El descenso del tirador de B¨²falo a los infiernos del supremacismo
EL PA?S reconstruye el viaje, mental y f¨ªsico, que llev¨® a Payton Gendron del id¨ªlico suburbio blanco de Conklin en el que viv¨ªa con sus padres al supermercado de un barrio negro en el que asesin¨® a 10 afroamericanos


En el porche de la casa de los Gendron, en Conklin, un pueblo de 5.000 habitantes al sur del Estado de Nueva York, hab¨ªa este jueves una pesa redonda en la que el peque?o Payton dej¨® la huella de su mano antes de que el cemento secara. Alguien sell¨® con letras de molde el nombre de pila del ni?o, dibuj¨® un coraz¨®n y se?al¨® una fecha: 2008. Entonces, Payton S. Gendron solo ten¨ªa cuatro a?os.
El s¨¢bado pasado, a eso de las 14:30, esa misma mano estaba en un supermercado de B¨²falo, a 330 kil¨®metros de casa, apretando el gatillo de un fusil de asalto estilo AR-15, cuyo cargador hab¨ªa alterado para que portara m¨¢s munici¨®n de la que viene de f¨¢brica y de la permitida por el Estado de Nueva York. El ni?o, convertido en un supremacista blanco de 18 a?os intoxicado por teor¨ªas de la conspiraci¨®n que infestan los rincones m¨¢s sombr¨ªos de redes sociales como 4chan o Reddit, buscaba matar al mayor n¨²mero de negros posible.
Lleg¨® al aparcamiento del Tops Friendy Market inspirado por la teor¨ªa del Gran Reemplazo, que, importada de Francia y sancionada por miembros del Partido Republicano en el Capitolio y popularizada en Estados Unidos, entre otros, por el presentador de Fox News Tucker Carlson, defiende que el poder de los blancos y su representaci¨®n peligra por un plan maestro de las elites izquierdistas, que los est¨¢n sustituyendo por minor¨ªas m¨¢s f¨¢ciles de manipular. Antes de que lo detuviera la polic¨ªa, el joven asesin¨® a 10 personas, todas afroamericanas, e hiri¨® a otras tres, trabajadores y clientes de ese popular supermercado de la zona este de B¨²falo.
Adornado con s¨ªmbolos supremacistas y equipado con vestimenta militar, casco y chaleco antibalas incluido, el tirador hab¨ªa conducido el d¨ªa anterior su coche rumbo a B¨²falo durante algo m¨¢s de tres horas. Primero, por la t¨ªpica autopista estadounidense, con sus homog¨¦neas ¨¢reas de servicio a ambos lados. Despu¨¦s, por una carretera estatal de dos carriles a trav¨¦s de pintorescos pueblos con granjas de madera y acicaladas viviendas.

La casa que compart¨ªa en Conklin con sus padres y sus dos hermanos es la viva imagen de la promesa can¨®nica del suburbio, con el c¨¦sped perfectamente cortado y una canasta de baloncesto en la entrada para los coches. Este jueves, a la hora en la que los autobuses escolares amarillos devuelven a los chicos de la escuela, la calle estaba desierta. El sol brillaba al fin, tras una desapacible ma?ana de niebla y lluvia, pero las luces del porche estaban encendidas. Nadie contest¨® al timbre. Antes, una se?ora se hab¨ªa negado educadamente a dar ninguna informaci¨®n sobre la familia. ¡°Valoro su intimidad¡±, dijo. Cerca de all¨ª, un adolescente de m¨¢s o menos la misma edad que el tirador defini¨® a su vecino como ¡°huidizo¡±, antes de desaparecer tras la puerta de un garaje.
Desde las profundidades del estilo de vida americano, cinco cifras, 14208, guiaron a Gendron el s¨¢bado pasado hasta su objetivo. Durante la preparaci¨®n del ataque, el joven cruz¨® todos los n¨²meros de los distritos postales del Estado con los datos demogr¨¢ficos de cada zona hasta dar con el ¨¢rea con mayor porcentaje de poblaci¨®n afroamericana. As¨ª acab¨® en la parte oriental de una de las ciudades m¨¢s segregadas de Estados Unidos. Aunque, en realidad, su viaje hab¨ªa empezado mucho antes.
Durante el primer confinamiento por coronavirus, en la primavera de 2020, un aburrido Gendron empez¨® a deslizarse hacia las profundidades de internet, de un chat sobre armas a otro sobre extremismo pol¨ªtico, hasta acabar en foros dedicados a difundir ideas racistas y antisemitas que alertaban sobre la extinci¨®n de la raza blanca. En junio del a?o siguiente, cuando estaba terminando sus estudios en el instituto en Conklin, localidad con un 90% de poblaci¨®n blanca, pidieron a los alumnos que contaran qu¨¦ pensaban hacer tras graduarse. El chico, entonces de 17 a?os, contest¨® que planeaba un ritual de ¡°asesinato-suicidio¡±, un cl¨¢sico de la violencia de este pa¨ªs: matar a una o varias personas y despu¨¦s quitarse la vida. Avisaron a la polic¨ªa, ¨¦l dijo que todo era una broma y lo pusieron bajo observaci¨®n psiqui¨¢trica.
