Un Scholz hundido en las encuestas se ve obligado a declarar ante el Parlamento de Hamburgo por un esc¨¢ndalo financiero

Al canciller alem¨¢n, Olaf Scholz, se le amontonan los problemas. A la crisis por la guerra de Ucrania, que ha obligado al Gobierno a tomar medidas para afrontar un invierno con menos gas ruso y la creciente inflaci¨®n, y los coletazos de la pandemia, se suman desavenencias en la coalici¨®n de gobierno, encuestas desfavorables y ahora un esc¨¢ndalo bancario que colea desde hace a?os y apunta al l¨ªder socialdem¨®crata. Este viernes, Scholz ha tenido que comparecer por segunda vez ante una comisi¨®n parlamentaria de investigaci¨®n del Parlamento de Hamburgo que, entre otras cosas, pretende aclarar si el dirigente intervino en favor de un banco afectado por el llamado esc¨¢ndalo financiero Cum-Ex cuando era alcalde de la ciudad-Estado, entre 2011 y 2018.

Scholz, que ya declar¨® ante la comisi¨®n en la primavera del a?o pasado, reiter¨® de nuevo este viernes que no ejerci¨® ninguna influencia pol¨ªtica en el caso ni presion¨® para que la autoridad fiscal de Hamburgo renunciara en 2016 al pago de 47 millones de euros en impuestos al banco Warburg, uno de los involucrados en el caso. ¡°No ejerc¨ª ninguna influencia en el procedimiento fiscal sobre el banco Warburg y tampoco ha habido ninguna influencia pol¨ªtica, y esto lo digo de nuevo muy claramente¡±, declar¨® el l¨ªder del SPD. El canciller repiti¨® as¨ª lo que ya hab¨ªa afirmado recientemente al ser preguntado sobre el tema en Berl¨ªn: ¡°Este asunto lleva dos a?os y medio en la prensa. Se han estudiado innumerables expedientes, se ha escuchado a innumerables personas. El resultado es siempre el mismo: no ha habido influencia pol¨ªtica¡±.

La vuelta a escena de este caso de fraude fiscal no es el ¨²nico quebradero de cabeza para el canciller. En los casi ocho meses al frente del Gobierno federal, marcados desde febrero por la invasi¨®n rusa de Ucrania, el canciller y su partido, el SPD, han sufrido una dolorosa ca¨ªda en las encuestas. Los socialdem¨®cratas han ca¨ªdo incluso al tercer lugar, por detr¨¢s de los democristianos de la CDU, y de Los Verdes ¨Dsu socio de Gobierno junto a los liberales del FDP¨D, seg¨²n una encuesta de mediados de julio. Adem¨¢s, otro sondeo, de la firma Civey para la revista Der Spiegel y del pasado abril, se?alaba que un 65% de los alemanes no consideran que Scholz ejerza un liderazgo fuerte.

Scholz tambi¨¦n ha sido tachado de l¨ªder ¡°aburrido¡±, mientras que su ministro de Econom¨ªa, el verde Robert Habeck, que detenta el t¨ªtulo de pol¨ªtico m¨¢s popular, ha sido calificado por el S¨¹ddeutsche Zeitung como ¡°el hombre que explica el mundo a los alemanes¡±. La ministra de Asuntos Exteriores, la ecologista Annalena Baerbock, y el ministro de Agricultura, el verde Cem ?zdemir, ocupan el segundo y tercer lugar en el club de los pol¨ªticos m¨¢s populares del pa¨ªs.

Err¨¢tica entrega de armas a Ucrania

El canciller tambi¨¦n ha perdido puntos ante la opini¨®n p¨²blica a causa de su err¨¢tica posici¨®n en torno a la entrega de armas a Ucrania y ha permitido que gane terreno, en el debate de la crisis energ¨¦tica, su ministro de Hacienda, el liberal Christian Lindner, el socio de menos peso en la coalici¨®n, que insiste en querer marcar la estrategia econ¨®mica del Gobierno y apuesta por alargar la vida de las tres centrales nucleares que tienen fijada la fecha de desconexi¨®n a finales de a?o. En esta disputa tambi¨¦n tercian Los Verdes, hist¨®ricamente contrarios a la energ¨ªa nuclear. Y este juego a dos bandas deja muy desdibujada la figura del dirigente socialdem¨®crata.

