La excepci¨®n californiana: c¨®mo el Estado m¨¢s poblado de EE UU logr¨® reducir la violencia con armas

El 26 de mayo de 2021, un empleado de 57 a?os de la red de transporte de la ciudad de San Jos¨¦ entr¨® a un patio de trenes y mat¨® a nueve compa?eros. Despu¨¦s se suicid¨®. Aquella matanza fue un duro golpe de realidad para California, el Estado con la regulaci¨®n de armas m¨¢s estricta de Estados Unidos. Despu¨¦s de tragedias como la de B¨²falo o la escuela primaria de Uvalde, en Texas, el pa¨ªs mira al oeste para tener un referente en el control de armas. Las leyes que han sido aprobadas en este territorio desde 1989 han dado resultados, dicen las autoridades locales. Esto a pesar de que California no pueda sacudirse del todo uno de los grandes males de la naci¨®n: el Estado sufre un tiroteo masivo ¡ªcualquier incidente armado con al menos cuatro heridos o muertos¡ª cada ocho d¨ªas.

Samuel James Cassidy, el autor de la matanza de San Jos¨¦, perpetr¨® el tiroteo en 10 minutos con tres pistolas semiautom¨¢ticas obtenidas legalmente y cargadores de gran capacidad, accesorios prohibidos en California. A diferencia de la mayor¨ªa de las matanzas masivas recientes, en esta no se utiliz¨® el rifle AR 15, una popular arma entre los aficionados que provoca un enorme da?o.

Los rifles de asalto llevan 23 a?os prohibidos en la regi¨®n. Las autoridades estatales cambiaron las normas despu¨¦s de que un hombre asesinara en julio de 1993, en solo 15 minutos, a ocho personas e hiriera a otras seis en un bloque de oficinas ubicado en el n¨²mero 101 de la calle California, en San Francisco. Este tiroteo m¨²ltiple fue un parteaguas que provoc¨® la m¨¢s ambiciosa regulaci¨®n en el Estado. Seis a?os m¨¢s tarde, en julio de 1999, el gobernador Gray Davis, un veterano de la guerra de Vietnam, promulg¨® la ley m¨¢s dura en todo el pa¨ªs contra los rifles de asalto. ¡°Amigos, las armas matan gente. Y los rifles de asalto son un asalto a nuestros valores comunes. Hoy California responde¡±, dijo el mandatario el d¨ªa de la entrada en vigor de la norma, apenas unos meses despu¨¦s de la pesadilla de Columbine.

California, con casi 40 millones de habitantes, es el Estado de la Uni¨®n con la regulaci¨®n de armas m¨¢s estricta, seg¨²n la calificaci¨®n otorgada por Giffords, un reputado centro partidario de la regulaci¨®n de las armas que toma su nombre de Gabrielle Giffords, una congresista de Arizona que sobrevivi¨® un atentado hace 11 a?os. En California, nadie menor de 21 a?os puede hacerse con un arma, no se permite estar armado en p¨²blico (a diferencia de Texas) y para poseer un arma se requiere una licencia expedida por la polic¨ªa local, algo extremadamente dif¨ªcil en algunos grandes n¨²cleos urbanos. El dise?o legal tambi¨¦n permite a jueces ordenar la incautaci¨®n de las armas de las personas que representan una amenaza para sus familiares o la sociedad.

Episodios como los que se vivieron en Uvalde, B¨²falo o Laguna Woods representan el 3% de los homicidios en el Estado m¨¢s poblado de Estados Unidos. Los californianos tienen 25% menos probabilidades de morir en un tiroteo masivo que los habitantes de Wyoming, Carolina del Sur, Misisipi o Missouri. De acuerdo con el Instituto de Pol¨ªticas P¨²blicas de California, la regi¨®n tiene una tasa de homicidios en este tipo de incidentes de 1,4 personas por cada mill¨®n de habitantes, un 37% menos que la media nacional. En resumen, es el s¨¦ptimo Estado con menos v¨ªctimas de violencia armada en todo el pa¨ªs, a pesar de ser el m¨¢s poblado de la naci¨®n.

