El Partido Socialdem¨®crata gana las elecciones en Suecia pero la subida de la derecha deja en el aire el Gobierno

La jornada electoral en Suecia mantiene al pa¨ªs en vilo un d¨ªa despu¨¦s de la votaci¨®n. El Partido Socialdem¨®crata ha ganado holgadamente los comicios parlamentarios con m¨¢s del 30% de los votos. La formaci¨®n de Magdalena Andersson, la primera ministra, lograr¨¢ casi un tercio de los 349 esca?os en juego, aunque el bloque que forma junto a izquierdistas, ecologistas y centristas no alcanza la mayor¨ªa en el Riksdag (Parlamento), con el 95% del voto escrutado. La extrema derecha queda en segunda posici¨®n con algo m¨¢s del 20% de los votos, y la suma de sus esca?os con los de conservadores, liberales y cristianodem¨®cratas llega de momento a 175 diputados, solo uno m¨¢s que los 174 del bloque de Andersson. Los resultados definitivos no se anunciar¨¢n antes del mi¨¦rcoles.

En varias zonas de distintas ciudades del pa¨ªs, las colas para ejercer el voto fueron de m¨¢s de dos horas, por lo que algunos votantes acudieron a un colegio electoral distinto al que ten¨ªan asignado. Esos votos, junto a los depositados en el extranjero, no se escrutar¨¢n hasta el mi¨¦rcoles. Una parte del voto anticipado tampoco se ha contabilizado todav¨ªa. El ajustad¨ªsimo resultado deja en el aire el futuro del pa¨ªs escandinavo. En los comicios de hace cuatro a?os, hubo una alteraci¨®n de tres esca?os entre los resultados anunciados al fin de la jornada electoral y los definitivos. Dos sondeos a pie de urna otorgaban al bloque de izquierda una ligera mayor¨ªa, de entre uno y tres diputados.

Dem¨®cratas de Suecia (DS), una formaci¨®n con ra¨ªces neonazis que entr¨® por primera vez en el Parlamento en 2010, ha sido la segunda opci¨®n m¨¢s votada y suma la quinta parte de los sufragios. El partido de extrema derecha, que lleva a?os basando su discurso en el rechazo frontal a la inmigraci¨®n, y en vincular a la poblaci¨®n de origen extranjero con la criminalidad, supera los votos cosechados hace cuatro a?os (17,5%). La formaci¨®n liderada desde 2005 por Jimmie Akesson, de 43 a?os, ha mejorado sus resultados en cada elecci¨®n parlamentaria desde que se present¨® por primera vez en 1988.

A diferencia de todas las elecciones anteriores, el Partido Moderado (conservadores), los cristianodem¨®cratas y los liberales concurr¨ªan a los comicios en disposici¨®n de llegar al poder con el apoyo directo o indirecto de la ultraderecha. Los moderados, que durante muchos meses fueron la primera fuerza de derecha en los sondeos, han quedado por detr¨¢s de DS, con en torno al 19% de los sufragios. El sorpasso de la extrema derecha a los moderados, deja a Ulf Kristersson, el l¨ªder conservador, como el claro perdedor de la noche electoral. Los conservadores hab¨ªan quedado segundos, siempre tras los socialdem¨®cratas, en todas las elecciones parlamentarias desde 1976.

Los l¨ªderes de las principales formaciones pol¨ªticas comparecieron pasada la medianoche. ¡°No habr¨¢ un resultado claro esta noche¡±, declar¨® Andersson en un centro de conferencias de Estocolmo. ¡°Si hay un cambio en el poder, nosotros tendremos un papel central en el futuro Gobierno¡±, avis¨® el l¨ªder de la extrema derecha. Por su parte, Kristersson pidi¨® ¡°paciencia¡± hasta que lleguen los resultados definitivos y no descart¨® la posibilidad de llegar a acuerdos con los socialdem¨®cratas. ¡°Tenemos opiniones distintas en muchos asuntos, pero tambi¨¦n sabemos encontrar puntos en com¨²n cuando es necesario¡±, manifest¨®. Aun as¨ª, el l¨ªder conservador se?al¨® que aspira a formar un Gobierno que incluya a cristianodem¨®cratas y liberales, con el apoyo parlamentario de la ultraderecha.

La victoria del bloque de la derecha con los radicales en cabeza dibujar¨ªa un panorama pol¨ªtico dif¨ªcil de descifrar. Las tres formaciones dispuestas a pactar con los extremistas llevaban meses convenciendo a su electorado de que el apoyo directo o indirecto de DS era necesario para expulsar del Gobierno a los socialdem¨®cratas. Ofrecer a la extrema derecha alguna cartera ministerial tambi¨¦n parec¨ªa una opci¨®n factible. Sin embargo, lo habitual en Suecia es convertir en primer ministro al l¨ªder de la formaci¨®n m¨¢s votada en el bloque ganador, y la posibilidad de que el ultra Akesson sea el pr¨®ximo jefe de Gobierno no parece algo a lo que est¨¦n dispuestos las otras tres formaciones de la derecha. Algunos analistas pol¨ªticos ya estudian la posibilidad de una gran coalici¨®n al estilo alem¨¢n entre socialdem¨®cratas y conservadores. Otros, la opci¨®n de que los liberales den finalmente la espalda a la extrema derecha.

