California usar¨¢ solo energ¨ªas limpias para 2045
El Congreso profundiza el liderazgo del Estado contra el cambio clim¨¢tico con una serie de leyes que prev¨¦n inyectar 54.000 millones de d¨®lares para la transici¨®n a renovables
California confirma su liderazgo en la lucha contra el cambio clim¨¢tico. El Congreso local trabaj¨® hasta altas horas de la noche, en lo que fue el ¨²ltimo d¨ªa de sesiones legislativas, en una serie de leyes que confirman el compromiso de la regi¨®n con las energ¨ªas limpias. Los congresistas han aprobado un gasto de 54.000 millones de d¨®lares en decenas de proyectos que pretenden hacerlo un Estado limpio, que alcance la neutralidad de carbono, para 2045. En ese entonces, el 90% de la energ¨ªa consumida en la regi¨®n m¨¢s poblada del pa¨ªs vendr¨¢ de fuentes verdes. El paquete legislativo, que a¨²n debe ser promulgado por el gobernador, tambi¨¦n incluye una extensi¨®n de la vida de la ¨²nica planta nuclear en el Estado, imponen l¨ªmites a los pozos petroleros y esbozan un plan para impulsar la tecnolog¨ªa para capturar y almacenar las emisiones m¨¢s contaminantes.
Los colectivos ambientalistas han aplaudido las leyes aprobadas. Para entrar en vigor, el gobernador Gavin Newsom debe firmarlas antes del 30 de septiembre. Los grupos ecologistas, sin embargo, han advertido que por el momento los textos legislativos son una declaraci¨®n de intenciones que se plantean ambiciosas metas por cumplir. Estas l¨ªneas exigen que California produzca el 100% de sus energ¨ªas limpias para 2045. En mayo, el Estado dio una muestra de lo que es capaz generando casi el 100% de la demanda solo con energ¨ªas renovables. El gran salto, sin embargo, ser¨ªa en los pr¨®ximos 13 a?os, cuando la meta es que el 90% de la energ¨ªa sea verde. El 95% debe alcanzarse para 2040.
Otra de las normas impide aprobar la operaci¨®n de pozos de extracci¨®n de petr¨®leo que est¨¦n a menos de un kil¨®metro de zonas residenciales, escuelas o centros comunitarios. Esto evitar¨¢ que proliferen en paisaje urbano las bombas que pueden verse en populosos barrios de Los ?ngeles, cerca del aeropuerto internacional, en la zona de Baldwin Hills, y en Wilmington, en Long Beach, al sur de la gigantesca ciudad. La senadora local que propuso la iniciativa, Lena Gonz¨¢lez, asegura que los m¨¢s afectados por los impactos a la salud por este tipo de perforaci¨®n son los negros y latinos. Seg¨²n estimaciones de los legisladores, unas tres millones de personas en el Estado viven a menos de un kil¨®metro de distancia de un pozo.
No era la primera ocasi¨®n en que los legisladores intentaban aprobar una ley como esta. Hab¨ªa sido una promesa recurrente de varios gobernadores. El caso m¨¢s reciente fue en agosto de 2020, cuando los congresistas chocaron contra el muro de los intereses de la industria petrolera, uno de los grupos de presi¨®n m¨¢s poderosos del pa¨ªs. Una ley similar fracas¨® entonces por los votos de los republicanos y algunos dem¨®cratas que tem¨ªan afectar el empleo en sus distritos. Estados como Maryland, Nuevo M¨¦xico, Oklahoma e incluso Texas, hab¨ªan establecido zonas de seguridad para los pozos.
El vot¨® lleg¨® en esta ocasi¨®n en un momento muy diferente. California sufre una dura ola de calor, de por lo menos cinco d¨ªas, que ha disparado las temperaturas m¨¢ximas y oblig¨® a que el gobernador Newsom decretara el estado de emergencia. Este permite a las autoridades elevar la producci¨®n energ¨¦tica mientras la demanda registra un pico al final del verano. El Gobierno ha puesto en marcha generadores de respaldo con la esperanza de que la red el¨¦ctrica soporte y no haya apagones.
Este contexto ha hecho m¨¢s f¨¢cil de entender otra de las normas aprobadas en la ¨²ltima hora de la legislatura. El Congreso ha extendido cinco a?os la vida de la planta nuclear del Ca?¨®n del Diablo, ubicada en el centro del Estado, en la costa del Pac¨ªfico. La central ha sido un a?ejo tema de debates y controversias. Sobre todo por los riesgos de seguridad que representa al estar construida, al igual que la central japonesa de Fukushima, en una zona de gran actividad s¨ªsmica. El deterioro ambiental y los retos que encara la generaci¨®n de energ¨ªa en una entidad con 40 millones de habitantes ha obligado a Newsom, quien ped¨ªa su cierre hace algunos a?os, a cambiar de opini¨®n.
La planta es la mayor generadora de energ¨ªa de California, proveyendo a la red del 10% de la electricidad. La empresa que la administra, Pacific Gas and Electric (PG&E), hab¨ªa accedido a echar el cierre de los dos rectores de la planta en 2024 y 2025, pero una serie de apagones y fallas en el suministro en 2020 obligaron a las autoridades de Sacramento a recapacitar. Newsom propuso en 2021 extender la vida de la central hasta 2030 y dar a PG&E un pr¨¦stamo por 1.400 millones de d¨®lares para facilitar el nuevo lustro de operaci¨®n.
El mes pasado, el presidente Joe Biden anunci¨®, en lo que ha sido su mayor triunfo legislativo, una ambiciosa ley que inyecta una inversi¨®n de 370.000 millones de d¨®lares para impulsar las tecnolog¨ªas limpias. El objetivo es que el pa¨ªs m¨¢s industrializado del mundo meta freno a las emisiones m¨¢s contaminantes para 2050, aunque la norma es solo una meta y no un compromiso vinculante.
California ha abanderado esta causa. La semana pasada, las autoridades del Estado fueron las primeras en prohibir la venta de coches que solo utilicen gasolina para 2035. Los congresistas han aprobado un gasto multimillonario presupuesto que permite preparar el terreno para que la entidad tenga el rostro m¨¢s verde del pa¨ªs. Dentro del paquete se incluyen 6.000 millones para comprar camiones y veh¨ªculos el¨¦ctricos y 14.000 millones para proyectos de infraestructura con un marcado acento en modos de transporte alternativos, como los trenes. Unos 8.000 millones se destinar¨¢n a preparar la red el¨¦ctrica para el reto que tendr¨¢ en las pr¨®ximas d¨¦cadas y casi 3.000 millones en recursos para combatir los incendios.
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