Letta dimite como l¨ªder socialdem¨®crata tras las cr¨ªticas a su estrategia de no pactar con el Movimiento 5 Estrellas
¡°Haremos una oposici¨®n dura e intransigente. No permitiremos que Italia se separe de los valores europeos¡±, asegura el secretario del Partido Democr¨¢tico, que convocar¨¢ un congreso al que no se presentar¨¢
Enrico Letta, secretario general del Partido Democr¨¢tico (PD), decidi¨® no comparecer la noche del domingo. Era tarde, y el resultado, demasiado confuso para un an¨¢lisis urgente. Profesor y estudioso de la pol¨ªtica, el l¨ªder de los socialdem¨®cratas italianos esper¨® hasta la ma?ana siguiente. Su partido hab¨ªa mejorado ligeramente los resultados obtenidos por Matteo Renzi en 2018. Pero no hab¨ªa motivos para la alegr¨ªa. Pasaban a ser irrelevantes. Y, sobre todo, se hac¨ªa evidente que si no hubiese renunciado a formar una coalici¨®n con el Movimiento 5 Estrellas, habr¨ªa podido configurar un artefacto electoral competitivo. El problema, sin embargo, viene de lejos. El PD, desde su fundaci¨®n en 2007, ha hecho malabarismos para mantenerse en el poder. Como los organismos unicelulares, lo ¨²nico que ha conseguido es reproducirse hasta el infinito a trav¨¦s de la escisi¨®n. De nuevo, su l¨ªder dimitir¨¢. Letta anunci¨® en una rueda de prensa que convocar¨¢ un congreso y no volver¨¢ a presentarse: ¡°Mi liderazgo terminar¨¢ ah¨ª¡±.
El PD no ha obtenido un mal resultado (19%). Ser¨¢ la principal fuerza de la oposici¨®n. Pero la sangr¨ªa de votos por la opci¨®n uninominal en las papeletas electorales ha sido tremenda, incluso en lugares como el centro de Roma o Livorno, basti¨®n inexpugnable de la izquierda. La traves¨ªa en el desierto que le espera aumentar¨¢ todav¨ªa m¨¢s el desgaste que ha sufrido en los ¨²ltimos a?os y que Letta intentaba corregir con una profunda renovaci¨®n del partido. El lunes por la ma?ana, con las ideas m¨¢s claras, compareci¨® ante la prensa. ¡°Vamos a la oposici¨®n con una gran determinaci¨®n. Haremos una oposici¨®n dura e intransigente. No permitiremos que Italia salga del coraz¨®n de Europa, donde es justo que est¨¦. No permitiremos que Italia se separe de los valores europeos y de los valores constituyentes¡±, proclam¨®.
A Letta se le reprochar¨¢ la incapacidad para llegar a acuerdos con aliados. La ley electoral italiana, una mezcla entre el sistema mixto y el proporcional, premia enormemente las coaliciones fraguadas a priori. Siendo plenamente consciente de ello, el secretario del PD no quiso pactar con el M5S. ¡°Si hemos llegado al Gobierno de [la l¨ªder de Hermanos de Italia, Giorgia] Meloni desde el Ejecutivo de Draghi es por culpa de Giuseppe Conte, que lo hizo caer¡±, se?al¨® justificando su decisi¨®n. ¡°Muchos partidos han trabajado contra nosotros y no contra la derecha. El resultado no nos satisface, pero somos el segundo partido del pa¨ªs y el segundo grupo parlamentario¡±.
La izquierda italiana no encuentra su lugar en el escenario pol¨ªtico italiano. Desde hace m¨¢s dos d¨¦cadas, el espectro progresista agoniza lentamente. Matteo Renzi, a quien muchos ni siquiera consideraban que perteneciese realmente a esa ¨®rbita, constituy¨® un extra?o par¨¦ntesis con su pr¨®spero Gobierno. Pero ni siquiera hab¨ªa ganado las elecciones. Su ascenso al poder fue fruto de otro juego de palacio a los que la izquierda se ha habituado en los ¨²ltimos a?os para mantener su poder. Aunque fuera a costa de aparecer ante su electorado como una fuerza cada vez m¨¢s antip¨¢tica y apegada a la moqueta de los salones de Roma.
El ¨²ltimo candidato socialdem¨®crata salido de unas urnas fue Romano Prodi en 2006, cuando configur¨® la gran coalici¨®n que bautiz¨® como Olivo. Desde entonces, todas las aventuras del PD han pasado por las estrategias postelectorales. Ahora el partido deber¨¢ acelerar el rejuvenecimiento de su clase dirigente, empezado ya con Letta. Cuando se convoque el congreso se mirar¨¢ hacia figuras emergentes como la vicepresidenta de la regi¨®n de Emilia Roma?a, la popular Ely Shlein (la prensa internacional se empe?a en compararla con Alexandria Ocasio-Cortez). Pero tambi¨¦n habr¨¢ que reformular el mensaje, la estrategia y las futuras alianzas.
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