Empieza la carrera por las presidenciales de 2024: el anuncio de Trump eleva las posibilidades de que Biden opte a la reelecci¨®n
La Casa Blanca activa un plan para contrarrestar la campa?a del magnate. El Partido Republicano, dividido tras la decepci¨®n de las elecciones legislativas, recibe la candidatura con escepticismo e incomodidad
Donald Trump llevaba el martes por la noche unos 20 minutos del discurso con el que, siguiendo el guion de su propia pel¨ªcula de suspense, anunci¨® que se presenta a las elecciones presidenciales de 2024. Fue entonces cuando Joe Biden, su viejo ¡ªy quiz¨¢ futuro¡ª contrincante, lo acus¨® en Twitter de haber ¡°defraudado a Estados Unidos¡±. El mensaje iba acompa?ado de un video cuidadosamente editado que responsabilizaba al expresidente de ¡°manipular la econom¨ªa en favor de los ricos¡±, hundir el empleo, alentar el extremismo, atacar la sanidad y perseguir el aborto.
La sincron¨ªa entre el discurso de Trump ¡ªun fatigoso, pesimista y airado devaneo de m¨¢s de 60 minutos pronunciado en su mansi¨®n en Mar-a-Lago en el que prometi¨® ¡°devolver su grandeza a Am¨¦rica¡±¡ª y la reacci¨®n del presidente, que en esos momentos estaba en la cumbre del G-20 de Bali, enfrascado en la gesti¨®n de la crisis provocada por el lanzamiento de un misil sobre Polonia, hizo pensar que Biden ten¨ªa un plan. A nadie, mucho menos a la Casa Blanca, pudo coger por sorpresa el anuncio: Trump lleva meses se?alando el camino de sus intenciones y hab¨ªa dejado claro que no pensaba escuchar a quienes, entre sus colaboradores, familiares y miembros del Partido Republicano, trataron de convencerle en los ¨²ltimos d¨ªas de que no era el momento de lanzar su carrera hacia 2024.
Donald Trump failed America. pic.twitter.com/fylyocYcse
— Joe Biden (@JoeBiden) November 16, 2022
La decepci¨®n electoral de los suyos, le dec¨ªan, a¨²n est¨¢ demasiado fresca, y todav¨ªa queda la celebraci¨®n de la segunda vuelta que decidir¨¢ en Georgia el 6 de diciembre el ¨²ltimo esca?o en el Senado. Incluso a falta de eso, la C¨¢mara alta ya es de los dem¨®cratas. La baja cay¨® el mi¨¦rcoles por la noche en manos de los republicanos. Pero la ventaja es mucho menor de la esperada, en gran parte, por la sombra que sobre la campa?a proyect¨® Trump, al apoyar a candidatos inexpertos y extremistas en los Estados clave que han dado el Senado a los dem¨®cratas.
Pocas horas despu¨¦s del evento en Palm Beach (Florida), The New York Times, tambi¨¦n preparado para la eventualidad, public¨® una historia en la que detallaba el plan urdido ¡°durante meses¡± por la Casa Blanca para reaccionar a la tercera candidatura presidencial de Trump, que llega inusualmente pronto. A¨²n faltan dos a?os para las elecciones, pero el magnate conf¨ªa en que su ¨²ltimo truco le ayude a sortear algunos de los muchos embrollos judiciales y fiscales en los que anda metido por sus negocios, por los papeles clasificados que hall¨® el FBI en, precisamente, Mar-a-Lago y por su implicaci¨®n en el ataque al Capitolio del 6 de enero. (Los funcionarios del Departamento de Justicia ya han dejado claro que nada cambia para ellos el anuncio de la candidatura de Trump).
Contra la democracia
Entre los puntos de ese plan, que arranc¨® horas antes de la cita en Mar-a-Lago con el lanzamiento de una web oficial para glosar los logros de la Administraci¨®n de Biden, figura continuar con el mensaje, que se ha demostrado exitoso en las ¨²ltimas elecciones legislativas, de que apoyar al magnate representa un peligro para la democracia. Tambi¨¦n trabajar¨¢n en contrarrestar la desinformaci¨®n y los ataques del expresidente. Ambos siguieron el martes con un discurso plagado de exageraciones, medias verdades y mentiras completas en el que este dijo: ¡°El declive de nuestro pa¨ªs est¨¢ forzado por Biden y los lun¨¢ticos de la izquierda radical que est¨¢n dejando a nuestro Gobierno directamente a la altura del bet¨²n¡±. No est¨¢ claro a¨²n si entre esos puntos figura el proyecto de Biden, que este domingo cumple 80 a?os, de presentarse de nuevo a las elecciones.
