Rusia bloquea un acuerdo en la ONU sobre el desarme nuclear por las cr¨ªticas a la toma de Zaporiyia
El representante del pa¨ªs se neg¨® a apoyar el borrador final de la conferencia de revisi¨®n del TNP por incluir cr¨ªticas a la presencia militar del Kremlin en la central
Pese a que el riesgo de una guerra con armas de destrucci¨®n masiva est¨¢ en boca de muchos en estos tiempos, la comunidad internacional no logr¨® el viernes alcanzar un acuerdo de m¨ªnimos en la d¨¦cima conferencia de revisi¨®n del Tratado de No Proliferaci¨®n nuclear (TNP). Rusia rechaz¨® el pacto porque varios de sus puntos criticaban la ocupaci¨®n militar de las centrales nucleares de Ucrania, lo que Mosc¨² tild¨® de ¡°cuestiones de abierta naturaleza pol¨ªtica¡±. El pr¨®ximo encuentro est¨¢ previsto para 2026, cuatro a?os despu¨¦s de desatarse la guerra sobre el territorio que tiene la mayor central nuclear de Europa, la de Zaporiyia.
¡°A pesar de la intensidad de las consultas, la conferencia no logr¨® llegar a un acuerdo sobre la parte sustantiva del borrador del documento final¡±, anunci¨® al clausurar el encuentro su presidente de turno, el argentino Gustavo Zlauvinen.
Hace una semana, el Ministerio de Defensa ruso public¨® un mapa en el que mostraba que la destrucci¨®n de la central nuclear de Zaporiyia, tomada por sus tropas, podr¨ªa contaminar no solo Ucrania, sino tambi¨¦n otros pa¨ªses de Europa como Moldavia, Rumania, Polonia y Alemania.
De hecho, el presidente de Ucrania, Volod¨ªmir Zelenski, ha insistido este viernes en su petici¨®n al Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA), dependiente de la ONU, para que env¨ªe ¡°lo antes posible¡± a sus expertos a la central, cuya situaci¨®n sigue siendo ¡°muy peligrosa¡±. La misi¨®n de la OIEA llegar¨¢ la semana que viene y estar¨¢ encabezada por su director, el argentino Rafael Grossi, seg¨²n ha adelantado el diario The New York Times. Entre sus integrantes no habr¨¢ ni ingleses ni estadounidenses.
En este contexto, el borrador del protocolo final del TNP recog¨ªa la ¡°seria preocupaci¨®n por las actividades militares¡± cerca de las instalaciones nucleares y recalcaba ¡°la importancia primordial de garantizar su control por parte de las autoridades competentes de Ucrania¡±. Para su publicaci¨®n se necesitaban las firmas de los 191 pa¨ªses que forman parte del tratado, en vigor desde 1970 y prorrogado indefinidamente en 1995. Sin embargo, no hubo consenso pese a que el Organismo Internacional de Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) viene insistiendo desde hace semanas en que la situaci¨®n en torno a Zaporiyia est¨¢ fuera de control.
La central, la mayor de ese tipo de Europa, tuvo que ser desconectada el jueves tras un incendio que afect¨® a la l¨ªnea el¨¦ctrica que la alimenta y del que rusos y ucranios se culpan mutuamente. Este viernes fue reconectada, pero Zelenski ha dicho que la presencia de soldados rusos en las instalaciones aumenta el riesgo de incidentes. Este s¨¢bado, la empresa ucrania que gestiona la central y el Ministerio ruso de Defensa tambi¨¦n han cruzado acusaciones sobre nuevos ataques; la parte ucrania ha afirmado que se han producido da?os que implican ¡°riesgo de fuga de hidr¨®geno y de pulverizaci¨®n de sustancias radiactivas¡±.
A principios de esta semana, la embajadora de EE UU ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, anunci¨® que buscar¨ªa un acuerdo que se?alase que ¡°la guerra de Rusia y sus acciones irresponsables en Ucrania socavan gravemente el prop¨®sito central del Tratado de No Proliferaci¨®n¡±. Unas palabras que para el representante permanente del Kremlin ante la ONU, Vasili Nebenzia, evidencian c¨®mo Washington ¡°pone sus intereses geopol¨ªticos por encima de las necesidades colectivas para fortalecer la seguridad global¡±. Por su parte, el subdirector del departamento para la no proliferaci¨®n y control de armas del Ministerio de Exteriores ruso, ?gor Vishnevetski, afirm¨® el viernes que para lograr el respaldo de Mosc¨² al borrador ¡°era importante asegurar un equilibrio al tomar en cuenta las posiciones de los Estados¡±.
