Meloni lanza una se?al apaciguadora con su r¨¢pido primer viaje a Bruselas

Los primeros viajes al extranjero de los nuevos dirigentes de cualquier Estado suelen tener algo de simb¨®lico y lanzar un mensaje o una declaraci¨®n de intenciones. El estreno de Giorgia Meloni no va a ser una excepci¨®n: va a Bruselas apenas 10 d¨ªas despu¨¦s de ser nombrada presidenta del Gobierno en Italia ¨Dpoco tiempo para los est¨¢ndares europeos¨D para lanzar una se?al de tranquilidad a las instituciones comunitarias, apuntan en Roma. Las dos partes saben que en el futuro habr¨¢ enfrentamientos ¨Del plan de recuperaci¨®n y los fondos europeos se asoman como un potencial primer escollo o la pol¨ªtica migratoria¨D, pero en este primer encuentro habr¨¢ poco hueco para el disenso. La agenda es apretada y los primeros pasos en el campo de la pol¨ªtica exterior de la l¨ªder italiana, que el mi¨¦rcoles mantuvo su primera conversaci¨®n telef¨®nica con el presidente de Espa?a, Pedro S¨¢ncez, han reafirmado el apoyo de su pa¨ªs a Ucrania: una l¨ªnea que gusta en Bruselas.

Italia se ha convertido en el primer pa¨ªs de los cuatro grandes de la UE en el que la extrema derecha preside el Gobierno. Eso preocupa mucho en la capital comunitaria, as¨ª como en sus instituciones. Tambi¨¦n lo hace su afinidad con los Gobiernos m¨¢s euroesc¨¦pticos como el de Hungr¨ªa o el de Polonia. Eso explica el morbo y la expectaci¨®n que ha levantado esta primera visita de Meloni a Bruselas, donde en solo una tarde va a verse con las tres m¨¢ximas autoridades comunitarias: Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo; Ursula von der Leyen, m¨¢xima responsable de la Comisi¨®n Europea; y Charles Michel, el presidente del Consejo Europeo. No obstante, desde todas las instituciones se insiste en calificar los encuentros como protocolarios o ¡°de cortes¨ªa¡±.

Nadie espera en la capital comunitaria que en estas tres reuniones ya afloren tensiones. S¨ª que son conscientes, en cambio, de que podr¨ªan no tardar en aparecer. El plan de recuperaci¨®n italiano, y los ingentes fondos que lleva aparejado, puede ser un primer punto si el Ejecutivo de Meloni pretende dar un giro radical, porque no es algo que contemplen las normas comunitarias ni que permitan los tiempos y plazos ya pactados con sus consiguientes desembolsos. En el Ejecutivo italiano rebajan la posibilidad de fricci¨®n. ¡°Se ha elegido Bruselas como primer viaje para mandar un mensaje claro, en contra de todo lo que se ha dicho estos meses¡±, apuntan fuentes del entorno de la primera ministra.

Meloni ya ha advertido que el plan dise?ado por su predecesor, Mario Draghi, ya no sirve. La crisis energ¨¦tica y la variaci¨®n de precios debido a la inflaci¨®n hace inviable su aplicaci¨®n, considera. El problema, admiten en Roma, es que tocar¨¢ respetar los compromisos adquiridos y que el dinero que est¨¢ en juego es demasiado como para poner en riesgo los pagos que deber¨¢n recibirse pr¨®ximamente. La entrada en vigor de la reforma de la justicia civil, dise?ada por la ministra saliente, Marta Cartabia, y exigida por la Comisi¨®n Europea para recibir los fondos, ha sido aplazada hasta finales de diciembre. Si se superase el d¨ªa 31, se comprometer¨ªa gravemente el siguiente pago, admiti¨® Meloni en su primera rueda de prensa esta semana.

Meloni, que ha asegurado la l¨ªnea europe¨ªsta y atlantista de Italia nada m¨¢s aceptar el cargo, ha confiado su agenda europea a Raffaele Fitto, hombre moderado y gran conocedor de las instituciones comunitarias (ha sido eurodiputado las dos ¨²ltimas legislaturas y es copresidente del grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos). La idea, al menos en los primeros tiempos de mandato, ser¨¢ evitar fricciones. Especialmente ahora que el Ejecutivo deber¨¢ dise?ar la nueva ley de presupuestos y recibir la luz verde de Bruselas. ¡°Italia defender¨¢ sus intereses, pero con lealtad a la Uni¨®n Europea¡±, insisten las fuentes del entorno de la nueva primera ministra. Los dosieres que se tratar¨¢n, remarcan, tambi¨¦n abordar¨¢n la cuesti¨®n migratoria.

En el tema ucranio no ese esperan conflictos con Bruselas, al menos por parte de Meloni. El problema llega ahora desde sus socios de coalici¨®n: Matteo Salvini (Liga) y Silvio Berlusconi (Forza Italia). Este ¨²ltimo, que deb¨ªa ser el garante de la moderaci¨®n y el europe¨ªsmo, se ha convertido en las ¨²ltimas semanas en una fuente de problemas inagotable con sus comentarios sobre la invasi¨®n rusa en Ucrania favorables a Vlad¨ªmir Putin.

Los mensajes de Meloni gustan y contrastan con algunos temores. Pero todav¨ªa hay un cierto escepticismo en Bruselas. Con muchas dudas se muestra la presidenta del grupo de Socialistas y Dem¨®cratas en la Euroc¨¢mara, la espa?ola Iratxe Garc¨ªa. ¡°La recibimos con escepticismo y cautela¡±, apunta. Admite que la visita de la l¨ªder italiana a Bruselas es r¨¢pida para los c¨®digos europeos, si bien cree que lo hace as¨ª porque ¡°est¨¢ en entredicho su posici¨®n europe¨ªsta¡±. Recuerda, adem¨¢s, la socialista espa?ola que junto al apoyo a Ucrania, Meloni ya ha dado algunos pasos que, en su opini¨®n, van contra las normas comunitarias y pone el ejemplo de la Operaci¨®n Sof¨ªa de salvamento mar¨ªtimo de migrantes en el mar Mediterr¨¢neo, que ahora tratar¨¢ de devolver los barcos a las costas de Libia en lugar de rescatar personas.

Tambi¨¦n los liberales de Renew muestran sus recelos: ¡°Esperamos que Italia mantenga su tradici¨®n de fuerte compromiso con la UE. Pero, obviamente, tener a la extrema derecha en el gobierno es un motivo de preocupaci¨®n para nosotros. Seguiremos vigilantes, especialmente en lo que respecta al Estado de Derecho, las libertades civiles y la democracia¡±, apuntan fuentes del grupo.

Desde el Partido Popular Europeo, el grupo mayoritario en el Parlamento comunitario, han rehusado hacer comentarios. Se ha recordado que la posici¨®n del PPE respecto del Ejecutivo italiano se adopt¨® hace ya tiempo y que pasa por apoyar a Forza Italia, la marca popular en el pa¨ªs, en su entrada en el nuevo Gobierno. De hecho, el ministro de Asuntos Exteriores es Antonio Tajani, el tradicional hombre de Silvio Berlusconi en Bruselas, que ha ejercido como presidente del Parlamento Europeo.

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