Los colaboradores del presidente cuentan con que la posibilidad de enfrentarse de nuevo a Trump alentar¨¢ sus ganas. Biden siempre ha dicho que la idea de neutralizarlo fue lo que lo llev¨® a presentarse en 2020, y se enorgullece de haber sido el ¡°¨²nico capaz de derrotarlo¡±. En una comparecencia la semana pasada para felicitarse por los resultados de las legislativas, el l¨ªder dem¨®crata dijo que su intenci¨®n era presentarse de nuevo, pero que esa es ¡°una decisi¨®n familiar¡± que aplazar¨¢ hasta el a?o pr¨®ximo. Tambi¨¦n habl¨® sobre el principal enemigo en casa que le ha salido a Trump, el gobernador republicano de Florida Ron DeSantis: ¡°Ser¨¢ divertido ver c¨®mo pelean¡±, dijo Biden.
DeSantis se reuni¨® a puerta cerrada con miembros de su partido mientras Trump hablaba a sus seguidores. Antes, aquel hab¨ªa pedido a la prensa que comparara sus espectaculares resultados en Florida con el rendimiento de los candidatos apoyados por el magnate. No es el ¨²nico que en el partido se ha quitado la careta y se ha plantado sin miedo ante Trump, que sigue teniendo un enorme ascendente sobre los simpatizantes republicanos: un 40% lo apoyar¨ªa, seg¨²n las encuestas, y los asistentes a sus multitudinarios m¨ªtines se comportan a menudo como miembros de un culto acostumbrados a crecerse cuando menosprecian a su l¨ªder.
Las reacciones de las ¨²ltimas horas entre los suyos han ido desde su hija, Ivanka ¡ªque le ha dejado claro que mejor esta vez no cuente con ella para la campa?a¡ª hasta Jeb Bush ¡ªque destac¨® ¡°la falta de energ¨ªa¡± del discurso de Mar-a-Lago y lo llam¨® ¡°Somnoliento Donnie¡±, al hilo del mote para Biden de Trump, Sleepy Joe¡ª o Mike Pence, su vicepresidente. Este ha dicho, aprovechando que est¨¢ de promoci¨®n de su libro de memorias: ¡°Tendremos mejores opciones para 2024¡å.
Urgencias fratricidas
Es cierto que el partido anda metido en otras urgencias fratricidas. Tras escoger el martes a Kevin McCarthy como candidato a presidir la C¨¢mara de Representantes, los republicanos renovaron la confianza en Mitch McConnell como su l¨ªder en el Senado, puesto que ocupa desde 2007. McConnell, que ha estado en la diana de los buscadores de responsabilidades por el fiasco electoral durante estos d¨ªas, se enfrent¨® a la oposici¨®n de ¨²ltima hora del senador por Florida Rick Scott, en un levantamiento que demuestra el delicado momento que viven los conservadores en el Capitolio.
La prensa, por su parte, ha dado se?ales de haber aprendido ciertas lecciones del pasado. El adictivo espect¨¢culo retransmitido al minuto que Trump ofreci¨® durante la campa?a de 2016 contribuy¨® indudablemente a su triunfo. Los diarios nacionales recibieron el anuncio del martes con mesura y recordando el historial del candidato: dos impeachments (juicios pol¨ªticos) y un llamamiento a la insurrecci¨®n el 6 de enero que acab¨® en violencia.
Los grandes canales informativos de la televisi¨®n por cable se negaron, por su parte, a retransmitir el discurso al completo. As¨ª, evitaron la difusi¨®n de falsedades sobre el cambio clim¨¢tico, la frontera con M¨¦xico o el desempe?o de la econom¨ªa durante la Administraci¨®n anterior. La habitualmente fiel Fox News cort¨® la retransmisi¨®n una vez que el anuncio presidencial qued¨® dicho. Lo mismo hizo la CNN. M¨¢s a la izquierda, MSNBC ni siquiera comparti¨® la se?al en directo. En su lugar, dio una entrevista con la reelegida gobernadora dem¨®crata de M¨ªchigan, Gretchen Whitmer, que tambi¨¦n suena como candidata a la Casa Blanca.
Aunque el caso m¨¢s asombroso fue el del New York Post. El tabloide ¡ªpropiedad de Rupert Murdoch, otro que parece dispuesto a soltar amarras con el magnate al que encumbr¨®¡ª dio la noticia en su edici¨®n impresa en p¨¢gina par, en una media columna sin firmar en la que en tono de mofa hablaba del ¡°movimiento sorpresa que ning¨²n oponente pudo anticipar¡± de un ¡°jubilado de Florida¡±, ¡°famoso por sus vest¨ªbulos dorados y por despedir a gente en programas de telerrealidad¡±. ¡°Tendr¨¢ 78 a?os en 2024. Se desconocen sus niveles de colesterol, pero su comida favorita es el bistec carbonizado con ketchup¡±. El art¨ªculo terminaba as¨ª, en pasado: ¡°Trump tambi¨¦n sirvi¨® como el 45? presidente de Estados Unidos¡±.
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