La espiral de violencia y asesinatos en Suecia domina la cita electoral de este domingo
El aumento de los cr¨ªmenes con armas de fuego se convierte en la mayor preocupaci¨®n de la ciudadan¨ªa
El 19 de agosto, un adolescente de 15 a?os dispar¨® m¨¢s de una veintena de balas en el mayor centro comercial de Malm?, en el sur de Suecia. Fue un viernes a media tarde, m¨¢s de un millar de personas se encontraban dentro del recinto. Un hombre muri¨® y una mujer result¨® gravemente herida. Hace una d¨¦cada, la noticia hubiera tenido bastante repercusi¨®n en la prensa internacional. No fue as¨ª. La ciudad, de 350.000 habitantes, ha sufrido m¨¢s de 360 tiroteos desde 2014. ¡°A pesar de que sigue siendo un problema grav¨ªsimo, la situaci¨®n aqu¨ª est¨¢ mejorando¡±, sostiene Mattias Sigfridsson, jefe adjunto de la polic¨ªa en Malm?. ¡°Lamentablemente, no puedo decir lo mismo del resto del pa¨ªs¡±, a?ade.
Desde enero han muerto 48 personas a balazos en el pa¨ªs escandinavo, un nuevo r¨¦cord anual, a pesar de que quedan m¨¢s de tres meses y medio para que concluya el a?o. Resulta excepcional que pasen 24 horas sin que alguien dispare una pistola. En la d¨¦cada de los ochenta, Suecia ten¨ªa uno de los ¨ªndices de homicidios por armas de fuego m¨¢s bajos de toda Europa. Hoy tiene el segundo m¨¢s alto de la UE, solo por detr¨¢s de Croacia, seg¨²n el Consejo Nacional Sueco para la Prevenci¨®n de la Criminalidad. Los tiroteos se han convertido en el tema principal de la campa?a para las elecciones de este domingo. M¨¢s de un 40% de los ciudadanos consideran que es el problema m¨¢s grave al que se enfrenta el pa¨ªs, seg¨²n varias encuestas.
La situaci¨®n en Malm? es menos dram¨¢tica que hace unos a?os. La cifra de tiroteos y muertos se ha reducido a la mitad desde el pico de 2017. El municipio puso en marcha un programa para sacar de la urbe a personas que se sientan amenazadas. M¨¢s de un centenar de ciudadanos ¡ªtodos hombres, la mayor¨ªa veintea?eros¡ª han sido trasladados a otras partes del pa¨ªs, donde se les ofrece alojamiento y ayuda para encontrar empleo y comenzar una nueva vida. El agente Sigfridsson considera que otro factor que ha reducido la violencia en Malm? fue la entrada en vigor de una nueva ley en 2018 por la que la mera posesi¨®n sin licencia de un arma de fuego implica la entrada inmediata en prisi¨®n.
A pesar de que las cifras mejoran en Malm?, Sigfridsson reconoce que el problema sigue siendo may¨²sculo y en constante evoluci¨®n. ¡°La edad media de los agresores y las v¨ªctimas es cada vez menor¡±, comenta. ¡°Las bandas criminales utilizan a ni?os desde los 10 a?os para transportar droga, y a los 14 les est¨¢n pidiendo que cometan asesinatos¡±, detalla. No solo eso, el polic¨ªa explica que hace a?os todos los asesinatos ten¨ªan motivaciones claras: ajustes de cuentas y el control del mercado de drogas ¡ª¡±principalmente, cannabis y coca¨ªna, pero tambi¨¦n muchos f¨¢rmacos¡±¡ª. Sigfridsson menciona que ¨²ltimamente ha habido asesinatos porque ¡°un adolescente ha ligado con la novia de otro, o porque alguien interpreta que le han mirado mal¡±.
Una nueva circunstancia complica m¨¢s a¨²n las investigaciones policiales. Cada vez es m¨¢s frecuente que las bandas criminales ordenen a alguien de otra ciudad que acuda a Malm? a cometer un asesinato. En esos casos, los v¨ªnculos entre agresor y v¨ªctima son aparentemente inexistentes. Sigfridsson admite con la boca peque?a que solo se resuelven ¡°en torno al 20%¡± de los homicidios con arma de fuego en la ciudad.
Torsten Elofsson, de 72 a?os, ha dedicado gran parte de su vida a luchar contra la criminalidad en Malm?. Al jubilarse, se pas¨® a la pol¨ªtica. En breve se mudar¨¢ a Estocolmo si este domingo logra un esca?o en las elecciones parlamentarias, en las que concurre con los cristianodem¨®cratas. ¡°El problema no se limita a los tiroteos. Los atracos y palizas a adolescentes tambi¨¦n son comunes¡±, sostiene el antiguo jefe de polic¨ªa de la ciudad en una cafeter¨ªa. Elofsson cree que uno de los mayores obst¨¢culos para la labor policial es que los testigos, e incluso las v¨ªctimas, tienen miedo de hablar con los agentes por las posibles represalias. Aboga por una reforma estructural del cuerpo de polic¨ªa, con una profunda descentralizaci¨®n y muchos m¨¢s recursos.
