Espa?a se suma a una ofensiva que exige un impulso a los acuerdos de libre comercio de la UE

La ¨¦poca de los grandes acuerdos comerciales de la Uni¨®n Europea con otras ¨¢reas econ¨®micas y pa¨ªses es pasado. Preocupados por esto, 15 Estados miembros de la UE, entre ellos Espa?a, Alemania e Italia, han redactado una carta dirigida al vicepresidente y comisario de Comercio de la Comisi¨®n Europea, Valdis Dombrovskis, en la que presionan para acelerar las negociaciones que hay en marcha y para que entren en vigor los acuerdos comerciales que est¨¢n en un limbo pese a que ya hay pacto, como ocurre con los pa¨ªses de Mercosur y con M¨¦xico. ¡°La UE necesita urgentemente continuar impulsando una pol¨ªtica comercial abierta y justa¡±, exigen.

Los 15 firmantes destacan que mientras el 80% del comercio de Jap¨®n se concreta a trav¨¦s de los acuerdos de libre comercio que tiene suscritos con otros pa¨ªses o ¨¢reas comerciales, la Uni¨®n Europea apenas exporta un tercio por esta v¨ªa. ¡°Con el 85% del crecimiento mundial previsto para el futuro fuera de la UE¡±, consideran crucial impulsar acuerdos de comercio con el exterior. ¡°Necesitamos algo m¨¢s¡±, reclaman. A?aden, adem¨¢s, otros datos en defensa de su demanda: en la actualidad uno de cada siete empleos en Europa depende del sector exportador, ¡°dos tercios m¨¢s que en 2000, pero no es tiempo de complacencia¡±.

La firma de tratados comerciales es una competencia exclusivamente comunitaria en la que un pa¨ªs no puede ir por su cuenta y llegar a acuerdos con terceros Estados, puesto que se convertir¨ªa en una puerta de entrada al mercado ¨²nico europeo con diferentes condiciones a los del resto. Este fue el motivo, por ejemplo, de que Bruselas no dudara en respaldar la posici¨®n espa?ola en el reciente conflicto con Argelia, advirtiendo al pa¨ªs norteafricano que su decisi¨®n de congelar transacciones financieras con Espa?a violaba el acuerdo con los Veintisiete.

Entre los firmantes de la petici¨®n est¨¢n, adem¨¢s de Espa?a, Alemania, Italia, Pa¨ªses Bajos, Portugal, los tres pa¨ªses b¨¢lticos, Finlandia, Suecia, Dinamarca, Rep¨²blica Checa, Croacia, Eslovenia y Malta. No estampa su firma Francia, el pa¨ªs que preside este semestre el Consejo de la UE, pero tambi¨¦n uno de los m¨¢s reticentes a la hora de suscribir estos tratados y al que en Bruselas no se duda en se?alar como el que est¨¢ poniendo m¨¢s pegas a la entrada en vigor, aunque sea de forma provisional, de los pactos ya suscritos con Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) o la actualizaci¨®n de los alcanzados con M¨¦xico y Chile.

¡°Deber¨ªamos acelerar la negociaci¨®n de los acuerdos comerciales con socios como Nueva Zelanda, Australia, India e Indonesia y tratar de adoptar e implementar los pactos ya negociados con Chile, M¨¦xico y Mercosur, con compromisos robustos de sostenibilidad, reflejando las circunstancias espec¨ªficas de nuestros socios¡±, se?alan los firmantes. Las ¨²ltimas palabras son una clara referencia a los problemas que tambi¨¦n se plantean en el Parlamento Europeo, con especial referencia a caso de Brasil y los compromisos contra la deforestaci¨®n.

Esta quincena de pa¨ªses contrapone la situaci¨®n europea a lo que est¨¢ sucediendo en Asia: ¡°Este a?o entra en vigor el RCEP [un acuerdo de asociaci¨®n econ¨®mica] entre los pa¨ªses de ASEAN [Filipinas, Brunei, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia y Vietnam], Jap¨®n, China, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda. Es el mayor acuerdo comercial del mundo. Deber¨ªa ser una llamada de atenci¨®n para Europa¡±.

Tras el Brexit y el impulso proteccionista que recorri¨® el mundo con la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos entre 2017 y 2021, el empuje globalizador y del libre comercio perdi¨® fuelle en Europa. Las negociaciones para el tratado de libre comercio (TTIP) con el gran socio americano, que tambi¨¦n hab¨ªa levantado un gran rechazo social en Europa, se rompieron entonces y ahora, con Joe Biden en la Casa Blanca ¡ªque no ha supuesto un cambio radical en las relaciones comerciales¡ª, ambas partes han creado el llamado Consejo Tecnol¨®gico y Comercial que, al menos en esta ¨²ltima parte, tiene menos ambici¨®n que el fracasado TTIP.

Defienden los firmantes que con los acuerdos de libre comercio se contribuye ¡°a la consecuci¨®n de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los objetivos del Acuerdo de Par¨ªs¡±. ¡°A trav¨¦s de los acuerdos de libre comercio, creamos socios en estos tiempos dif¨ªciles. Mediante el di¨¢logo y la cooperaci¨®n, ganamos influencia en temas vitales. Esto es necesario por razones geoestrat¨¦gicas y de desarrollo sostenible, para la agenda clim¨¢tica y para promover y proteger los derechos laborales y el trabajo decente para hombres y mujeres. Del mismo modo, los acuerdos de protecci¨®n de las inversiones deben contribuir a los objetivos de la pol¨ªtica clim¨¢tica¡±, apuntan.

En los ¨²ltimos meses, la Comisi¨®n Europea ha propuesto varias normas que buscan reciprocidad en las relaciones comerciales, teniendo en cuenta que las exigencias medioambientales, de transparencia y de derechos sociales son las m¨¢s altas del mundo. Uno de estos ejemplos es el llamado mecanismo de ajuste de carbono en frontera, que consiste en la imposici¨®n de una tasa a las importaciones de productos que hayan sido fabricados con menos exigencias medioambientales de las que exige la UE en su suelo para procesos industriales similares. La medida, aunque no lo dice abiertamente, busca reequilibrar las relaciones comerciales con China, igual que la norma aprobada recientemente que exige reciprocidad en los concursos p¨²blicos en terceros pa¨ªses.

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