China: una protesta nacional
El Gobierno de Xi no tiene una salida f¨¢cil frente a las muestras de descontento, un movimiento contra las restricciones sanitarias que nadie esperaba
J¨®venes con guitarras cantando la Internacional en Yunnan. Gritos de ¡°abajo el Partido¡± y ¡°abajo Xi Jinping¡± en Shangh¨¢i. Proclamas contra la covid cero frente a una universidad de ¨¦lite de Pek¨ªn. China est¨¢ viviendo su mayor oleada de protestas en d¨¦cadas. La petici¨®n de los manifestantes: eliminar la pol¨ªtica de covid cero que ha impuesto duros confinamientos y restricciones desde que la pandemia empez¨® en el pa¨ªs. Al principio de la epidemia, como en el resto del mundo, el cierre de ciudades fue visto como necesario. Y en China, en cuesti¨®n de salvar vidas, fue m¨¢s exitoso. Pero a medida que el mundo iba vacun¨¢ndose y reanudando su vida normal, el contexto chino empez¨® a parecer cada vez m¨¢s extra?o.
Los j¨®venes chinos que ahora protestan han visto desde hace meses c¨®mo la mayor¨ªa del mundo hace vida normal, mientras que ellos no pueden recuperar sus libertades sociales, econ¨®micas y de movimiento de antes de la pandemia. No pueden vivir una vida normal o hacer dinero como antes. Urumqi, la ciudad donde se produjeron diez muertos por un incendio y se iniciaron las protestas, llevaba m¨¢s de 100 d¨ªas de semiconfinamiento. J¨®venes y mayores, ricos y pobres, empresarios y obreros, miembros y no miembros del Partido han sufrido la pol¨ªtica de covid cero. Una pol¨ªtica nacional ha creado un movimiento nacional de protesta que nadie esperaba en el pa¨ªs.
Los manifestantes mayoritariamente piden el fin de la covid cero, aunque haya algunos gritos pidiendo democracia o criticando al Partido. La generaci¨®n joven que est¨¢ participando en esta protesta es m¨¢s nacionalista y esc¨¦ptica respecto a Occidente que la de Tiananm¨¦n en 1989. Pero eso no impide que quieran m¨¢s libertades sociales y de expresi¨®n que las actuales, aunque sin reivindicar un cambio de modelo. Para el Partido este tipo de protesta de nivel nacional es nueva.
Normalmente, el Gobierno tiene que lidiar con estallidos locales por temas de corrupci¨®n, laborales o medioambientales. Suele aplicar la estrategia del palo y la zanahoria, deteniendo a los cabecillas de las protestas, a la vez que acepta parte de las demandas de los manifestantes. Con las protestas contra la pol¨ªtica de covid cero, esta estrategia es menos factible. Por un lado, por el costo humano que podr¨ªa tener eliminar la covid cero. Un modelo de Nature pronostica alrededor de 1,5 millones de muertos y solo uno de cada 15 casos graves podr¨ªan ser atendidos en una UCI.
Pek¨ªn no ha permitido usar vacunas occidentales en el pa¨ªs (que han resultado ser m¨¢s efectivas que las chinas) y, adem¨¢s, no ha conseguido altas tasas de vacunaci¨®n entre los mayores. El escenario es grave. China supera ahora las 30.000 infecciones al d¨ªa, el n¨²mero m¨¢s alto desde que empez¨® la pandemia. Permitir el uso de vacunas ARNm extranjeras e impulsar una campa?a intensa de vacunaci¨®n entre los mayores son pasos necesarios.
La respuesta a las protestas tambi¨¦n tiene una lectura pol¨ªtica. La estrategia de covid cero est¨¢ claramente asociada al Gobierno nacional y a Xi Jinping. Las cr¨ªticas que se oyen en las calles de China van en esa direcci¨®n. Ya ha habido detenciones y seguramente aumentar¨¢n, pero si la represi¨®n fuera m¨¢s violenta, eso podr¨ªa crear un efecto rebote y atraer m¨¢s manifestantes. La mayor¨ªa de China est¨¢ pendiente al minuto a trav¨¦s de redes sociales sobre qu¨¦ est¨¢ pasando en las protestas. El Gobierno tambi¨¦n puede esperar que las manifestaciones se apaguen por s¨ª solas, pero eso podr¨ªa transmitir que el Partido hace o¨ªdos sordos a las demandas ciudadanas. A la vez, si acepta las peticiones de los manifestantes, esto los podr¨ªa envalentonar a exigir todav¨ªa m¨¢s. No hay salida f¨¢cil para el Gobierno chino.
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