Decepci¨®n
El secretario general de Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres, mostr¨® su decepci¨®n por el fracaso del encuentro, que como el anterior, celebrado en 2015, no ha llegado a buen puerto. En aquella ocasi¨®n se debi¨® al desacuerdo para poner fin a las armas de destrucci¨®n masiva en Oriente Pr¨®ximo. Esta vez, al uso de las centrales nucleares civiles como amenaza. ¡°El secretario general lamenta que la conferencia no haya podido abordar los apremiantes desaf¨ªos que se plantean, lo que amenaza nuestra seguridad colectiva¡±, seg¨²n se?al¨® en un comunicado. ¡°El mayor riesgo de que se utilicen armas nucleares, por accidente o por error de c¨¢lculo, exigen una acci¨®n urgente y decidida¡±, a?adi¨®.
Grupos de activistas en contra de las armas nucleares tambi¨¦n han expresado su descontento. ¡°Enfrentada a una situaci¨®n global inaceptablemente peligrosa, la conferencia de revisi¨®n del TNP no logr¨® nada¡±, resumi¨® Beatrice Fihn, la directora ejecutiva de la Campa?a Internacional para la Abolici¨®n de las Armas Nucleares (ICAN).
La central de Zaporiyia fue tomada por las tropas rusas al inicio de la guerra y ha recibido varios ataques en sus inmediaciones, de los que Mosc¨² y Kiev se acusan mutuamente. Los bombardeos se han intensificado en el ¨²ltimo mes y han afectado a algunos sistemas auxiliares de apoyo. El d¨ªa 25, su conexi¨®n a la red el¨¦ctrica ucrania se vio interrumpida por primera vez en su historia. Seg¨²n la administraci¨®n militar impuesta en la zona por el Kremlin, era ¡°f¨ªsicamente imposible¡± restaurar el paso de electricidad por una rotura. Sin embargo, un d¨ªa despu¨¦s fue reconectado un primer bloque, y este s¨¢bado la compa?¨ªa Energoatom ha anunciado la reactivaci¨®n de otro segundo m¨¢s.
Por otra parte, la informaci¨®n que llega desde la central nuclear es contradictoria. El Ministerio de Defensa ruso neg¨® el d¨ªa 18 que hubiera desplegado veh¨ªculos militares en la planta. Sin embargo, d¨ªas despu¨¦s, el 24, la Guardia Nacional rusa (Rosgvardia) anunci¨® la detenci¨®n de dos trabajadores de aquellas instalaciones porque ¡°transmitieron informaci¨®n a los nacionalistas sobre la ubicaci¨®n del personal y los veh¨ªculos militares en el territorio de la central nuclear¡±. A este anuncio se sum¨® el arresto de un tercer civil que habr¨ªa accedido ilegalmente all¨ª y ¡°proporcion¨® a las Fuerzas Armadas de Ucrania informaci¨®n sobre el movimiento de convoyes militares rusos¡±.
El presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, accedi¨® el d¨ªa 19 a que una misi¨®n internacional inspeccione la central nuclear de Zaporiyia. El mandatario mantuvo aquel d¨ªa una conversaci¨®n telef¨®nica con el l¨ªder franc¨¦s, Emmanuel Macron, y, seg¨²n el El¨ªseo, dio su bendici¨®n a que la visita de los inspectores fuera supervisada por Ucrania. Esta no se ha producido a¨²n, aunque Macron anunci¨® el viernes que Francia hab¨ªa recibido garant¨ªas de las dos partes. ¡°La energ¨ªa civil no deber¨ªa ser una herramienta militar¡±, subray¨®.
Al principio de la ofensiva rusa, otra central nuclear ucrania tambi¨¦n desat¨® la preocupaci¨®n de la comunidad internacional. En marzo, el Gobierno de Volod¨ªmir Zelenski advirti¨® de que la planta de Chern¨®bil, de infame recuerdo por el accidente de 1986, corr¨ªa peligro por los cortes de suministro el¨¦ctrico tras su ocupaci¨®n por las fuerzas rusas. Posteriormente, con la retirada del frente de Kiev de los rusos, las fuerzas ucranias recuperaron su control a principios de abril.
Un acuerdo para la seguridad nuclear global
El Tratado de no Proliferación Nuclear entró en vigor el 5 de marzo de 1970. Un cuarto de siglo después, el 11 de mayo de 1995, fue prorrogado indefinidamente. Hay 191 Estados adheridos lo que lo convierte en el acuerdo más suscrito en el campo de la no proliferación nuclear, el desarme y un uso pacífico de esta energía. Los países que carecen de armas atómicas se comprometen en el tratado a no fabricarlas ni adquirirlas. Por su parte, las naciones con armas radiactivas "no ayudarán, alentarán o inducirán" a que otros países cuenten con ellas en su arsenal. Hay cinco Estados poseedores de armas nucleares que son partes en el Tratado: EE UU, Francia, Reino Unido, Rusia y China.
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