Una tendencia preocupante que se?ala el instituto es que los ataques racistas han ido al alza desde 2015. Uno de cada cinco tiroteos est¨¢n motivados por el odio a alguna minor¨ªa. El m¨¢s reciente en California fue en una iglesia taiwanesa de Orange County, donde un ciudadano chino intent¨® llevar a cabo un sacrificio de numerosos feligreses, un horror que fue impedido por un m¨¦dico que hab¨ªa acompa?ado a su madre a misa. Esto corrobora el perfil de la mayor¨ªa de agresores, solo 10 mujeres han sido las perpetradoras en m¨¢s de 400 incidentes que datan desde enero de 2013.

El presidente Joe Biden implor¨® el jueves al Senado para que act¨²e y contrarreste la epidemia de violencia armada que azota a Estados Unidos. El mandatario, en un mensaje a la naci¨®n en horario de m¨¢xima audiencia, pidi¨® a los legisladores de ambos partidos aprobar una serie de normas a nivel federal, entre ellas la prohibici¨®n de rifles de asalto y de cargadores de gran capacidad. ¡°Despu¨¦s de Columbine, Orlando, Las Vegas, Parkland, no se ha hecho nada¡±, dijo Biden desde la Casa Blanca, quien como senador vot¨® en contra de la prohibici¨®n de armas de asalto que estuvo en vigor en Estados Unidos entre 1994 y 2004. Tambi¨¦n propuso elevar a los 21 a?os la edad para hacerse con rifles de alto poder, lo que habr¨ªa evitado que Salvador Ramos, el asesino de Uvalde, comprara dos AR 15 y m¨¢s de 300 balas en solo tres d¨ªas y reci¨¦n cumplidos los 18 a?os. Los familiares de las v¨ªctimas en Nueva York y Texas trasladaron un solo mensaje al mandatario: Haga algo..

Antes de la polarizaci¨®n que se vive hoy en Washington, una matanza era motivo suficiente para que los pol¨ªticos mostraran intenci¨®n de cambio. De hecho, la primera legislaci¨®n de control de armas que se adopt¨® en California tuvo lugar en 1989, cuando un tiroteo con fusiles AK-47 dej¨® cinco ni?os de origen asi¨¢tico muertos en el patio de un colegio de la ciudad de Stockton. Esta matanza de tintes racistas provoc¨® que los pol¨ªticos se movilizaran. En aquel entonces, fue un pol¨ªtico republicano quien present¨® una norma con el visto bueno de la Asociaci¨®n Nacional del Rifle que hac¨ªa m¨¢s dif¨ªcil el acceso a armas para las personas con antecedentes penales y problemas mentales. A esta ley le sigui¨® la prohibici¨®n de decenas de modelos espec¨ªficos de armas.

Pero el control de armas de California vive un momento turbulento por culpa de la guerra cultural entre la izquierda y la derecha. Los grupos de presi¨®n conservadores han emprendido una cruzada que pretende derribar estas medidas argumentando que son inconstitucionales, pues van en contra de la Segunda Enmienda. Esto ha provocado una batalla en los tribunales que ha permitido que las leyes sigan vigentes gracias a las decisiones del circuito federal de apelaciones. La mayor¨ªa conservadora en el Tribunal Supremo, no obstante, tambi¨¦n estudia una serie de fallos que podr¨ªan borrar los avances conquistados por California a lo largo de varias d¨¦cadas. ¡°No vamos a rendirnos y aceptar el estado de las cosas¡±, dijo el mi¨¦rcoles Gavin Newsom, el gobernador de California, quien promete para finales de junio la promulgaci¨®n de una ley que permitir¨¢ demandar por da?os a las empresas fabricantes de armas.

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