Rusia aumenta la presi¨®n para someter a la poblaci¨®n en los territorios ocupados de Ucrania
Las tropas de Mosc¨² en los municipios bajo su control imponen el uso del rublo, de teleoperadoras rusas, la expedici¨®n de pasaportes o la introducci¨®n de un nuevo sistema de educaci¨®n
Hay dos tipos de ocupaci¨®n rusa en Ucrania, y las dos se basan en el miedo. La primera es la que afronta la poblaci¨®n en la l¨ªnea del frente, donde la amenaza f¨ªsica est¨¢ a la orden del d¨ªa; la otra se produce en la retaguardia, en los municipios bajo dominio ruso, donde se pone en marcha un proceso de asimilaci¨®n que convierta a los ucranios en futuros ciudadanos rusos. As¨ª lo relatan testimonios de algunas zonas que han vuelto a ser liberadas por el ej¨¦rcito de Kiev.
J¨¢rkov, la segunda mayor ciudad del pa¨ªs, es donde las Fuerzas Armadas ucranias han recuperado m¨¢s terreno, un radio de 33 kil¨®metros hacia el norte, hacia la frontera rusa, pese a los constantes intercambios de artiller¨ªa que impiden recuperar la normalidad. En Jers¨®n, al sur, tambi¨¦n se ha forzado la retirada de las tropas invasoras en un terreno de 24 kil¨®metros de longitud desde Mikolaiv hacia la capital provincial. Tambi¨¦n aqu¨ª, como en J¨¢rkov, la destrucci¨®n y el estruendo de los misiles es la banda sonora d¨ªa y noche. Ucrania tiene prisa por reconquistar territorio perdido porque, cuanto m¨¢s tiempo pasa, m¨¢s se consolida la posici¨®n defensiva del enemigo. Y con ella, la capacidad de Mosc¨² de cambiar la estructura social y pol¨ªtica.
Yuri, militar retirado que prefiere no dar su nombre completo, coordina desde J¨¢rkov una red de voluntarios que ayudan clandestinamente a ciudadanos de pueblos ocupados a huir hacia el territorio en manos de Ucrania. A los vecinos de las zonas bajo su control, las autoridades rusas solo les permiten el desplazamiento a Rusia. A las familias que pierden sus casas se les insta a trasladarse a provincias cercanas del pa¨ªs vecino, seg¨²n este exmilitar. En las ¨²ltimas semanas, dice, se han intensificado los registros casa por casa, por el temor a que la proximidad de las Fuerzas Armadas ucranias active a las milicias en la retaguardia. Las viviendas seguras son marcadas por las tropas rusas con se?ales y las que est¨¢n vac¨ªas pueden ser confiscadas, seg¨²n el testimonio de Yuri.
Las cintas blancas de pl¨¢stico alrededor del brazo son la identificaci¨®n de los militares rusos en la invasi¨®n y es la identificaci¨®n que estaban obligados a llevar los habitantes de Mala Rohan (provincia de J¨¢rkov) durante los dos meses que las tropas de Vlad¨ªmir Putin estuvieron all¨ª estacionadas, hasta finales de abril. El cuartel del regimiento fue establecido en la escuela del pueblo, y fue all¨ª donde varias mujeres fueron violadas, seg¨²n asegura Alona Klushko. Tiene 33 a?os y se qued¨® en su casa junto a su marido, hijo y madre. La ¨²nica orden que recibieron, explica mientras espera ahora con otros vecinos el reparto de ayuda humanitaria en el Ayuntamiento, era no salir de la vivienda porque, de lo contrario, pod¨ªan ser abatidos. La liberaci¨®n de la localidad tras la ocupaci¨®n rusa tambi¨¦n ha revelado las ansias de revancha del otro bando: seg¨²n un informe de la Organizaci¨®n para la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa (OSCE) del 14 de julio sobre cr¨ªmenes de guerra en Ucrania, tres soldados rusos capturados recibieron tiros en las rodillas por parte de componentes del batall¨®n paramilitar ucranio Slobozhanschina.
En la localidad no hab¨ªa agua, ni gas, ni electricidad. Las tropas invasoras interrumpieron los suministros. El corte de estos servicios b¨¢sicos se produjo en varias aldeas de la zona de J¨¢rkov visitadas por este peri¨®dico tras la retirada rusa. Staryi Saltiv fue liberada el 30 de abril, aunque a¨²n no se puede acceder a la poblaci¨®n porque los bombardeos son intensos. Mija¨ªl y Elena Boinov dejaron el pueblo, a la orilla del r¨ªo Donets, a principios de junio: su casa ya no existe. Mija¨ªl es electricista de profesi¨®n y sabe bien c¨®mo cortaron los ocupantes el suministro el¨¦ctrico: destruyeron la subestaci¨®n de la zona. Seg¨²n cuenta en J¨¢rkov, donde vive ahora, los rusos tambi¨¦n derribaron las antenas de telefon¨ªa m¨®vil. De repente, los repetidores al otro lado del Donets, zona s¨®lidamente controlada por Rusia, empezaron a ofrecer se?al de teleoperadoras rusas.
El exmilitar Yuri corrobora que el objetivo ruso es evitar la comunicaci¨®n entre las zonas ocupadas y las de la Ucrania libre. En Donb¨¢s (en las provincias de Donetsk y Lugansk) y al sur, en la ciudad de Jers¨®n, el invasor ha cerrado el acceso a redes sociales como YouTube, Facebook o Instagram. Algunas personas, como los Boinov, se arriesgan a desplazarse hacia los l¨ªmites de sus municipios, donde pueden conseguir algo de cobertura ucrania. El riesgo es ser detenido.
