La UE refuerza la cooperaci¨®n para el control migratorio con El Cairo ante el aumento de llegadas de egipcios
Grupos de derechos humanos alertan de que la falta de mecanismos de vigilancia favorece abusos en el pa¨ªs africano y en el Mediterr¨¢neo
La ma?ana del pasado 25 de octubre, la organizaci¨®n Alarm Phone, dedicada al apoyo a personas migrantes que cruzan el Mediterr¨¢neo en direcci¨®n a Europa, fue alertada de que dos botes con m¨¢s de 1.300 individuos a bordo hab¨ªan partido de la costa de Tobruk, en el este de Libia, y que se encontraban a la deriva en la zona de b¨²squeda y rescate de Italia y de Malta. Por la tarde, su situaci¨®n se hab¨ªa vuelto pr¨¢cticamente insostenible, con unas 12 personas muertas o inconscientes. Pero no fue hasta m¨¢s de 15 horas despu¨¦s de haber notificado el naufragio cuando las autoridades italianas efectuaron una operaci¨®n de salvamento; una de las mayores a las que jam¨¢s ha asistido Alarm Phone en sus ocho a?os de actividad. Muchos de quienes se hallaban en aquellas dos embarcaciones proced¨ªan de Egipto: una estampa cada vez m¨¢s frecuente en la peligrosa ruta del Mediterr¨¢neo Central.
Hasta este noviembre, m¨¢s de 18.000 egipcios hab¨ªan llegado a Italia por mar, lo que los convierte en la primera nacionalidad de entre quienes han entrado en el pa¨ªs europeo por esta v¨ªa. Seg¨²n se?ala un portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), la cifra representa un aumento de m¨¢s del 220% respecto al mismo periodo del a?o anterior.
Ante este incremento de llegadas, el pasado 30 de octubre, Bruselas y El Cairo anunciaron un proyecto para reforzar las capacidades operativas de la Guardia Costera y la Guardia de Fronteras de Egipto. Seg¨²n explica una portavoz de la UE, el plan cuenta con un presupuesto de 80 millones de euros y se ejecutar¨¢ en dos fases. La primera, dotada con 23 millones, cubrir¨¢ ya este a?o la entrega de embarcaciones de b¨²squeda y rescate, adem¨¢s de equipos de vigilancia de fronteras de car¨¢cter civil. La segunda, que se est¨¢ negociando, est¨¢ prevista para 2023. Se trata de la primera cooperaci¨®n de este tipo entre la Comisi¨®n Europea y Egipto.
Despu¨¦s de que en 2016 una embarcaci¨®n con cientos de personas a bordo naufragara frente a la costa de Egipto y se cobrara m¨¢s de 200 vidas, El Cairo empez¨® a impedir con su caracter¨ªstica mano dura las salidas desde su territorio. En paralelo, el pa¨ªs se ha ido consolidando tambi¨¦n como una pieza clave de la externalizaci¨®n de las fronteras adoptada los ¨²ltimos a?os por la UE y sus Estados miembros, en especial con los pa¨ªses del sur del Mediterr¨¢neo.
Aunque los motivos del pronunciado aumento de salidas de egipcios var¨ªen seg¨²n los casos, un investigador de la Plataforma de Refugiados en Egipto (RPE, por sus siglas en ingl¨¦s) indica en condici¨®n de anonimato que el mal estado de la econom¨ªa nacional y, sobre todo, la estancada situaci¨®n pol¨ªtica en el pa¨ªs, con la consecuente ausencia de esperanza y de perspectivas de un futuro digno, son dos de los principales motores.
Falta de claridad
Grupos de derechos humanos y diputados del Parlamento Europeo han expresado preocupaci¨®n por el nuevo programa de Bruselas por la falta de claridad que rodea el plan de financiaci¨®n y el historial de abusos de las autoridades egipcias. ¡°Todav¨ªa no sabemos qu¨¦ efectos va a tener este nuevo acuerdo, pero ya hemos podido ver los que han acarreado los anteriores, que es un enorme n¨²mero de violaciones que han pasado sin investigarse y sin rendir cuentas¡±, se?ala la fuente de la RPE.
Algunas de estas organizaciones alertan de que la falta de cr¨ªtica por parte de Bruselas y su cada vez mayor colaboraci¨®n con El Cairo alientan que se sigan violando derechos en las fronteras y dentro del pa¨ªs. Grupos como la RPE se?alan que, pese a algunos cambios legislativos, las autoridades egipcias contin¨²an aplicando un decreto presidencial de 2014 que define amplias zonas adyacentes a sus fronteras como zonas militares.