Dos semanas despu¨¦s, se gradu¨® y desapareci¨® del radar de la polic¨ªa, que, seg¨²n la ley estatal, debi¨® hacer constar esos hechos en sus antecedentes, lo que le habr¨ªa impedido comprar un arma. El instituto Susquehanna Valley, en el que el chico estudiaba, luc¨ªa este jueves dos pancartas hechas por los alumnos que dicen: ¡°Todos con B¨²falo¡±.
Nadie detect¨® la alarma
Lo que pas¨® entre aquella se?al de alarma y la tragedia en el Tops Market es la historia de un descenso a los infiernos que padres, profesores y autoridades no supieron ver. Ahora, todas las piezas encajan gracias a la escalofriante bit¨¢cora de ese viaje: un manifiesto de 180 p¨¢ginas que Gendron fue publicando de manera privada, primero en una red social llamada Discord y luego en 4chan. El texto, prolijo en teor¨ªas racistas y en disquisiciones sobre los pros y contras de distintos modelos de armas, detalla que en enero de este a?o Gendron se hizo con un verdadero arsenal en una armer¨ªa situada a 20 kil¨®metros de su casa, en una localidad llamada Endicott. Su due?o ha declarado esta semana que no recordaba al muchacho, al que le vendi¨® material de uso militar ¡°porque era mayor de edad¡± y porque nada le hizo sospechar que fuera a emplearlo con fines violentos. Los registros de la tienda s¨ª guardan memoria de la transacci¨®n.
El manifiesto de Gendron es, en el fondo y en la forma, un remedo del que escribi¨® otro supremacista blanco, el australiano Brenton Tarrant, de 28 a?os, que asesin¨® en 2019 a 51 musulmanes en dos mezquitas de Christchurch, Nueva Zelanda, un viernes a la hora del rezo. Tarrant, que fue condenado a cadena perpetua, retransmiti¨® en internet 17 minutos de extrema violencia. El ¨¦mulo de B¨²falo hizo lo propio el s¨¢bado a trav¨¦s a trav¨¦s de Twitch, plataforma de v¨ªdeos en directo propiedad de Amazon, popular entre los amantes de los videojuegos. Cuando esta alcanz¨® a retirar el metraje, ya era demasiado tarde, y circulaba libremente por internet.
El tirador escogi¨® el Tops de la calle Jefferson, precisamente porque era un lugar de encuentro laico para una congregaci¨®n de fieles al supermercado, sobre todo gente mayor. Entre el material que ahora conocemos, hay planos dibujados a mano de la tienda, que hab¨ªa visitado en marzo y el viernes pasado a las 16.00, d¨ªa y hora que consideraba ¨®ptimas para el ¨¦xito de sus planes. No est¨¢ claro por qu¨¦ no llev¨® a cabo entonces el ataque. Los investigadores han concluido que esa noche durmi¨® dentro de su coche, en un aparcamiento de la cercana localidad de Cheektowaga.
¡°Parec¨ªa que deseaba que lo dispararan¡±
Tampoco se sabe por qu¨¦ desech¨® otros objetivos, como una barber¨ªa en B¨²falo, un Walmart en Rochester o un centro comercial en Syracuse. Lo que s¨ª parece probado es que ten¨ªa pensado continuar matando una vez hubiera terminado en el supermercado, de donde sali¨® a los pocos minutos de irrumpir a tiros para quedarse inm¨®vil ante la polic¨ªa. Una testigo dijo: ¡°Parec¨ªa que deseaba que lo dispararan¡±. Estos d¨ªas, la pregunta ret¨®rica m¨¢s escuchada en el este de B¨²falo es: ¡°?Qu¨¦ habr¨ªa pasado en ese momento si el tirador hubiera sido un hombre negro?¡±.
El mismo s¨¢bado pas¨® a disposici¨®n judicial, y los agentes registraron la casa familiar en Conklin. De momento, est¨¢ acusado de asesinato en primer grado, y el jueves volvi¨® a comparecer en el tribunal. Lo hizo esposado, vestido de naranja, el color de los presos en Estados Unidos, y tapado por una mascarilla. En la sala hab¨ªa varios familiares de las v¨ªctimas. Uno de ellos le grit¨®: ¡°?Payton, eres un cobarde!¡±. ?l no habl¨®. El juez confirm¨® que la instrucci¨®n e investigaci¨®n del caso correr¨¢ a cargo de un gran jurado popular y cit¨® al acusado de nuevo para el 9 de junio.
Los agentes han dado ya por concluida la investigaci¨®n en el lugar del crimen, as¨ª que el supermercado podr¨¢ abrir de nuevo pronto, lo que supondr¨¢ un alivio para sus vecinos, que han estado abasteci¨¦ndose de productos frescos en unos improvisados puestos colocados por organizaciones caritativas en la parte trasera del Tops.
Las investigaciones se centran ahora en ese momento, media hora antes de empezar a matar, en el que Gendron mand¨® una invitaci¨®n a su chat privado en Discord encabezada con el texto ¡°Est¨¢ pasando; no es un simulacro¡±. La aceptaron 15 personas, que pudieron acceder a los planes que hab¨ªa estado urdiendo durante meses y tambi¨¦n a la retransmisi¨®n en directo de la c¨¢mara que se hab¨ªa colocado en el casco. Uno de los atractivos de esa red social es el anonimato que promete a sus usuarios. La polic¨ªa trata ahora de esclarecer hasta qu¨¦ punto quienes aceptaron la invitaci¨®n son c¨®mplices de la matanza.
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