El capo Messina Denaro ten¨ªa un segundo escondite con un b¨²nker en el interior

La madrugada del martes, los carabinieri y la Fiscal¨ªa de Palermo encontraron en Campobello di Mazara la casa donde Matteo Messina Denaro, el capo de la Cosa Nostra huido durante 30 a?os, hab¨ªa pasado los ¨²ltimos meses. Extra?¨® que se tratase de un apartamento expuesto al exterior (era un bajo) y sin vigilancia. Los objetos encontrados mostraban un domicilio corriente donde el capo viv¨ªa como cualquier otro vecino. Este mi¨¦rcoles, sin embargo, los carabinieri han descubierto un segundo apartamento, esta vez completamente blindado, donde esperan hallar muchas m¨¢s pruebas e informaci¨®n que permitan reconstruir y seguir la pista de la organizaci¨®n que ha dado cobertura al mafioso en los ¨²ltimos a?os.

En el nuevo apartamento, a escasos 400 metros del primero, los agentes han hallado una suerte de doble muro que ocultaba uno de los b¨²nkeres que se presume ten¨ªa Messina Denaro. Los carabinieri siguen registrando el lugar, donde esperan encontrar parte del dinero con el que sufrag¨® su fuga, acompa?ados del fiscal adjunto de Palermo, Paolo Guido. Hasta el momento, Campobello di Mazara sigue centrando las investigaciones; en este municipio resid¨ªan tambi¨¦n Andrea Bonafede, la persona que prest¨® su identidad y su domicilio al capo, as¨ª como Giovanni Luppino, ch¨®fer y guardaespaldas del mafioso que tambi¨¦n fue detenido el lunes.

Esta localidad se ubica a solo nueve kil¨®metros de Castelvetrano, pueblo siciliano donde vivi¨® siempre la familia de Denaro y donde este naci¨® y creci¨®. Como los grandes capos huidos, Messina Denaro nunca quiso alejarse de su territorio. Y logr¨® hacerlo llevando una vida aparentemente normal. La vivienda no parec¨ªa el escondrijo provisional de un tipo que huye, sino el apartamento de un ciudadano corriente. En su interior, entre otras cosas, se encontraron perfumes, relojes de lujo, zapatillas de deporte, un frigor¨ªfico lleno de comida y recibos de restaurantes. Adem¨¢s, fueron halladas pastillas contra la impotencia sexual y preservativos. ¡°No llevaba precisamente una vida de monje, como s¨ª hac¨ªa, por ejemplo, Bernardo Provenzano¡±, dijo el fiscal adjunto.

Los carabinieri y la Fiscal¨ªa de Palermo descubrieron este primer escondite, donde pas¨® al menos el ¨²ltimo a?o, justo despu¨¦s de arrestarlo en la cl¨ªnica donde se trataba el c¨¢ncer que padece. Tambi¨¦n se est¨¢ investigando el papel del m¨¦dico que le trat¨® y si este favoreci¨® que el capo pudiese ser tratado contra el c¨¢ncer en una cl¨ªnica privada de la capital de Sicilia. De hecho, una pregunta que sobrevuela el ambiente es c¨®mo en un pueblo peque?o donde todo el mundo se conoce, nadie se dio cuenta de que Matteo Messina Denaro resid¨ªa all¨ª.

¡°Si llega un forastero y lo ven tres noches seguidas cenando en un restaurante, tardan poco tiempo en averiguar qui¨¦n es¡±, se?alaban fuentes policiales. La respuesta a esa pregunta est¨¢ relacionada con la omert¨¤ o ley del silencio de una provincia en la que el clan de Messina Denaro ha gobernado durante las ¨²ltimas d¨¦cadas sin fisuras. En el supermercado de la esquina, por ejemplo, donde se supone que ¨¦l o sus guardaespaldas hac¨ªan la compra, ninguno de los empleados consultados le hab¨ªa visto nunca. ¡°Adem¨¢s, est¨¢ muy envejecido. ?C¨®mo ¨ªbamos a reconocerle?¡±, afirmaba uno de los cajeros.

En la operaci¨®n le fueron incautados dos tel¨¦fonos y una agenda. Elementos con los que la magistratura conf¨ªa en trazar un boceto m¨¢s claro de su entorno. Este mi¨¦rcoles, el descubrimiento del nuevo inmueble es otro avance en esa direcci¨®n.

Ahora, Messina Denaro permanece en su celda de m¨¢xima seguridad en la c¨¢rcel de L¡¯Aquila, una de las prisiones que permite aislar a los presos en el r¨¦gimen del 41 Bis, una modalidad aplicada a todos los condenados por delitos relacionados con la mafia. Seg¨²n algunos medios italianos, el capo lleg¨® sobre la una y media de la madrugada del martes al centro penitenciario. Lo hizo en plena forma, bromeando con los funcionarios: ¡°?Antecedentes? ?Hasta ahora ni uno!¡±.

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