El caso que puede marcar el futuro de la democracia en Estados Unidos divide al Supremo
Los jueces conservadores se inclinan por eliminar controles sobre los parlamentos estatales acerca de las normas y los mapas electorales
El Tribunal Supremo de Estados Unidos est¨¢ justo enfrente del Capitolio, sede del Congreso. Poder judicial y legislativo frente a frente. Este mi¨¦rcoles, en la sala de vistas del tribunal se ha analizado un caso clave para el futuro de las elecciones de Estados Unidos. Bajo el tecnicismo del caso Moore contra Harper est¨¢ en juego conceder al poder legislativo de Carolina del Norte (y, por extensi¨®n, a los dem¨¢s parlamentos estatales) la capacidad para regular a su antojo los comicios, con el riesgo de manipular la voluntad del electorado y, en ¨²ltimo extremo, alterar incluso las reglas por las que se nombran a los electores estatales para la designaci¨®n de presidente.
En la vista, varios jueces conservadores (Samuel Alito, Clarence Thomas y Neil Gorsuch) han mostrado aparente simpat¨ªa por dar m¨¢s poder a las legislaturas estatales, controladas en su mayor¨ªa por los republicanos, para delimitar los distritos y tomar otras decisiones que los dem¨®cratas temen que conlleven supresi¨®n de voto, sin control de los jueces ni las constituciones estatales. Pero los otros tres magistrados conservadores han mostrado una posici¨®n intermedia o no se han pronunciado sobre el alcance de su decisi¨®n.
Las tres juezas progresistas han manifestado su clara hostilidad a esa posici¨®n, sostenida en el recurso por Carolina del Norte. Sonia Sotomayor ha acusado a la abogada de los republicanos de estar ¡°reescribiendo la historia¡±. Y Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson han advertido de los riesgos para la integridad electoral de suprimir controles y contrapesos y dar poder a los legisladores por encima de los jueces y de las constituciones estatales.
El Gobierno de Biden, por un lado, y el Comit¨¦ Nacional Republicano, por otro, han participado en el caso con posiciones opuestas. Los republicanos consideran una exageraci¨®n decir que si el Supremo falla a su favor es ¡°el fin de la democracia¡±. De lo que no hay duda es de la relevancia pol¨ªtica del caso, un recurso contra la decisi¨®n del Tribunal Supremo de Carolina del Norte de anular los mapas electorales dibujados a su favor por los republicanos, que controlan el Congreso estatal, pues consideraba que era demasiado partidista y artificial, un caso extremo de gerrymandering (el dise?o de los distritos para beneficiar a un partido).
El presidente de la C¨¢mara de Representantes de Carolina del Norte, Timothy Moore, recurri¨® alegando la ¡°doctrina de la legislatura estatal independiente¡±, que defiende que solo los parlamentos estatales y el Congreso en Washington tienen potestad para decidir las reglas de las elecciones federales: las presidenciales y las legislativas.
El art¨ªculo 1 de la Constituci¨®n de Estados Unidos dice: ¡°Los lugares, ¨¦pocas y modo de celebrar las elecciones para senadores y representantes se prescribir¨¢n en cada Estado por la legislatura respectiva, pero el Congreso podr¨¢ formular o alterar las reglas de referencia en cualquier tiempo por medio de una ley (...)¡±.
La cuesti¨®n es si cuando la Constituci¨®n habla de las ¡°legislaturas¡± estatales da carta blanca al poder legislativo para saltarse incluso las constituciones estatales y el control de los tribunales. Si se rompe la tradici¨®n asentada durante toda la historia constitucional estadounidense y se considera as¨ª, las implicaciones pueden ser tremendas, porque abrir¨ªa paso a todo tipo de maniobras m¨¢s agresivas para favorecer al partido propio por parte de los parlamentos estatales. Pero tambi¨¦n cabe que el Supremo decida que en este caso concreto el tribunal estatal se extralimit¨®, sin por ello conceder que el poder de las legislaturas al decidir las reglas electorales es ilimitado. Parte de los magistrados conservadores parec¨ªan decantarse este mi¨¦rcoles por buscar ese punto de equilibrio y no adoptar la versi¨®n m¨¢s radical de la teor¨ªa de la legislatura estatal independiente. Siempre queda adem¨¢s el control por parte de los tribunales federales.
La m¨¢s combativa contra la citada teor¨ªa ha sido la magistrada progresista Elena Kagan: ¡°Es una teor¨ªa con grandes consecuencias. Establecer¨ªa que si una legislatura se embarca en las formas m¨¢s extremas de gerrymandering, no hay remedio constitucional estatal para eso, incluso si los tribunales piensan que es una violaci¨®n de la Constituci¨®n. Dir¨ªa que las legislaturas podr¨ªan promulgar todo tipo de restricciones al voto, deshacerse de todo tipo de protecciones a los votantes que la constituci¨®n estatal proh¨ªbe de hecho. Permitir¨ªa a las asambleas legislativas intervenir, otorgarse un papel, en la certificaci¨®n de las elecciones y en la forma en que se calculan los resultados electorales¡±, ha advertido.
