Espa?a y Alemania repliegan sus tropas de Mal¨ª mientras la OTAN alerta de los riesgos en el Sahel
La misi¨®n militar europea pierde a sus principales contribuyentes tras la retirada francesa
El Sahel es una zona ¡°de inter¨¦s estrat¨¦gico¡± para la OTAN y el terrorismo, la ¡°amenaza asim¨¦trica m¨¢s directa¡± para sus ciudadanos, seg¨²n el Concepto Estrat¨¦gico aprobado en la cumbre de Madrid. Sin embargo, la situaci¨®n en el flanco sur no deja de deteriorarse sin que los mandatarios aliados se sientan emplazados a tomar medidas para atajarla. Mientras los pa¨ªses occidentales refuerzan su despliegue militar en el vecindario de Rusia, buscando disuadir a Mosc¨² de continuar su aventura expansionista, la misi¨®n militar europea en Mal¨ª, coraz¨®n de la regi¨®n convertida en epicentro mundial del yihadismo, se disuelve aceleradamente.
A principios de este mes lleg¨® al pa¨ªs subsahariano el nuevo relevo del contingente espa?ol de la EUTM Mal¨ª, la misi¨®n europea de entrenamiento del Ej¨¦rcito maliense, pero ya no estaba formado por casi 600 militares, como hasta ahora, sino por unos 400. Una dr¨¢stica reducci¨®n de un tercio. En los pr¨®ximos meses, el Ministerio de Defensa planea dejarlo en la mitad, unos 200 efectivos, con un papel meramente testimonial. Alemania, que ten¨ªa otros 600 militares en la misi¨®n europea, los ha dejado en la mitad: 300. Pero ha anunciado que ya no estar¨¢n destacados en Mal¨ª, sino en el vecino N¨ªger, donde los militares alemanes tienen desde 2017 la Operaci¨®n Gezelle, en proceso de fusi¨®n con la EUTM.
Sin alemanes y casi sin espa?oles, sus dos mayores contribuyentes, la misi¨®n europea no puede sobrevivir, al menos en Mal¨ª, aunque corresponda al alto representante de la UE, Josep Borrell, hacer una propuesta sobre su futuro. En realidad, hace meses que los militares europeos no cumplen la funci¨®n por la que est¨¢n all¨ª: instruir a los soldados malienses para que combatan el terrorismo. No tienen garant¨ªas de que los militares que entrenan no acaben combatiendo del brazo de sus colegas rusos, que no respetan las m¨¢s elementales normas del derecho internacional humanitario y han sido acusados de realizar ejecuciones sumarias de civiles.
Los primeros en marcharse fueron los franceses: los 5.500 soldados de la Operaci¨®n Barkhane y de la task force Takuba est¨¢n a punto de completar su repliegue de Mal¨ª, despu¨¦s de que la junta militar golpista asentada en Bamako incumpliera su promesa de convocar elecciones democr¨¢ticas en el pa¨ªs. La marcha de las tropas francesas ha privado del colch¨®n de protecci¨®n que ten¨ªa EUTM Mal¨ª, pero que tambi¨¦n beneficiaba a la misi¨®n de la ONU Minusma, con 15.000 cascos azules. De momento, Alemania ha tenido que aumentar su presencia en la fuerza de la ONU para compensar la p¨¦rdida de los apoyos que le prestaba Francia, pero el Gobierno alem¨¢n baraja tambi¨¦n retirarse tras el verano de la Minusma, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas.
Medios aliados estiman que en Mal¨ª hay unos 2.000 rusos ¡ªentre militares y mercenarios de la compa?¨ªa de seguridad Wagner, pr¨®xima al Kremlin¡ª, aunque el ritmo de desembarco de uniformados parece haberse frenado en los ¨²ltimos meses por la necesidad de Mosc¨² de concentrar fuerzas en Ucrania; lo que demuestra, seg¨²n las mismas fuentes, que el flanco este y el sur funcionan como vasos comunicantes.
La OTAN ya lo tiene teorizado. El Concepto Estrat¨¦gico de Madrid menciona la ¡°interferencia desestabilizadora y coercitiva¡± que ejercen en ?frica sus ¡°competidores estrat¨¦gicos¡±, en alusi¨®n a Mosc¨² y Pek¨ªn. Pero no ha sacado las consecuencias sobre el terreno. China tiene una base militar en Yibuti y Rusia ha negociado la construcci¨®n de otra en Sud¨¢n. A este lado del continente africano, Rusia tiene uniformados en la Rep¨²blica Centroafricana y Mal¨ª, mientras corteja a la Junta Militar de Burkina Faso. Y China busca instalar su segunda base africana en la antigua colonia espa?ola de Guinea Ecuatorial, seg¨²n fuentes de la inteligencia militar aliada.
Frente a estos avances, la cooperaci¨®n con el vecindario sur de la cumbre de la OTAN en Madrid arroja pobres resultados. Se ha aprobado un primer paquete de apoyo militar a Mauritania (formado por capacidades para operaciones especiales, seguridad mar¨ªtima e inteligencia, con las que hacer frente a la inmigraci¨®n irregular y el terrorismo) y una ampliaci¨®n de la cooperaci¨®n ya en marcha con T¨²nez. Solo dos ministros de Exteriores de la vecindad sur han acudido a la capital espa?ola, los de Jordania y Mauritania.
Fuentes diplom¨¢ticas espa?olas argumentan que la atenci¨®n de la OTAN por el flanco sur es reciente, aunque no tanto: el Di¨¢logo Mediterr¨¢neo se puso en marcha hace 28 a?os, en 1994; pero la situaci¨®n desde entonces ha empeorado y hoy no ser¨ªa posible reunir a todos sus miembros (Israel, Egipto, Marruecos, Argelia, Jordania, Mauritania y T¨²nez). El deterioro de la seguridad en el flanco sur es m¨¢s lento y silencioso, pero no menos letal que en el Este. En una d¨¦cada, la guerra de Mal¨ª ha dejado ya m¨¢s de 25.000 muertos y cuatro millones de desplazados.
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