente de la expresidenta Coraz¨®n Aquino, familia archienemiga de los Marcos. Algo que, de momento, no ha alejado un ¨¢pice a Bongbong de Imelda, quien teje, no muy en la sombra, los hilos de la carrera pol¨ªtica del hijo.
Los Marcos parecen, pues, dispuestos a quedarse, con ayuda de Duterte y de la afici¨®n de ambos por divulgar bulos a su favor: su maquinaria de propaganda se centra en exagerar sus cuestionables logros y negar la masiva corrupci¨®n y fechor¨ªas de las que se les acusa, adem¨¢s de envilecer a sus rivales. Ya lo advierte Imelda en el documental de Greenfield: ¡°La percepci¨®n es real, la verdad no lo es¡±.
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