Distritos partidistas
La legislatura estatal de Carolina del Norte estableci¨® unos distritos electorales extremadamente partidistas para el Congreso federal y para las c¨¢maras estatales. Tras un recurso de la activista pro derechos de voto Rebecca Harper, el Tribunal Supremo de dicho Estado sentenci¨® que los nuevos mapas eran ¡°inconstitucionales m¨¢s all¨¢ de toda duda razonable en virtud de la cl¨¢usula de elecciones libres, la cl¨¢usula de igualdad de protecci¨®n, la cl¨¢usula de libertad de expresi¨®n y la cl¨¢usula de libertad de reuni¨®n de la Constituci¨®n de Carolina del Norte¡±.
Ante la alegaci¨®n del legislativo de que la constituci¨®n estatal no dice nada sobre el gerrymandering y de que el tribunal no ten¨ªa capacidad para revisar su decisi¨®n y menos a¨²n para establecer ellos los mapas provisionales, los jueces estatales contestaron que ese argumento iba en contra de un siglo de precedentes del Tribunal Supremo de Estados Unidos y que ¡°repugna a la soberan¨ªa de los Estados, a la autoridad de las constituciones estatales y a la independencia de los tribunales estatales¡±.
En un escrito ante el tribunal, la Administraci¨®n Biden sostiene que ¡°la legislaci¨®n estatal que regula las elecciones federales est¨¢ sujeta a revisi¨®n judicial por parte de los tribunales estatales para comprobar su conformidad con la constituci¨®n del Estado¡±. Con respecto al poder de las legislaturas para regular las elecciones, a?ade: ¡°Eso nadie lo discute. La cuesti¨®n es c¨®mo cumple esa funci¨®n el poder legislativo. Y el texto, la historia y los precedentes dan la respuesta: de acuerdo con los controles y equilibrios prescritos por las constituciones estatales¡±.
El Comit¨¦ Nacional Republicano ha participado en el caso y considera que se est¨¢ exagerando el impacto de la decisi¨®n que tome el Supremo. Los defensores del recurso creen que son los tribunales estatales los que se est¨¢n extralimitando y sustituyendo a las legislaturas con decisiones arbitrarias apelando a las cl¨¢usulas de derecho al voto, de libertad de expresi¨®n y de igualdad.
David Rivkin, un ex alto cargo republicano del Departamento de Justicia personado en el caso, pone en su escrito como ejemplo Pensilvania, donde su Tribunal Supremo cambi¨® las reglas del voto por correo para que el plazo l¨ªmite de llegada de las papeletas no fuera el martes de las elecciones, como hab¨ªa decidido la legislatura, sino el viernes. Y se pregunta por qu¨¦ un viernes es m¨¢s ¡°libre e igual¡± que un martes. El juez Alito se ha mostrado impl¨ªcitamente de acuerdo con esa teor¨ªa en la vista de este mi¨¦rcoles: ¡°Se ha hablado mucho del impacto de esta decisi¨®n en la democracia. ?Cree usted que promueve la democracia transferir la controversia pol¨ªtica sobre la distribuci¨®n de distritos de la legislatura a los tribunales supremos electos?¡±, ha preguntado al abogado que defend¨ªa la decisi¨®n del tribunal de carolina del Norte.
Controles y equilibrios
No todos los republicanos est¨¢n de acuerdo. Arnold Schwarzenegger, que fue gobernador republicano de California de 2003 a 2011, ha recordado en un escrito ante el tribunal que en su mandato promovi¨® que los distritos los fijase una comisi¨®n independiente, de modo que no los dibujase la legislatura estatal para favorecer a los dem¨®cratas. Teme que si triunfa ante el tribunal la posici¨®n de Carolina del Norte, ese legado se pierda. Y recuerda en su escrito que cuando solicit¨® la nacionalidad estadounidense una de las primeras cosas que le ense?aron es que su sistema pol¨ªtico es de controles y equilibrios de poder (checks and balances), algo que est¨¢ en riesgo.
Aunque nadie ha ido tan lejos en la vista de este mi¨¦rcoles, algunos constitucionalistas han advertido del riesgo de comprometer las elecciones presidenciales si se avala la teor¨ªa de la legislatura estatal independiente. En las elecciones presidenciales, el voto popular se transforma en electores o votos electorales para el partido que gana en cada Estado y son ellos los que eligen al presidente. Pero la literalidad del art¨ªculo 2 de la Constituci¨®n dice que, en las presidenciales, ¡°cada Estado nombrar¨¢, del modo que su legislatura disponga, un n¨²mero de electores igual al total de los senadores y representantes a que el Estado tenga derecho en el Congreso¡±. Ese ¡°del modo que su legislatura disponga¡± puede ser un agujero por el que se cuele la teor¨ªa de la legislatura estatal independiente en su versi¨®n m¨¢s extrema. Tras el intento de Donald Trump de subvertir el resultado electoral de las elecciones presidenciales de 2020, que gan¨® Joe Biden, hay quienes lo ven como una amenaza seria y quienes creen que es una exageraci¨®n sin sentido.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.