Inflaci¨®n, aborto y derechos: los motores del voto de las mujeres en Estados Unidos
El sufragio del electorado femenino, m¨¢s numeroso y constante que el masculino, se perfila crucial en las elecciones legislativas del 8 de noviembre
A¨²n no es mediod¨ªa, la hora para que comience la manifestaci¨®n, pero el parque Folger de Washington, en los alrededores del Capitolio, ya rebosa de mujeres. Las organizadoras de la Women¡¯s March esperaban unas 2.000 participantes, y el n¨²mero se supera con creces. Vestidas de azul, como se especificaba en la convocatoria, o de verde ¡ªel color de los derechos reproductivos de la mujer popularizado en Argentina y que se ha extendido por el continente¡ª, con pancartas en las que se leen lemas como ¡°unidas somos m¨¢s fuertes que un pa¨ªs dividido. Vota¡±, mujeres de todas las edades desaf¨ªan el fr¨ªo que ya empieza a calar en esta ma?ana de s¨¢bado (8 de octubre) para defender el derecho al aborto.
Mujeres de cabello plateado junto a sus hijas y sus nietas de corta edad. J¨®venes que acaban de registrarse para votar en las elecciones legislativas de Estados Unidos en noviembre. Adolescentes que a¨²n no tienen edad de votar y que participan, con ojos asombrados y carteles muy caseros ¡ª¡±?no puedo tomar decisiones, pero s¨ª puedo tener un hijo?¡±¡ª, en la primera manifestaci¨®n de sus vidas. Todas marchan desde el parque en direcci¨®n al Capitolio, coreando lemas como When women¡¯s lives are under attack, what do we do? Stand up and fight back (¡°cuando las vidas de las mujeres se ven atacadas, ?Qu¨¦ hacemos? Nos levantamos y peleamos contra ello¡±). Un hombre les sale al paso ¡ª¡±?pecadoras! ?Vais a ir todas al infierno!¡±¡ª y queda prontamente rodeado. Forzado a echarse a un lado, seguir¨¢ profiriendo insultos durante la hora de marcha.
¡°Nunca me hab¨ªa interesado mucho la pol¨ªtica, la verdad. Me aburr¨ªa. Pero que eliminen nuestro derecho al aborto me ha parecido alarmante. Hasta ahora no hab¨ªa prestado atenci¨®n, pero se trata de proteger nuestros derechos como mujeres. Ahora s¨ª que estoy atenta¡±, cuenta Robbie, una estudiante de 20 a?os residente en el Estado de Maryland y que participa con un grupo de amigas en la concentraci¨®n. Se declara ¡°indignada¡± desde que el Tribunal Supremo anul¨® el 24 de junio la sentencia Roe versus Wade ¡ªque en 1973 legaliz¨® el derecho al aborto en EE UU¡ª y dej¨® en manos de los Estados permitir o no la interrupci¨®n voluntaria del embarazo y regular en qu¨¦ circunstancias. ?Ir¨¢ a votar el 8 de noviembre en las elecciones legislativas estadounidenses? ¡°Por supuesto. Las mujeres nos jugamos el cuerpo en ellas¡±, sostiene.
Al otro lado del r¨ªo Potomac, en el condado de Arlington, Anne, empleada de 57 a?os en una empresa de servicios y madre de dos hijos en edad universitaria, se lamenta del impacto de la inflaci¨®n ¡ª8,2% en septiembre¡ª. ¡°Ya no podemos comprar cosas que antes s¨ª. A la hora de hacer la compra me pienso m¨¢s lo que pongo en la cesta. He dejado casi de comprar pescado y he recortado en carne tambi¨¦n. Voy a un supermercado que est¨¢ m¨¢s lejos pero es algo m¨¢s barato. Trabajo cada vez que puedo desde casa, para no gastar gasolina. Intentas hacer m¨¢s con menos¡ eso es ahora mismo mi preocupaci¨®n n¨²mero uno¡±, admite.
