La Comisi¨®n Europea se dispone a aprobar su plan para hacer frente a los cortes de gas de Putin
Bruselas impondr¨¢ impuestos del 33% a los beneficios extra de las petroleras y gasistas
Con el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, apretando cada vez de manera m¨¢s firme la llave del gas a Europa, Bruselas ha reaccionado elevando la pol¨ªtica energ¨¦tica com¨²n a un primer plano. Ante la perspectiva de un invierno del descontento, con una ciudadan¨ªa furiosa por la inflaci¨®n y los precios de la electricidad por las nubes, la Comisi¨®n Europea lanzar¨¢ un paquete de herramientas para resistir a la falta de suministro energ¨¦tico y para tratar de parar el golpe a la hucha de los hogares y las empresas m¨¢s vulnerables. El Ejecutivo comunitario va a aprobar una regulaci¨®n que establece un objetivo obligatorio de ahorro de al menos un 5% en el consumo de electricidad durante las horas pico para todos los Estados miembros, y un gravamen a las petroleras y gasistas de un 33% sobre su nivel de beneficios extra, seg¨²n el borrador al que ha tenido acceso EL PA?S. El impuesto se suma a otros tributos sobre el resto de compa?¨ªas energ¨¦ticas, que han visto aumentar sus rendimientos econ¨®micos enormemente por los altos precios, y que deber¨¢ revertir en esos hogares y empresas vulnerables.
El germen de la integraci¨®n europea, como la conocemos hoy, naci¨® tras la II Guerra Mundial, con la Comunidad Europea del Carb¨®n y el Acero (CECA). Y en 2022, en un continente que convive de nuevo con una guerra, la de Rusia contra Ucrania, y en el que el invierno se siente ya como una dura prueba, con el jefe del Kremlin empleando el gas como arma, la energ¨ªa vuelve a ser un tema crucial.
La crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus, con la compra conjunta de vacunas y un plan de recuperaci¨®n para paliar los efectos del golpe, afianzaron la integraci¨®n europea y pavimentaron una v¨ªa que ha favorecido tambi¨¦n el marco de cooperaci¨®n por la guerra de Ucrania. Ahora, el suministro energ¨¦tico centra y centrar¨¢ la pol¨ªtica de la Comisi¨®n Europea y se espera que sea un eje principal del discurso sobre el Estado de la Uni¨®n de este mi¨¦rcoles de su presidenta, Ursula von der Leyen, ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo. Asistir¨¢ como invitada Olena Zelenska, esposa del presidente de Ucrania, Volod¨ªmir Zelenski, seg¨²n ha anunciado este martes la propia Von der Leyen.
Medidas urgentes e inmediatas
El mensaje de la Comisi¨®n Europea es claro: hay que tomar medidas urgentes y hay que hacerlo ya. Se espera que los ministros de Energ¨ªa de los Estados miembros, que ya se reunieron de manera urgente la semana pasada para afinar las l¨ªneas de las propuestas de regulaci¨®n a la que ahora ha dado forma la Comisi¨®n, debatan el proyecto final el 30 de septiembre en una reuni¨®n en Bruselas. La oposici¨®n de algunos pa¨ªses a poner un precio tope al gas ruso (y la intenci¨®n de otros de implantarlo para cualquier gas), como propon¨ªa Von der Leyen, requerir¨¢ m¨¢s tiempo, dicen fuentes comunitarias, por lo que ese precio m¨¢ximo al gas parece haberse ca¨ªdo de la propuesta, seg¨²n el documento que ha le¨ªdo este diario.
La idea de la nueva regulaci¨®n europea es actuar sobre el mercado para lograr bajar los precios, ayudar a los consumidores m¨¢s vulnerables y, a la vez, reducir el consumo. Y ese es el esp¨ªritu de la pol¨ªtica energ¨¦tica que est¨¢ siguiendo la Comisi¨®n de Von der Leyen, que ha adoptado una postura muy dura contra lo que considera un ¡°chantaje¡± de Putin. Uno de sus objetivos es evitar grietas en el apoyo en bloque de los Veintisiete a Ucrania, un pa¨ªs que ha cumplido ya 200 d¨ªas de guerra a gran escala y que con ayuda de las armas suministradas por sus aliados est¨¢ logrando avanzar en una contraofensiva que ha obligado a las fuerzas rusas a retirarse de territorios estrat¨¦gicos del este.