Zoya Mekotina, vecina de la aldea de Vilkhivka (tambi¨¦n cerca de J¨¢rkov), afirma que mantiene contacto telef¨®nico con un hombre que fue trasladado a un centro de acogida en la provincia de Kursk, en Rusia. Este hombre fue descubierto intentando abandonar Vilkhivka en direcci¨®n a J¨¢rkov. Fue arrestado y trasladado a Rusia contra su voluntad, seg¨²n narra Mekotina frente a la verja y la fachada de su casa, tiroteadas. La mujer, de 75 a?os, vivi¨® dos meses y medio en un s¨®tano y en su calle quedan pocas viviendas intactas.
La BBC inform¨® esta semana de que Naciones Unidas ha contabilizado por lo menos 271 casos de ucranios detenidos por las fuerzas rusas y en algunos casos, torturados. EL PA?S dio cuenta el pasado junio de las torturas que sufri¨® una hispano-ucrania en una prisi¨®n de Donetsk bajo la custodia del Gobierno prorruso de la provincia. El Ejecutivo de Lugansk firm¨® el pasado 1 de julio un memorando con la Administraci¨®n rusa por el que el sistema penitenciario del pa¨ªs invasor sea aplicado en ese territorio.
Rusia tambi¨¦n ha empezado a incorporar los territorios ucranios bajo su yugo a su sistema econ¨®mico. Las exportaciones de cereales ya han empezado y el Ministerio de Defensa ruso ha anunciado que desde Zaporiyia pretende que salgan 150.000 toneladas hacia Arabia Saud¨ª, Irak e Ir¨¢n. Mientras, Kiev denuncia el robo del grano cosechado en su territorio y presiones a los agricultores de ¨¢reas ocupadas. El Gobierno ruso inform¨® el pasado 30 de junio que 7.000 toneladas de grano hab¨ªan sido transportadas al exterior desde Berdiansk, en la costa del mar de Azov, aunque Turqu¨ªa impidi¨® la descarga del cereal en el puerto de Karasu ante las denuncias ucranias.
La administraci¨®n militar rusa ha informado, adem¨¢s, que tiene previsto conectar el pr¨®ximo 1 de septiembre la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Ucrania, a su red el¨¦ctrica. En Melitopol y en Mariupol, en el mar de Azov, se est¨¢ incentivando la llegada de t¨¦cnicos rusos para la reconstrucci¨®n y puesta en marcha de plantas industriales. El cambio m¨¢s significativo, sin embargo, es la progresiva incorporaci¨®n del rublo como moneda de uso corriente.
Denis es un empresario de Kupiansk, en el extremo oriental de la provincia de J¨¢rkov, cerca de los l¨ªmites con Donetsk y Lugansk, en la regi¨®n de Donb¨¢s. Los rusos ocuparon Kupiansk en los primeros compases de la guerra, a finales de febrero, sin resistencia local y con el apoyo del Ayuntamiento. All¨ª, explica Denis (no da su apellido por temor a represalias), solo hay posibilidad de contratar la telefon¨ªa m¨®vil e internet de la empresa rusa Tele2. Todos los productos pueden ser adquiridos en grivnas, la moneda ucrania, o en rublos. Los subsidios que ofrece el Estado ruso solo se pagan en rublos. Otro gran cambio, explica este empresario, es que a partir del pr¨®ximo curso escolar se introducir¨¢ el programa lectivo de Belgorod, la provincia rusa fronteriza. La lengua ucrania se ha suprimido de las se?ales municipales y del sistema escolar. La administraci¨®n local, dice, todav¨ªa trabaja en los dos idiomas, aunque se prioriza el ruso.
Pasaporte a cambio de subsidios
Rusia prepara la imposici¨®n en Jers¨®n del programa lectivo de la anexionada Crimea, aunque los servicios de inteligencia ucranios aseguran que solo el 20% de los centros escolares han aceptado someterse al cambio. En Jers¨®n, como en Zaporiyia, en Donb¨¢s o J¨¢rkov, las autoridades militares trabajan para convencer a la poblaci¨®n de que acepte el pasaporte ruso emitido para estas regiones, o incluso la ciudadan¨ªa rusa. Putin firm¨® el 11 de julio un decreto para facilitar los tr¨¢mites para que los ucranios obtengan la ciudadan¨ªa rusa. El Centro Nacional de Resistencia, un ¨®rgano del Gobierno de Ucrania para incentivar la oposici¨®n a Rusia en las regiones ocupadas, afirma que el pasaporte servir¨¢ para organizar los futuros refer¨¦ndums unilaterales de separaci¨®n de Ucrania.
El matrimonio Boinov estima que un 50% de la poblaci¨®n de Staryi Saltiv es prorrusa y que muchos aceptaron el pasaporte. Solo con ¨¦l se ten¨ªa acceso a ayuda humanitaria de Mosc¨². Denis a?ade otro beneficio que se consigue con el pasaporte ruso: a los jubilados que lo tramiten, se les garantiza una pensi¨®n, eso s¨ª, pagada en rublos.
Elena Boinov corrobora que junto a la solicitud del pasaporte se incluye una base de datos para un futuro refer¨¦ndum de separaci¨®n de la provincia de J¨¢rkov. Ella no lo tramit¨®. ¡°Los primeros soldados rusos con los que hablamos, nos dijeron que nuestro estilo de vida no es el correcto y que nos lo cambiar¨ªan¡±. Mija¨ªl, su marido, concluye que el fin de Rusia es intentar destruir la historia de Ucrania.
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