Los dem¨®cratas acuerdan con su senador rebelde Manchin desbloquear el plan econ¨®mico de Biden
La legislaci¨®n, que incluye medidas contra el cambio clim¨¢tico y una subida fiscal a los ricos, da un respiro al partido ante las elecciones de medio mandato de noviembre
El Partido Dem¨®crata, de la mano de su l¨ªder de la mayor¨ªa en el Senado, Chuck Schumer, ha alcanzado un acuerdo con su senador discordante de cabecera, el moderado Joe Manchin III (Virginia Occidental), para desbloquear una versi¨®n deslavada del plan estrella de gasto del presidente Joe Biden. Schumer y Manchin han pactado el mi¨¦rcoles un paquete legal, que parec¨ªa definitivamente condenado al fracaso tras meses de idas y venidas, e incluye reformas fiscales que afectar¨¢n a las empresas multinacionales y a las rentas m¨¢s altas, medidas para combatir el cambio clim¨¢tico y para aumentar la seguridad energ¨¦tica, rebajas en los medicamentos con receta y un recorte del d¨¦ficit.
Est¨¢ previsto que se someta a votaci¨®n en el Senado la semana que viene, justo antes de la interrupci¨®n del mes de agosto de las sesiones parlamentarias en el Capitolio. Si sale adelante ¨Dy todo indica que lo har¨¢, pues los dem¨®cratas cuentan con los votos, justos, pero suficientes¨D supondr¨¢ un alivio para Biden, cuya agenda econ¨®mica est¨¢ atascada y su ¨ªndice de aceptaci¨®n, por los suelos.
La llamada Ley de Reducci¨®n de la Inflaci¨®n no es, ni tampoco se parece demasiado al famoso Build Back Better Plan de Biden (plan para reconstruir mejor), que lleg¨® a prometer gastos por valor de 3,5 billones de d¨®lares (que quedaron despu¨¦s reducidos a algo menos dos billones). Pero este acuerdo, que prev¨¦ desembolsos en materia energ¨¦tica de 369.000 millones de d¨®lares y en el cap¨ªtulo sanitario de 64.000 millones, viene al menos a poner fin a meses de un agrio debate interno en el partido a tiempo para las elecciones legislativas de noviembre. En ellas, est¨¢ en juego la totalidad de la C¨¢mara de Representantes y un tercio del Senado, y los liberales llevan las de perder tras un a?o y medio de Biden en la Casa Blanca, que, con la inflaci¨®n desbocada, la gasolina por las nubes, problemas de inseguridad ciudadana y una cruenta guerra cultural en marcha, solo cabe definir como decepcionante. Este plan es, al menos, algo que presentar a sus votantes.
¡°Build Back Better [que fue un eslogan clave durante la campa?a presidencial de 2020] est¨¢ muerto¡±, ha afirmado tajante Manchin en un extenso comunicado hecho p¨²blico por la tarde en el que no baj¨® al detalle de lo acordado; ¡°en su lugar, tenemos la oportunidad de fortalecer nuestro pa¨ªs a base de unir a los estadounidenses¡±. El plan promete un recorte del d¨¦ficit de unos 300.000 millones de d¨®lares, as¨ª como bajar un 40% las emisiones de carbono para 2030.
Biden, que por la ma?ana hab¨ªa dado por terminado, con un discurso sin preguntas en la Rosaleda de la Casa Blanca, su confinamiento por el coronavirus que contrajo la semana pasada, se ha felicitado en un comunicado por una legislaci¨®n ¡°hist¨®rica¡±: ¡°Con este acuerdo, tenemos la oportunidad de abaratar los medicamentos recetados (...) y reducir los costos del seguro m¨¦dico para 13 millones de ciudadanos¡±. ¡°Esto es lo que el pueblo estadounidense ha estado esperando. Aborda los problemas de hoy (altos costos de atenci¨®n m¨¦dica e inflaci¨®n general), as¨ª como las inversiones en nuestra seguridad energ¨¦tica para el futuro¡±.
Manchin es senador por un Estado tradicionalmente republicano, Virginia Occidental, dependiente en gran medida del carb¨®n, y en el que se ha abierto paso en varias elecciones consecutivas con un perfil centrista. La defensa de esos intereses energ¨¦ticos, y de los empleos de sus votantes, ha chocado con las aspiraciones de la agenda verde de Biden. Pero no solo se trata de sacar la cara a los suyos: Manchin es el miembro del Senado que m¨¢s donaciones ha recibido del sector del petr¨®leo, el carb¨®n y el gas, seg¨²n datos recopilados por OpenSecrets, organizaci¨®n centinela que vigila la relaci¨®n del poder econ¨®mico y el legislativo. Su oposici¨®n a los planes del presidente los bas¨® tambi¨¦n en la preocupaci¨®n por el efecto del gasto sobre la inflaci¨®n, que est¨¢ en un 9,1%, un r¨¦cord nunca visto en m¨¢s de cuatro d¨¦cadas.
No est¨¢ claro qu¨¦ es lo que lo ha hecho cambiar de idea. Hace semanas dijo que no respaldar¨ªa el plan hasta no ver nuevos datos econ¨®micos. En su comunicado, Manchin no explica cu¨¢les son esos datos y de qu¨¦ manera lo han persuadido.
El texto s¨ª dice lo siguiente: ¡°En lugar de arriesgar a una mayor inflaci¨®n con billones [de d¨®lares] en nuevos gastos, este proyecto de ley reducir¨¢ los impuestos inflacionarios que pagan los estadounidenses, reducir¨¢ el costo del seguro m¨¦dico y de los medicamentos con receta, y garantizar¨¢ que nuestro pa¨ªs invierta en las soluciones de seguridad energ¨¦tica y cambio clim¨¢tico que necesitamos para permanecer una superpotencia global a trav¨¦s de la innovaci¨®n en lugar de la eliminaci¨®n¡±.
Manchin se ha convertido en uno de los senadores m¨¢s influyentes de Washington al colocar bridas al giro a la izquierda del Partido Dem¨®crata que prometi¨® Biden al llegar a la Casa Blanca. Exigi¨® la reducci¨®n de los subsidios de paro en el plan de est¨ªmulos impulsado durante los primeros d¨ªas del Gobierno, tumb¨® la designaci¨®n de la directora de presupuesto, Neera Tandem, y, en 2018, vot¨® a favor del pol¨¦mico nombramiento, entre acusaciones de abuso sexual, del juez del Tribunal Supremo Brett Kavanaugh, uno de los tres magistrados que col¨® Donald Trump en el alto tribunal hasta dejarlo como el m¨¢s conservador en ocho d¨¦cadas.
El Senado est¨¢ dividido por la mitad, con 50 esca?os a cada lado de la l¨ªnea divisoria entre ambos partidos. Los dem¨®cratas cuentan con el voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris. Una medida como la acordada el mi¨¦rcoles se aprueba por un m¨¦todo legislativo llamado de reconciliaci¨®n presupuestaria, que solo requiere una mayor¨ªa simple, en lugar de los 60 votos que, en virtud del filibusterismo, se requieren para las reformas de calado. Ning¨²n dem¨®crata puede faltar el d¨ªa de la votaci¨®n, y eso, en tiempos de la en¨¦sima ola de la covid, con los contagios desatados en Estados Unidos por la subvariante BA.5, a?ade suspense al asunto.
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