Bruselas establece, por ejemplo, que ese ahorro obligatorio del 5% del consumo de electricidad debe cubrir al menos el 10% de las horas de cada mes en que se espera que los precios sean m¨¢s altos (esto dar¨ªa lugar a la selecci¨®n de tres o cuatro horas por d¨ªa de la semana, seg¨²n el documento elaborado por la Comisi¨®n). Ser¨¢n los Estados miembros quienes decidir¨¢n esas horas y tambi¨¦n quienes elegir¨¢n las medidas adecuadas para el ahorro. La iniciativa podr¨ªa llegar a derivar en una reducci¨®n de consumo de gas de 1.200 millones de metros c¨²bicos durante cuatro meses, seg¨²n c¨¢lculos que incluye el borrador de propuesta de regulaci¨®n, que el colegio de comisarios ha aprobado este martes, pero que no recibir¨¢ la luz verde definitiva hasta ma?ana, en sincronizaci¨®n con el discurso de Von der Leyen.
Avanza tambi¨¦n el gravamen a los productores de las llamadas energ¨ªas ¡°inframarginales¡±, es decir, las que no son gas, que han visto aumentar enormemente sus beneficios y que tendr¨¢n que aportar todo lo que supere un ingreso de 180 euros por megavatio por hora (la media es ahora de 450 euros por megavatio por hora, aunque ha llegado a m¨¢s de 1.000 euros). La cifra se encuentra por debajo del mercado actual, pero algunos la consideran excesiva y una oportunidad perdida para los hogares y empresas ¡°vulnerables¡± porque supera con mucho la media hist¨®rica y su coste medio de producci¨®n. Bruselas no habla de impuestos, sino de topes y de ¡°contribuci¨®n solidaria¡±, como el eufemismo que emplea para el gravamen que implantar¨¢ para las compa?¨ªas de gas y petr¨®leo, que deber¨¢n aportar un 33% de cualquier ganancia superior al 20% de lo que han obtenido de m¨¢s respecto a la media de los ¨²ltimos tres a?os. Ser¨¢n los Estados miembros quienes decidan a qu¨¦ hogares y empresas y c¨®mo ir¨¢n los ingresos obtenidos por esos nuevos grav¨¢menes.
Para algunos, sin embargo, las medidas de la Comisi¨®n Europea llegan tarde. Hace 10 d¨ªas, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, carg¨®, en una entrevista con EL PAIS, contra el Ejecutivo comunitario por no haber reaccionado antes. Aunque fueron muchos en la UE los que escondieron la cabeza en la arena cuando el a?o pasado Putin empez¨® a utilizar el gas como palanca, en ese momento para tratar de acelerar la puesta en marcha del gasoducto Nord Stream 2, que iba a llevar gas ruso directamente a Alemania bajo el mar B¨¢ltico. Y cuando a las puertas del invierno pasado cort¨® el gas a Moldavia (ahora pa¨ªs candidato a la UE) al no alcanzar un acuerdo sobre un nuevo precio con el Gobierno europe¨ªsta moldavo.
Tampoco se atendi¨® en un primer momento al presidente espa?ol, Pedro S¨¢nchez, cuando solicit¨® para Espa?a y Portugal (consideradas en cierta forma ¡°isla energ¨¦tica¡± por sus pocas interconexiones) poner topes temporales a los precios del gas que se utiliza para generar electricidad con el objetivo de bajar r¨¢pidamente la factura de la luz con la llamada excepci¨®n ib¨¦rica. Ahora, esa guerra energ¨¦tica ha alcanzado tambi¨¦n de lleno a toda la ciudadan¨ªa de la UE, y los precios, exacerbados por la postpandemia y la invasi¨®n rusa a Ucrania han alcanzado niveles hist¨®ricamente altos.
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