Biden recuerda en el aniversario del 11-S que la defensa de la democracia es una ¡°obligaci¨®n diaria¡±
El presidente de EEUU homenajea a las v¨ªctimas en un acto en el Pent¨¢gono, mientras la vicepresidenta Harris asiste a un memorial en Nueva York
Joe Biden aprovech¨® este domingo su discurso de homenaje a las v¨ªctimas del 11-S para subrayar uno de sus mensajes fetiche: visto lo visto, no conviene dar por garantizada la democracia estadounidense. ¡°Tenemos una obligaci¨®n, un deber y una responsabilidad de defender, preservar y proteger nuestra democracia. La misma que garantiza la libertad que aquellos terroristas intentaron enterrar en el fuego ardiente, el humo y las cenizas. No lo lograron¡±, dijo en un acto celebrado en el Memorial del Pent¨¢gono, en Arlington (Virginia), donde aquel d¨ªa de final del verano de 2001 un grupo de yihadistas secuestr¨® y estrell¨® el avi¨®n 77 de American Airlines contra la sede del ej¨¦rcito estadounisense. Murieron 184 personas.
¡°[Esa defensa] es un compromiso de todos nosotros. No basta acordarnos de nuestra democracia una vez al a?o; esa es una obligaci¨®n diaria. La gran lecci¨®n del 11-S es que unidos somos m¨¢s fuertes¡±, recalc¨® el presidente en una de las tres solemnes celebraciones simult¨¢neas organizadas por la Casa Blanca con motivo del vig¨¦simo primer aniversario de los ataques. La vicepresidenta, Kamala Harris, viaj¨® a Nueva York para un homenaje a los pies de donde se alzaban las Torres Gemelas, mientras la primera dama, Jill Biden, se desplaz¨® al Memorial al Vuelo 93 de United, en el campo de Shanksville, Pensilvania, en el que se estrell¨® la aeronave que los terroristas quer¨ªan, como parte de su macabro plan, lanzar contra el Capitolio. Sus 40 pasajeros y tripulantes lo impidieron. En total, perdieron la vida 2.977 personas.
El presidente reiter¨® en varias ocasiones que Estados Unidos ¡°nunca olvidar¨¢¡±, y como prueba de ello cit¨® la operaci¨®n con un dron equipado con un misil Hellfire de alta precisi¨®n que acab¨® a finales de julio con Ayman al Zawahiri, l¨ªder de Al Qaeda desde el asesinato en 2011 de Osama Bin Laden, y cerebro del 11-S. ¡°Los seguiremos hasta las mismas puertas del infierno para que no lo puedan volver a hacer¡±, advirti¨®. Hace un a?o, Biden, que tambi¨¦n lament¨® los ¡°peores impulsos¡± que se desataron tras el ataque ¡°contra los musulmanes estadounidenses y contra los ciudadanos americanos provenientes del Sudeste asi¨¢tico¡±, orden¨® la retirada de Afganist¨¢n, tras dos d¨¦cadas ¡°guerra contra el terrorismo¡±, una infructuosa y tr¨¢gica cruzada que lanz¨® George Bush hijo desde las cenizas del 11-S.
Harris, por su parte, particip¨® junto a su marido, Doug Emhoff, en una ceremonia en la zona cero de Manhattan en la que se leyeron los nombres de todas las v¨ªctimas muertas en los ataques y se observaron dos minutos de silencio, en los momentos exactos en los que los aviones impactaron contra la torre norte (8:46 de la ma?ana) y contra la sur (9:03). La lectura la inaugur¨® Bonita Mentis, que aquel d¨ªa perdi¨® en las torres a su hermana, Shevonne Mentis, una inmigrante de Guyana de 25 a?os que trabajaba en el World Trade Center para una empresa financiera. ¡°Han pasado 21 a?os, pero no para nosotros. Parece que fue ayer¡±, dijo Mentis, seg¨²n informa Associated Press. ¡°Las heridas a¨²n son demasiado recientes¡±.
¡°Fue necesaria una tragedia para que nuestro pa¨ªs se uniera. A nadie le importaba si eras republicano, dem¨®crata, tu edad o tu raza; est¨¢bamos unidos¡±, afirm¨® otro de los oradores, primo de una v¨ªctima. ¡°Es importante que ustedes [los pol¨ªticos] no lo olviden¡±.
Todo el mundo recuerda lo que estaba haciendo aquel d¨ªa. Tambi¨¦n la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, que por un buen rato temi¨® por la vida de su hermana, Bonny Jacobs, azafata en United. Jacobs la acompa?¨® este domingo al acto de recuerdo de las v¨ªctimas del vuelo que se estrell¨® en Pensilvania.
En su discurso Biden, entonces senador por Delaware, tambi¨¦n rememor¨® el ¡°miedo¡± que sinti¨® aquel d¨ªa al ver c¨®mo ¡°el humo sal¨ªa del Pent¨¢gono¡±, e hizo un gui?o a la noticia que le disput¨® los focos en esta ma?ana de domingo, que amaneci¨® lluviosa en la costa Este: la muerte de Isabel II. Mientras el largo cortejo f¨²nebre de la monarca echaba a andar en Escocia con conexiones en directo de todos los canales estadounidenses por cable, el presidente se acord¨® de que la monarca envi¨® el 11-S un telegrama que dec¨ªa: ¡°La pena es el precio que pagamos por el amor¡±.
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