A finales del a?o pasado, DS lleg¨® a un acuerdo con los conservadores y los cristianodem¨®cratas para aprobar unos presupuestos alternativos a los presentados por los socialdem¨®cratas, poniendo fin a un cord¨®n sanitario que hab¨ªa convertido a DS en un partido paria en el Parlamento durante m¨¢s de una d¨¦cada. Poco despu¨¦s, los liberales tambi¨¦n comenzaron a mostrarse a favor de sumar sus esca?os a los de las tres fuerzas de la derecha para desbancar del poder a Andersson. Desde 1932, la derecha solo ha gobernado en Suecia (10,3 millones de habitantes) en tres periodos: de 1976 a 1982, entre 1991 y 1994, y de 2006 a 2014.

Tras las elecciones parlamentarias de 2018, el pa¨ªs n¨®rdico vivi¨® una par¨¢lisis pol¨ªtica sin precedentes que se prolong¨® m¨¢s de cuatro meses. Finalmente, se alumbr¨® un Gobierno socialdem¨®crata en coalici¨®n con los verdes. El bloque de izquierdas en su conjunto (socialdem¨®cratas, verdes y excomunistas) era minoritario respecto al de derechas, formado por La Alianza (moderados, centristas, liberales y democristianos) y los xen¨®fobos DS, que, juntos, alcanzaban 205 puestos en el Parlamento unicameral. Sin embargo, el cord¨®n sanitario a la ultraderecha permiti¨® al socialdem¨®crata Stefan L?fven convertirse en primer ministro.

Para ser investido primer ministro no es necesario tener una mayor¨ªa absoluta de votos a favor, pero s¨ª que no se sumen 175 votos en contra. El Partido del Centro, la ¨²nica formaci¨®n a la derecha de los socialdem¨®cratas que mantiene su firme veto a los xen¨®fobos de DS ¡ª¡±No al racismo¡±, ha sido uno de sus esl¨®ganes¡ª, resulta clave para las opciones del bloque de izquierda. Tras 15 a?os alineados con los moderados, los cristianodem¨®cratas y los liberales, los centristas han defendido durante toda la campa?a que hab¨ªa que evitar a toda costa que la ultraderecha pudiera ejercer influencia en el futuro Gobierno.

Aun en el caso de que el bloque de izquierdas revirtiera finalmente el resultado a su favor, existen profundas discrepancias internas entre las cuatro formaciones que lo componen. Los programas pol¨ªticos de La Izquierda (excomunistas), los verdes, los socialdem¨®cratas y los centristas difieren en innumerables asuntos. Los roces entre el partido m¨¢s a la izquierda del arco parlamentario sueco y los socialdem¨®cratas han sido frecuentes durante la campa?a. Los excomunistas mantienen su oposici¨®n a la futura adhesi¨®n del pa¨ªs escandinavo a la OTAN y han criticado con fuerza las concesiones a Turqu¨ªa para que el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan levantara el veto al ingreso de Suecia en la Alianza Atl¨¢ntica. El firme rechazo a la extrema derecha es el claro aglutinante de este bloque, por lo que las negociaciones para la formaci¨®n de gobierno podr¨ªan prolongarse durante semanas. El Partido del Centro (6,7%) y La Izquierda (6,6%) se disputan la cuarta posici¨®n.

La campa?a electoral estuvo dominada por temas que eran en principio favorables a la oposici¨®n de derecha, como la criminalidad, los problemas de integraci¨®n de parte de la poblaci¨®n inmigrante y la espiral inflacionaria, principalmente en los precios de la energ¨ªa. El Partido Socialdem¨®crata apost¨® claramente muchas de sus opciones a la figura de Andersson, la pol¨ªtica mejor valorada, seg¨²n todas las encuestas. Desde que fue investida el pasado noviembre, la formaci¨®n ¡ªvencedora de todas las elecciones en el pa¨ªs n¨®rdico desde 1914¡ª comenz¨® a remontar en unas encuestas que hace un a?o auguraban un panorama muy negro. Los socialdem¨®cratas han obtenido finalmente un resultado mejor que el de hace cuatro a?os (28,3%). Durante la campa?a, Andersson, de 55 a?os, ha endurecido su discurso en materia de inmigraci¨®n, criticando la falta de integraci¨®n de parte de la poblaci¨®n de origen extranjero y la existencia de ¡°sociedades paralelas¡± dentro del pa¨ªs.

Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.