¡°Los socios de la coalici¨®n rojiverde est¨¢n cada vez m¨¢s molestos porque Lindner apenas pierde la oportunidad para tomar la iniciativa y el canciller tolera todo esto¡±, ha se?alado Der Spiegel, al referirse a los problemas que est¨¢n envenenando el trabajo de la coalici¨®n de gobierno.

Tampoco han faltado los titulares negativos en la escena internacional, el m¨¢s reciente esta semana, cuando el canciller no reaccion¨® a unas declaraciones en su presencia del l¨ªder de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, quien afirm¨® que Israel hab¨ªa cometido ¡°holocaustos¡± contra los palestinos. El portavoz de Scholz puso fin abruptamente a la rueda de prensa tras este comentario sin que su jefe replicara. Scholz rechaz¨® las palabras de Abbas mientras ya arreciaban las cr¨ªticas desde todas partes, dentro y fuera de Alemania.

El sistema llamado Cum-Ex era un dispositivo de optimizaci¨®n fiscal creado por varios bancos, que permit¨ªa a inversores extranjeros aliviar sus impuestos sobre los dividendos. Decenas de personas fueron inculpadas por este caso en Alemania, incluyendo banqueros, corredores de Bolsa, abogados y asesores financieros. Una decena de pa¨ªses se han visto afectados por el esc¨¢ndalo.

Entre los bancos incriminados figuraba el banco Warburg, de Hamburgo, que tendr¨ªa que haber pagado 47 millones en impuestos no declarados. Scholz rechaz¨® la sospecha central que maneja la comisi¨®n investigadora de que la entidad de Hamburgo se libr¨® por una intervenci¨®n pol¨ªtica. ¡°No ha habido tal influencia¡±, dijo, y a?adi¨®: ¡°No hubo nada¡±. ¡°Las acusaciones se basan en conjeturas y estas son falsas y no se apoyan en nada ni en nadie¡±, abund¨®. El canciller ya hab¨ªa admitido que se reuni¨® con responsables de la entidad, pero afirma no tener ¡°un recuerdo concreto¡± de las conversaciones.

El 9 de noviembre de 2016, Scholz, entonces alcalde de Hamburgo, llam¨® al ejecutivo del banco Christian Olearius y le aconsej¨® que enviara toda la documentaci¨®n relacionada con el pago de impuestos al ministro de Hacienda del Estado, Peter Tschentscher, actual alcalde de Hamburgo. El 17 de noviembre, la administraci¨®n tributaria decidi¨® no reclamar ning¨²n impuesto al banco y, por tanto, dej¨® que prescribieran parcialmente las reclamaciones fiscales de las transacciones del entramado Cum-Ex. ¡°No hubo trato de favor con Olearius¡±, insisti¨®.

Las investigaciones en torno al esc¨¢ndalo Cum-ex en Alemania y la supuesta participaci¨®n del canciller est¨¢n sirviendo de munici¨®n a la oposici¨®n, que ataca la credibilidad del canciller. Este viernes, poco antes de la comparecencia de Scholz en Hamburgo, Friedrich Merz, el presidente de la conservadora CDU, utiliz¨® las p¨¢ginas del peri¨®dico Handelsblatt para cargar contra el jefe de Gobierno socialdem¨®crata. ¡°Desgraciadamente, tengo que decirlo muy claramente: no me creo ni una palabra de lo que dice el canciller¡±, dijo el l¨ªder de la CDU. ¡°Es sencillamente incre¨ªble que Scholz no quiera recordar un acontecimiento tan grave en su propia ciudad. Seguro que no hay nadie en Alemania que se crea los numerosos fallos de memoria de Olaf Scholz¡±, insisti¨® el dirigente democristiano.

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