¡°Son un agujero negro, como los centros de detenci¨®n. Nadie puede saber lo que ocurre all¨ª: no se permite entrar a ONG, ning¨²n monitoreo nacional o internacional, ni se pueden hacer informes¡±, alerta desde la RPE una segunda fuente que no quiere revelar su identidad por motivos de seguridad. Entre 2016 y mediados de 2021, el ej¨¦rcito egipcio anunci¨® la detenci¨®n de m¨¢s de 80.000 migrantes irregulares sin llegar nunca a esclarecer qu¨¦ ha ocurrido con ellos, seg¨²n ha documentado la RPE. Recientemente, Egipto ha deportado a decenas de refugiados eritreos a los que se ha perdido el rastro nada m¨¢s llegar a Asmara. Y en 2021, el medio franc¨¦s Disclose revel¨®, tras obtener cientos de documentos clasificados, una operaci¨®n secreta del ej¨¦rcito egipcio en el desierto occidental del pa¨ªs que, bajo el pretexto de la lucha antiterrorista, tuvo como objetivo rutas de contrabando y de migraci¨®n irregular. La RPE tambi¨¦n ha documentado la detenci¨®n arbitraria de migrantes en varias ciudades del pa¨ªs.
El comisario europeo de Pol¨ªtica de Vecindad y Ampliaci¨®n, Oliv¨¦r V¨¢rhelyi, designado en 2019 a petici¨®n del primer ministro ultraconservador h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n, afirm¨® en agosto que se realizar¨ªa una evaluaci¨®n de riesgos previa al nuevo programa con Egipto. Y tanto ¨¦l como la portavoz de la Comisi¨®n anteriormente citada aseguran que se har¨¢ seguimiento del uso del equipamiento y de la puesta en pr¨¢ctica del plan para que se respeten los derechos de personas migrantes y refugiadas. A pesar de esas afirmaciones, por ahora no se ha hecho p¨²blico el resultado de ninguna evaluaci¨®n de riesgos ni est¨¢ claro el alcance del seguimiento anunciado.
Otro de los elementos del acuerdo que genera dudas es el papel que se espera de la Guardia Costera, ya que, oficialmente, ning¨²n egipcio llegado a suelo italiano este a?o ha embarcado en Egipto. Seg¨²n el portavoz de ACNUR, Libia ha sido el pa¨ªs de embarque de nueve de cada 10 egipcios llegados a Italia, seguido de Turqu¨ªa (9%) y T¨²nez (1%). Maurice Stierl, miembro de la red de Alarm Phone, explica adem¨¢s que desde finales de octubre est¨¢n registrando un n¨²mero inusualmente elevado de grandes embarcaciones, con entre 300 y 600 personas a bordo, que parten del este de Libia. Muchas de ellas son egipcias.
Hasta verano, la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones (OIM) estimaba que en Libia hab¨ªa al menos 144.500 migrantes egipcios, seg¨²n se?ala Julia Black, responsable del proyecto de Migrantes Desaparecidos. Black apunta asimismo que, hasta noviembre, unos 2.900 egipcios hab¨ªan sido interceptados en el mar por las autoridades libias.
Las autoridades egipcias, por su parte, han presumido de forma reiterada de que ning¨²n barco con migrantes sale de sus costas desde 2016, aunque ACNUR ha documentado que una reducida minor¨ªa de los egipcios que llega a Italia ha partido de la costa de este pa¨ªs africano. El nuevo programa de la UE sugiere un cuestionamiento de la versi¨®n oficial de El Cairo, pero al ser repreguntada sobre el asunto, la portavoz de la Comisi¨®n Europea no contest¨®. Aunque EL PA?S ha contactado con el Ministerio de Exteriores egipcio y con la Coordinadora Nacional para el Combate y la Prevenci¨®n de la Migraci¨®n Ilegal y la Trata de Personas, tampoco ha obtenido respuesta.
La inquietud por el papel de la Guardia Costera ha aumentado tambi¨¦n porque, a finales de septiembre, un grupo de 23 migrantes, la mayor¨ªa egipcios, que se hallaba a la deriva en la regi¨®n de b¨²squeda y rescate de Malta, fue devuelto a Egipto tras una operaci¨®n de salvamento, seg¨²n registraron cuatro organizaciones activas en rescate mar¨ªtimo. ¡°Fue la primera vez que pudimos documentar que, de alguna manera, Malta intervino instruyendo a los barcos comerciales que intervinieron en el desembarco de los supervivientes en Egipto, que estaba a m¨¢s de 500 millas n¨¢uticas, mientras Malta e Italia estaban a solo 150. Obviamente, esto va contra las convenciones internacionales¡±, se?ala Juan Mat¨ªas Gil, coordinador de los rescates en el mar Mediterr¨¢neo Central de M¨¦dicos Sin Fronteras.
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