Apenas quedan un par de semanas para las elecciones de medio mandato en Estados Unidos. Unos comicios clave. El partido que gane tendr¨¢ el control de la agenda legislativa en un pa¨ªs cada vez m¨¢s polarizado entre dem¨®cratas y republicanos. Y el electorado femenino, uno de los mayores bloques de votantes, tendr¨¢ una importancia decisiva. Son diez millones m¨¢s que los votantes varones, y acuden m¨¢s a las urnas que ellos: 88,2 millones en 2020, por 72,5 millones de hombres en las presidenciales de 2020. Su apoyo ya dio en 2018 la mayor¨ªa a los dem¨®cratas en el Congreso de EE UU, y en 2020 posibilit¨® que Joe Biden le ganara la presidencia a Donald Trump por m¨¢s de siete millones de votos.
¡°El g¨¦nero importa, en lo que respecta al comportamiento de los votantes y en lo que respecta a los esfuerzos por movilizarlos¡±, apunta la profesora Andra Gillespie, de la Universidad de Emory. ¡°En particular, la participaci¨®n de ciertos perfiles de mujeres podr¨ªa ser decisiva en algunas de las batallas electorales. Por ejemplo, entre los votantes afroamericanos, los electores son desproporcionadamente de g¨¦nero femenino. Si hay una gran participaci¨®n de mujeres afroamericanas, eso pueden ser buenas noticias para los candidatos dem¨®cratas, porque ese bloque es sistem¨¢ticamente el m¨¢s leal hacia ese partido¡±, a?ade.
La inc¨®gnita es qu¨¦ pesar¨¢ m¨¢s a la hora de movilizar a las mujeres. Si defender el derecho al aborto que las galvaniz¨® tras la decisi¨®n del Supremo, algo que beneficiar¨ªa a los dem¨®cratas; o si, como apuntan las ¨²ltimas encuestas, pesar¨¢ m¨¢s la preocupaci¨®n sobre el deterioro de la situaci¨®n econ¨®mica y la subida del coste de la vida, que obliga a las familias a hacer ajustes para intentar llegar a fin de mes. En ese caso, los republicanos ser¨ªan los que sacar¨ªan provecho. Un sondeo de la Universidad de Pensilvania de hace un par de semanas revela que un 41% de los votantes estadounidenses ¡ªhombres y mujeres¡ª considera la inflaci¨®n el problema m¨¢s acuciante. Solo un 15% considera el derecho al aborto como un asunto prioritario.
En las semanas siguientes al dictamen del Supremo, las organizaciones no gubernamentales especializadas en la movilizaci¨®n del voto detectaron un enorme aumento de las inscripciones femeninas en el censo electoral. En M¨ªchigan son el doble de las masculinas. En Pensilvania, suman un 56% de los nuevos registros desde el 24 de junio. El voto de las mujeres propin¨® una sonora derrota en agosto a una propuesta legislativa en Kansas que hubiera ilegalizado el aborto incluso en los supuestos m¨¢s dr¨¢sticos.
¡°El aborto es una cuesti¨®n que es altamente motivadora, y no porque sea una cuesti¨®n muy importante en s¨ª, sino porque est¨¢ profundamente conectada con otros asuntos de justicia econ¨®mica y desigualdad racial en nuestro pa¨ªs¡±, explica Amanda Brown Lierman, presidenta de Supermajority, una ONG que busca movilizar el voto femenino. ¡°Hemos visto que las mujeres est¨¢n muy motivadas sobre este asunto, y sobre nuestros derechos en el futuro. Nos jugamos nuestras vidas y nuestros cuerpos¡±.
El Partido Dem¨®crata ha convertido la defensa del derecho al aborto en su gran apuesta electoral, especialmente en aquellos Estados considerados como ¡°campo de batalla¡±, donde las encuestas pronostican los resultados m¨¢s re?idos: Pensilvania, M¨ªchigan y Georgia. La semana pasada, Biden promet¨ªa que si su partido alcanza una mayor¨ªa suficiente, restablecer Roe versus Wade ser¨¢ la primera medida que apruebe al inaugurarse la nueva legislatura el pr¨®ximo enero.
¡°La apuesta de los activistas dem¨®cratas es que las mujeres blancas con estudios universitarios, que hist¨®ricamente hab¨ªan votado m¨¢s por los republicanos [aunque en 2018 y 2020 se inclinaron m¨¢s hacia los dem¨®cratas], digan que la situaci¨®n sobre el aborto es inaceptable y que van a votar por candidatos en favor de ese derecho¡±, sostiene la profesora Gillespie.
