El Papa, ante la Curia: ¡°La religi¨®n no puede prestarse a alimentar conflictos¡±
Francisco se centra en pedir la paz en Ucrania en un esperado discurso ante los empleados de la Santa Sede, en el que ha sido menos duro de lo habitual
El papa Francisco pronuncia cada a?o en estas fechas un discurso ante la curia romana, el cuerpo de altos empleados de la Santa Sede. Es ya famoso por las rega?inas que suele echarles cada a?o por distintos motivos. Pero en esta edici¨®n, Bergoglio ha sido mucho m¨¢s suave y ha centrado su parte m¨¢s pol¨ªtica en reiterar su deseo de paz para Ucrania. ¡°Nunca como ahora hemos sentido un gran deseo de paz. Pienso en la martirizada Ucrania, pero tambi¨¦n en tantos conflictos que est¨¢n teniendo lugar en diversas partes del mundo¡±, record¨® Francisco.
El Papa siempre ha defendido que la religi¨®n nunca puede ser un pretexto para las guerras. Incluso en la que ahora mismo se libra en Ucrania, Francisco fue muy cr¨ªtico con Kirill, el patriarca de Mosc¨². Este jueves ha insistido en que la coartada espiritual no puede alimentar ning¨²n conflicto b¨¦lico. ¡°La guerra y la violencia son siempre un fracaso. La religi¨®n no debe prestarse a alimentar conflictos. El Evangelio es siempre Evangelio de paz, y en nombre de ning¨²n Dios se puede declarar santa una guerra. All¨ª donde reina la muerte, la divisi¨®n, el conflicto, el dolor inocente, nosotros no podemos m¨¢s que reconocer a Jes¨²s crucificado¡±, ha dicho.
La Curia suele acudir al discurso de Navidad del Papa preparada para recibir azotes verbales de casi cualquier tipo. Les ha pedido unidad, les ha re?ido por meter ciza?a contra el Pont¨ªfice, por no estar atentos a los problemas de la gente. Pero este jueves, en el aula de las bendiciones en el Vaticano, Francisco incluso lleg¨® a excusarse con ellos, como con un hijo. ¡°Nosotros corremos mayor peligro que todos los dem¨¢s, porque nos acecha el demonio educado, que no llega haciendo ruido sino trayendo flores. Si a veces digo cosas que pueden sonar duras y fuertes, no es porque no crea en el valor de la dulzura y de la ternura, sino porque es bueno reservar las caricias para los cansados y los oprimidos¡±.
La escalada violenta de los ¨²ltimos meses puede encontrar tambi¨¦n su origen en ego¨ªsmos pol¨ªticos o identitarios. ¡°Si es verdad que queremos que el clamor de la guerra cese dando lugar a la paz, entonces que cada uno comience desde s¨ª mismo. San Pablo nos dice claramente que la benevolencia, la misericordia y el perd¨®n son la medicina que tenemos para construir la paz. La benevolencia es elegir siempre la modalidad del bien para relacionarnos entre nosotros. No existe solo la violencia de las armas; existe la violencia verbal, la violencia psicol¨®gica, la violencia del abuso de poder, la violencia escondida de las habladur¨ªas. Ante el Pr¨ªncipe de la Paz, que viene al mundo, depongamos toda arma de cualquier tipo. Que ninguno saque provecho de la propia posici¨®n o del propio rol para mortificar al otro¡±, ha concluido Bergoglio.
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