La protesta social pierde m¨²sculo en Ecuador desplazada por la propuesta de destituci¨®n contra Lasso
Los manifestantes dejan Quito en camiones mientras la Asamblea Nacional sesiona para destituir al presidente, un procedimiento que no es probable que prospere
Cuando amaneci¨® este s¨¢bado en Quito, solo se ve¨ªan adoquines arrancados de las aceras amontonados frente a las barricadas que la polic¨ªa dej¨® alrededor del edificio de la Contralor¨ªa General la noche anterior. No hab¨ªa manifestantes del movimiento ind¨ªgena de Ecuador como los 12 d¨ªas anteriores, que a ratos marchaban pac¨ªficamente y a ratos tambi¨¦n se enfrentaban o aguantaban la fuerza policial como parte de una gran protesta nacional contra las dificultades econ¨®micas de la poblaci¨®n. Los servicios de limpieza recog¨ªan palos y piedras e incluso los autobuses volvieron a pasar por la zona c¨¦ntrica de la capital ecuatoriana. Hasta que lleg¨® la tarde. La Asamblea Nacional hab¨ªa citado a los suyos para dar paso a la destituci¨®n del presidente Guillermo Lasso y sus alrededores volvieron a coparse de ciudadanos molestos con el Gobierno.
El bloque de oposici¨®n de UNES, af¨ªn al exmandatario Rafael Correa, hab¨ªa activado una moci¨®n de censura el viernes, con sus 46 votos, que fue convocada para la votaci¨®n un d¨ªa despu¨¦s. La sola idea enardeci¨® las protestas que tuvieron su d¨ªa m¨¢s violento ese mismo viernes, cuando el Gobierno advirti¨® a los manifestantes que desplegar¨ªa la fuerza del Estado para defender la democracia. Justific¨® la decisi¨®n de aumentar la presi¨®n sobre los manifestantes al decir que hab¨ªa salido a la luz la verdadera raz¨®n del estallido que ha paralizado al pa¨ªs durante casi dos semanas: provocar la ca¨ªda del Jefe de Estado y no, como hab¨ªan reivindicado los dirigentes ind¨ªgenas, mejorar las condiciones econ¨®micas de las comunidades rurales m¨¢s pobres.
Esa tensi¨®n en las calles se desvaneci¨® antes de la medianoche, tras una jornada de represi¨®n policial en la que las organizaciones ind¨ªgenas denunciaron que hab¨ªan salido afectados hasta los ni?os presentes. Mientras el l¨ªder de las manifestaciones y presidente de la Confederaci¨®n de Nacionalidades Ind¨ªgenas, Leonidas Iza, aseguraba en un pronunciamiento en v¨ªdeo que las protestas iban a continuar durante el fin de semana y defend¨ªa la propuesta para sacar a Lasso del Palacio de Carondelet, los comuneros se alejaron de Quito en camiones con todas sus cosas.
Este s¨¢bado, el d¨ªa de la votaci¨®n en el Congreso contra el presidente, explic¨® ante una asamblea de manifestantes mucho menos concurrida que los d¨ªas anteriores, que el s¨¢bado ser¨ªa d¨ªa de ¡°descanso¡± para la protesta. Los que se hab¨ªan ido a sus comunidades en las zonas rurales aleda?as a Quito ser¨ªan reemplazados por otros. A media tarde, para cuando comenz¨® la sesi¨®n de destituci¨®n en la Asamblea, la concentraci¨®n de gente en los alrededores volv¨ªa a subir el tono pero sin llegar a la agresividad vista durante la semana.
Lasso levanta el estado de excepci¨®n
La convocatoria legislativa se hizo de forma virtual y el presidente deleg¨® su defensa en su Secretario Jur¨ªdico, para no tener que aparecer personalmente. Antes de que desfilara una decena de intervinientes, terceros con criterios u opiniones que aportar sobre el paro nacional, Fabi¨¢n Pozo quiso desmontar la arremetida contra el mandatario desacreditando las formas y derogando el estado de excepci¨®n decretado el lunes en seis provincias de la zona andina de Ecuador. Present¨® ante la pantalla el documento que desactiva la movilizaci¨®n de militares en las zonas conflictivas y asegur¨® que el bloque de oposici¨®n corre¨ªsta no hab¨ªa ni siquiera justificado las razones por las que Lasso deb¨ªa ser removido del cargo.
¡°Es un acto de absoluta irresponsabilidad con el pa¨ªs¡±, introdujo Pozo su alegato de descargo ante el Pleno virtual. ¡°La destituci¨®n no cumple ni con informar a la ciudadan¨ªa sobre las razones y los asamble¨ªstas se han limitado a mostrar su inconformidad con lo que pasa en el pa¨ªs¡±. Neg¨®, incluso, que los interpelantes hayan presentado alguna prueba del incumplimiento de promesas de campa?a en el a?o de Gobierno que lleva el pol¨ªtico conservador.
La sesi¨®n sobre la destituci¨®n de Lasso se dilat¨® hasta la madrugada, antes de entrar en un receso hasta la tarde de este domingo, cuando se retomar¨¢n las intervenciones. Pero, desde su nacimiento, la iniciativa hab¨ªa sido rechazada por los otros dos bloques de oposici¨®n al oficialismo. Ni el Partido Social Cristiano ni Izquierda Democr¨¢tica se quisieron involucrar en una maniobra que, seg¨²n sus explicaciones, generaba m¨¢s inestabilidad al pa¨ªs. Las 46 voces de UNES necesitan llegar a los 92 votos de apoyo en una Asamblea con 137 esca?os. Cuentan con la ambig¨¹edad de los legisladores de Pachakutik, el brazo pol¨ªtico de las organizaciones ind¨ªgenas, que no se pronunci¨® sobre su voto pero que insisti¨® en que el Gobierno debe comprometerse a cumplir las reivindicaciones sociales de la protesta.
El pre¨¢mbulo a la reuni¨®n clave del Pleno fue un encuentro a puerta cerrada entre Iza, la voz de los manifestantes, junto a otros dirigentes ind¨ªgenas ante varios ministros de la Administraci¨®n de Lasso. El de Gobierno, el de Relaciones Exteriores y el Secretario de la Administraci¨®n -que ejerce como hombre de m¨¢xima confianza del presidente- se sentaron por primera vez a negociar. No se lleg¨® a ning¨²n punto de acuerdo, seg¨²n inform¨® despu¨¦s el presidente de la Asamblea, Virgilio Saquicela, salvo el de que ha llegado el momento de resolver el conflicto social en una mesa de di¨¢logo.
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