Los sondeos apuntan a que la libertad de elecci¨®n y los derechos de las mujeres son la cuesti¨®n principal para las votantes menores de 35 a?os. Pero entre las mayores de 50 preocupa el dr¨¢stico aumento del coste de la vida, el rumbo econ¨®mico y la seguridad: un 66% de ellas asegura que este a?o ha recortado gastos no imprescindibles. ¡°Por supuesto, los asuntos que las motivan para ir a votar son diferentes entre s¨ª porque las mujeres no son un bloque monol¨ªtico¡±, apunta Brown Lierman.
Se?ales de alarma
Algunas encuestas ya han empezado a lanzar se?ales de alarma a los dem¨®cratas. Despu¨¦s de semanas de pron¨®sticos de un firme apoyo de las mujeres independientes ¡ªlas que no se declaran de un partido o de otro¡ª al programa dem¨®crata, un sondeo que publicaba hace dos semanas The New York Times apuntaba a un giro de 180 grados: de respaldar al partido en el poder con una ventaja de 18 puntos porcentuales, estas mujeres se inclinaban ahora por los republicanos por una mayor¨ªa de 14 puntos porcentuales.
¡°Trabajo desde casa, y tengo que hacerlo porque con la inflaci¨®n las cosas se han disparado tanto que no me puedo permitir jubilarme. Estoy pagando el doble que antes por los alimentos. Al menos si trabajo desde casa no tengo que gastar en gasolina¡±, contaba una jubilada de 64 a?os residente en Ohio durante una sesi¨®n de grupos focales de la Asociaci¨®n Estadounidense de Personas Retiradas. ¡°Los precios han subido tanto que no me dejan ser el tipo de abuela que me gustar¨ªa ser. Tengo una nieta de 18 meses y mi hijo quer¨ªa que me saludara en una videoconferencia por Zoom, pero yo en ese momento ten¨ªa que trabajar. Y no pod¨ªa permitirme perder los 20 d¨®lares de esa hora de trabajo por una llamada de Zoom con ella. Colgu¨¦ el tel¨¦fono y me ech¨¦ a llorar¡±.
Votantes como ella son fundamentales para los dos partidos. Las mayores de 50 a?os componen uno de los grupos m¨¢s numerosos y que con mayor constancia acuden a las urnas. Seg¨²n los datos del censo, suman el 27% del total del electorado y tanto en 2018 como en 2020 acumularon el 30% de los sufragios emitidos. Una encuesta de AARP indica que el 94% prev¨¦ votar este a?o, pero la mitad a¨²n no sabe por qui¨¦n. Entre las mujeres latinas, uno de los grupos m¨¢s perjudicados por la inflaci¨®n y el aumento del coste de la vida, esa cifra se dispara al 78%.
¡°Como el bloque mayor de votantes bisagra en estas elecciones, las mujeres mayores de 50 a?os pueden marcar la diferencia en 2022 y decidir el equilibrio de poder en el Congreso y en los Estados de todo el pa¨ªs¡±, seg¨²n la la vicepresidenta de AARP Nancy LeaMond.
Las pr¨®ximas dos semanas ser¨¢n decisivas. Dos de cada cinco mujeres de m¨¢s de 50 a?os consideran que decidir¨¢n a qui¨¦n apoyar en la recta final hacia el 8 de noviembre. Ser¨¢ clave tambi¨¦n el que las mujeres menores de 35 a?os, generalmente menos cumplidoras con las urnas, finalmente se movilicen ese d¨ªa.
¡°Estas van a ser unas elecciones legislativas como ninguna otra. Las madres estadounidenses est¨¢n decididas a votar¡±, subraya en un comunicado Kristin Rowe Finkbeiner, directora ejecutiva de la ONG MomsRising. ¡°Las mujeres y madres se han registrado para votar en n¨²meros r¨¦cord, y estamos haciendo un trabajo enorme para que participen. Vamos a ejercer nuestro poder en las urnas este a?o¡±, concluye.
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