La UE retoma la ampliaci¨®n de los Balcanes al abrir negociaciones con Albania y Macedonia del Norte

La palabra ¡°hist¨®rico¡± se ha repetido este martes una vez tras otra en Bruselas durante la apertura de negociaciones para la adhesi¨®n a la UE de Albania y Macedonia del Norte, dos pa¨ªses aparcados durante a?os en la antesala del club sin darles siquiera la oportunidad de demostrar o no sus credenciales para el ingreso. Finalmente, los Veintisiete han logrado la unanimidad necesaria para iniciar el proceso despu¨¦s de que Bulgaria zanjase sus ¨²ltimas diferencias con Macedonia del Norte. Bruselas espera que la negociaci¨®n con ambos candidatos d¨¦ un impulso a la ampliaci¨®n en los Balcanes Occidentales, una zona delicada y vulnerable, sobre todo en el contexto de la guerra contra Ucrania.

¡°Sin duda, estamos en una encrucijada de la historia y estamos siendo testigos de cambios en nuestro escenario geoestrat¨¦gico, del que form¨¢is parte¡±, ha se?alado el vicepresidente de la Comisi¨®n Europea y Alto Representante de Pol¨ªtica Exterior de la UE, Josep Borrell, al inicio de las conferencias intergubernamentales que de manera consecutiva han marcado la apertura de negociaciones con Skopje y Tirana. ¡°Solo podemos avanzar juntos, mediante la integraci¨®n de los Balcanes Occidentales en la UE. Sin vuestros pa¨ªses no estaremos completos¡±, ha agregado. Macedonia del Norte fue reconocida como candidata oficial al ingreso en 2005 y Albania, en 2014, pero la apertura de negociaciones (las primeras en ocho a?os) no ha llegado hasta este martes.

Las conferencias intergubernamentales han contado con la presencia del primer ministro macedonio, Dimitar Kovacevski, y del alban¨¦s, Edi Rama. La delegaci¨®n europea ha estado presidida por Jan Lipavsky, ministro de Exteriores de la Rep¨²blica Checa, el pa¨ªs que preside este semestre el Consejo de la UE. Las ruedas de prensa posteriores han sido mucho m¨¢s calmadas que la de la cumbre de la UE con los Balcanes a finales de junio, cuando Kovacevski, Rama y el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, arremetieron contra los socios europeos y, sobre todo, contra Bulgaria, que vetaba la apertura de negociaciones por un conflicto identitario y ling¨¹¨ªstico con Macedonia del Norte.

Mediaci¨®n francesa

El diferendo se ha resuelto gracias a la mediaci¨®n de Francia, que ocupaba la presidencia europea el pasado semestre. Sof¨ªa ha levantado el pie del freno a cambio de que Skopje modifique de nuevo su Constituci¨®n. Esta vez, para incluir a los b¨²lgaros ¨¦tnicos (unos 3.500 en un pa¨ªs de 1,8 millones de habitantes) entre los grupos reconocidos constitutivos del Estado. Tambi¨¦n revisar¨¢ el relato en sus libros de texto de la ocupaci¨®n por Bulgaria (aliada nazi) de la actual Macedonia del Norte durante la II Guerra Mundial.

Uno de los problemas del acuerdo labrado por Par¨ªs es que tiene un punto de patada hacia adelante. Las negociaciones solo comenzar¨¢n cuando se apruebe la enmienda constitucional, lo que requiere el apoyo de dos tercios de los diputados. Una mayor¨ªa con la que no cuenta el Gobierno que lideran los socialdem¨®cratas. Va ganando fuerza adem¨¢s una iniciativa para someter el acuerdo a refer¨¦ndum.

La sensaci¨®n generalizada entre los candidatos balc¨¢nicos a ingresar en la UE es que la ausencia de voluntad pol¨ªtica les condena a avanzar a paso de tortuga. En ocho a?os de negociaciones, Serbia apenas ha cerrado dos de los 35 cap¨ªtulos del acervo comunitario y Montenegro, tres. Pero el caso de Skopje es una particular carrera de obst¨¢culos.

La entonces llamada de forma provisional Antigua Rep¨²blica Yugoslava de Macedonia se postul¨® en 2004 y recibi¨® el estatus de candidato un a?o m¨¢s tarde. Grecia bloque¨® su entrada hasta que los entonces primeros ministros Zoran Zaev y Alexis Tsipras firmaron en 2018 a orillas del fronterizo lago Prespa un acuerdo hist¨®rico que pon¨ªa fin a 27 a?os de conflicto en torno al nombre del pa¨ªs. Zaev se jug¨® el puesto para sacar adelante una reforma constitucional por la que el pa¨ªs pas¨® a llamarse Rep¨²blica de Macedonia del Norte.