Malm? ha sido durante la ¨²ltima d¨¦cada la ciudad m¨¢s castigada por la violencia en Suecia. El puente de Oresund, que conecta la ciudad con Copenhague, la capital de Dinamarca, es la principal v¨ªa de acceso de drogas y armas al pa¨ªs. ¡°Todo lo malo llega primero a Malm?. Dos o tres a?os despu¨¦s se empieza a ver en Estocolmo y Gotemburgo. Y tras cinco o seis, se extiende por casi todas las ciudades del pa¨ªs¡±, resume Sigfridsson.
Tras el rastro de los tiroteos
En Estocolmo, a diferencia de Malm?, las cifras de tiroteos y muertos van en aumento. Algunos de los cr¨ªmenes, sobre todo los que no dejan v¨ªctimas, han dejado de ser noticia. Magnus (nombre ficticio), un empresario de poco m¨¢s de 40 a?os, dedica desde hace a?os muchas de sus horas libres, por la ma?ana y de madrugada, a fotografiar escenas de cr¨ªmenes en Estocolmo y su periferia. Publica sus im¨¢genes en Instagram, donde tiene casi 80.000 seguidores. Cada d¨ªa recibe mensajes de ciudadanos que alertan de posibles cr¨ªmenes. Si no recibe ning¨²n aviso, persigue a los veh¨ªculos policiales que van con las luces encendidas y a toda velocidad. ¡°Creo que hago una labor importante. Hay mucha gente interesada en mis publicaciones. No es morbo, es informaci¨®n relevante para la ciudadan¨ªa¡±, comenta mientras fuma un cigarro a la espera de recibir alg¨²n aviso o ver unas luces azules que le hagan arrancar el motor de su coche.
La extensi¨®n de la violencia por todo el pa¨ªs se ha hecho en los ¨²ltimos meses m¨¢s evidente que nunca. En ?rebro (155.000 habitantes), se contabilizaron en ocho d¨ªas de mayo tres asesinatos en un barrio en el que residen centenares de sirios. En Eskilstuna (67.000 habitantes), una mujer y su hija de cinco a?os fueron gravemente heridas de bala hace dos semanas en un parque a plena luz del d¨ªa, cuando les alcanz¨® el fuego cruzado entre dos bandas rivales.
La violencia y la criminalidad se han convertido en un quebradero de cabeza para el Partido Socialdem¨®crata, que no ha logrado revertir la tendencia durante sus ocho a?os en el Gobierno. ¡°Siempre he votado por ellos, pero la situaci¨®n es insostenible y esta vez voy a optar por el Partido Moderado (conservadores) porque creo que es el m¨¢s capaz de solucionar el problema¡±, comenta Kristina Bengtsson, de 54 a?os, en la Estaci¨®n Central de Malm?.
Magdalena Andersson, la primera ministra, ha criticado durante la campa?a electoral la falta de integraci¨®n de parte de la poblaci¨®n inmigrante. ¡°Hay que acabar con la segregaci¨®n. No puede seguir habiendo sociedades paralelas dentro del pa¨ªs. Hemos de lograr que todos los ni?os en Suecia tengan claro que su futuro va a ser mejor si se alejan de las bandas criminales¡±, declar¨® hace un mes. La mandataria ha prometido la creaci¨®n de 50.000 nuevos puestos de polic¨ªa durante el pr¨®ximo decenio.
La polic¨ªa sueca ha clasificado 61 barrios del pa¨ªs como ¡°zonas de alto riesgo¡±. Casi todos tienen una mayor¨ªa de poblaci¨®n de origen extranjero. Las posibilidades de que un menor de edad muera por disparos en estas barriadas son m¨¢s de 100 veces mayores que en otras partes de la UE. Dem¨®cratas de Suecia (DS), una formaci¨®n de ultraderecha que lleva a?os basando su discurso en la relaci¨®n entre inmigraci¨®n y criminalidad, es el partido que parece que se beneficiar¨¢ m¨¢s de la espiral de violencia en el pa¨ªs. Despu¨¦s de que otros grupos parlamentarios, como los moderados y los cristianodem¨®cratas, hayan asimilado y replicado muchas de sus propuestas antinmigraci¨®n, DS ha planteado en esta campa?a electoral la demolici¨®n de los barrios considerados de alto riesgo y la deportaci¨®n de todos los extranjeros que cometan cualquier infracci¨®n.
Los sondeos auguran un resultado muy ajustado en los comicios de este domingo. Se prev¨¦ una clara victoria de los socialdem¨®cratas, pero un asunto distinto es que sean capaces de formar gobierno. Liberales, conservadores, cristianodem¨®cratas y la extrema derecha parecen dispuestos a sumar sus esca?os para expulsar del poder a Andersson. La primera ministra necesitar¨¢ el apoyo de otras formaciones (La Izquierda, Los Verdes, Partido del Centro) para no pasar a formar parte de la oposici¨®n. No cabe duda de que las propuestas para acabar con la criminalidad ser¨¢n un factor decisivo en el resultado. Los votantes tendr¨¢n que decantarse entre los partidos que apuestan por endurecer las penas y aumentar las deportaciones, o aquellos que abogan por reformar el sistema educativo, una mayor redistribuci¨®n de la riqueza y m¨¢s prestaciones sociales para los sectores m¨¢s desfavorecidos.
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