Se top¨® entonces con el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, que acab¨® forzando un endurecimiento de los criterios de adhesi¨®n. Una vez resueltas las dudas de Par¨ªs, Skopje se encontr¨® con una nueva valla que saltar: Sof¨ªa esgrim¨ªa el veto por las diferencias sobre las ra¨ªces b¨²lgaras de la naci¨®n y lengua macedonias antes de su creaci¨®n, en 1944, como rep¨²blica dentro de la hoy extinta Yugoslavia socialista de Tito.

No era in¨¦dito que un Estado miembro aprovechase su pertenencia a la UE para abordar desde una posici¨®n de fuerza conflictos bilaterales con un pa¨ªs ¨Dgeneralmente vecino¨D que aspira a la adhesi¨®n. Lo hizo Francia con Espa?a por el tema agr¨ªcola en los ochenta o Eslovenia al frenar en 2009 el primer intento de Croacia de entrar en la UE por el conflicto territorial que a¨²n tienen por la Bah¨ªa de Pir¨¢n. Zagreb se acab¨® convirtiendo en 2013 en el ¨²ltimo pa¨ªs en engrosar la UE, cuando el apetito por las ampliaciones ya empezaba a desaparecer.

Lo novedoso, en este caso, es que se trata de ¡°la primera vez en un proceso de adhesi¨®n que la Uni¨®n Europea apoya unas demandas sobre identidad a un candidato por parte de un Estado miembro (Bulgaria) y las integra en los criterios de adhesi¨®n¡±, defiende por correo electr¨®nico Malinka Jordanova, analista y exdirectora del European Policy Institute de Skopje especializada en el proceso de adhesi¨®n.

¡°La propuesta francesa no es un acuerdo de compromiso, es un chantaje edulcorado¡±, sentencia Jordanova, que lamenta que el pacto haya ¡°aumentando la divisi¨®n y la crisis¡± en el pa¨ªs y ¡°desanimado a los actores m¨¢s proeuropeos¡±, tanto en Macedonia del Norte como en el resto de los Balcanes que no pertenecen a la UE: Serbia, Montenegro, Albania, Bosnia y Kosovo, reconocido como Estado por todos los pa¨ªses de la UE, salvo cinco, entre los que se encuentra Espa?a.

El pistoletazo de salida negociador ha sido recibido de forma distinta en los dos pa¨ªses. Albania ¨Dque hab¨ªa quedado reh¨¦n del veto b¨²lgaro y se planteaba descolgarse e iniciar las negociaciones en solitario¨D respira aliviada, aunque consciente de que el ingreso efectivo est¨¢ a¨²n a muchos a?os vista, si llega. Por el contrario, en Macedonia del Norte, las reacciones van de la indignaci¨®n a la resignaci¨®n. Skopje ha sido escenario en las ¨²ltimas semanas de manifestaciones contra el pacto y la sesi¨®n en la que se aprob¨® (con 68 s¨ªes entre 120 diputados) fue muy bronca, con gritos, pancartas como ¡°Ultim¨¢tum, no, gracias¡± y hasta un diputado con una vuvuzela. Los diputados del partido opositor nacionalista Organizaci¨®n Revolucionaria Macedonia Interna-Partido Democr¨¢tico de la Unidad Nacional Macedonia se ausentaron de la votaci¨®n.

Consciente de ello, el comisario europeo de Vecindad y Ampliaci¨®n, Oliv¨¦r V¨¢rhelyi, ha advertido este martes a Kovacevski en la rueda de prensa de que ser¨¢ necesario contar con todas las partes, incluida la sociedad civil. ¡°Necesitamos que todo el mundo en Macedonia del Norte trabaje por el pa¨ªs y por su ingreso en la UE¡±, ha se?alado.

V¨¢rhelyi ha dirigido una petici¨®n similar a Rama. Y ha recordado a ambos l¨ªderes que el consenso nacional es una condici¨®n imprescindible para llevar a cambio una negociaci¨®n que transformar¨¢ sus pa¨ªses a medida que avance. A cambio, ha prometido, las reformas acometidas para adaptarse a la legislaci¨®n de la UE tendr¨¢n ¡°un enorme y positivo impacto en la sociedad, en la econom¨ªa y traer¨¢n beneficios inmediatos para los ciudadanos¡±.

Los dos pa¨ªses llevaban a?os esperando este paso hacia la incorporaci¨®n a un club que cuenta con 27 miembros, dos de los cuales ¨DEslovenia y Croacia¨D formaban parte de Yugoslavia, al igual que Macedonia del Norte.

La impaciencia de los pa¨ªses balc¨¢nicos se ha visto espoleada por Ucrania, un pa¨ªs que solicit¨® el ingreso tras la invasi¨®n rusa del 24 de febrero y en solo tres meses ha sido reconocido como candidato junto con Moldavia. El inter¨¦s de la UE por completar su mapa tambi¨¦n se ha acrecentado ante el riesgo de que el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, desestabilice la zona gracias, sobre todo, a sus buenas relaciones con Serbia y con la entidad serbia de Bosnia-Herzegovina, la Rep¨²blica Srpska.

Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.