La Corte Interamericana de Derechos Humanos sanciona a Bolivia por no investigar ni castigar la violaci¨®n de una ni?a
Brisa de Angulo, que tuvo que salir de su pa¨ªs por las amenazas, celebra un fallo que las organizaciones feministas consideran ¡°hist¨®rico¡±
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) sancion¨® al Estado de Bolivia por no haber investigado y castigado adecuadamente una violaci¨®n y por no haber protegido a la v¨ªctima, que en el momento de los hechos era una ni?a. Le acusa adem¨¢s por la revictimizaci¨®n que le causaron los servicios policiales, de salud y judiciales que investigaron el caso. Brisa de Angulo Losada denunci¨® en 2002, cuando ten¨ªa 16 a?os, que hab¨ªa sido violada por su primo. Seg¨²n el dictamen de la Corte que se acaba de conocer, Bolivia incumpli¨® su obligaci¨®n de ¡°garantizar, sin discriminaci¨®n por motivos de g¨¦nero, as¨ª como por la condici¨®n de ni?a de la v¨ªctima, el derecho de acceso (de esta) a la Justicia¡±. Las asociaciones feministas que apoyaron a la v¨ªctima todos estos a?os han calificado el fallo de ¡°hist¨®rico¡±.
La Corte encontr¨®, por unanimidad, que Bolivia era ¡°responsable por la violaci¨®n de los derechos a la integridad personal, a las garant¨ªas judiciales, a la vida privada y familiar, a los derechos de la ni?ez y la protecci¨®n judicial¡± de De Angulo. La sentencia se?ala que ¡°resulta evidente que Brisa ha padecido un profundo sufrimiento y angustia en detrimento de su integridad ps¨ªquica y moral debido a las graves violaciones cometidas por el Estado¡±. Se refiere, en particular, ¡°a la flagrante revictimizaci¨®n¡± sufrida durante la investigaci¨®n y el proceso penal. Este tratamiento, que se considera ¡°cruel y degradante¡±, caus¨® en De Angulo ¡°un sufrimiento adicional a la violencia sexual y psicol¨®gica de los cuales fue v¨ªctima¡±.
Por petici¨®n expresa de la parte demandante, no se establecieron compensaciones econ¨®micas y ni siquiera el pago de los costos del proceso. ¡°Lo que busco es visibilizar esta injusticia, no castigar al Gobierno boliviano o pedir una reparaci¨®n monetaria. Quisiera contribuir a que haya cambios estructurales¡± en Bolivia y Latinoam¨¦rica, explic¨® De Angulo, que ahora tiene 37 a?os. Por eso, una de las principales sanciones de la Corte IDH contra el Estado boliviano ha consistido en obligarlo a publicar la sentencia en varios medios de comunicaci¨®n y a realizar ¡°un acto p¨²blico de reconocimiento de su responsabilidad internacional¡±, en el que debe expresar su ¡°compromiso de desarrollar una estrategia nacional integral, hol¨ªstica y transformadora¡± para prevenir y responder a la violencia sexual contra ni?as y adolescentes, especialmente al incesto.
Aunque en el pasado otros Estados americanos como Nicaragua y Ecuador fueron responsabilizados por la Corte IDH en procesos parecidos, el fallo contra Bolivia es importante porque exige que el pa¨ªs adecue su normativa al consenso internacional respecto al incesto, con lo que este debe dejar de ser solo un ¡°agravante¡± de otros comportamientos ilegales y debe convertirse en un delito en s¨ª mismo. La sentencia tambi¨¦n es especial porque demanda que el pa¨ªs elimine el delito de ¡°estupro¡±, que establece penas m¨¢s bajas que las de violaci¨®n para una relaci¨®n supuestamente consentida entre un adulto y un menor de edad. ¡°El supuesto estupro debe ser violaci¨®n¡±, seg¨²n B¨¢rbara Jim¨¦nez, experta de Equality Now.
Estas resoluciones tienen el potencial de expandirse a otros pa¨ªses latinoamericanos que reconocen a la Corte IDH. La feminista boliviana M¨®nica Bay¨¢ subray¨® ¡°la importancia de este d¨ªa para todas las sobrevivientes de violencia sexual en la regi¨®n¡±. Adem¨¢s, la Corte exigi¨® a las autoridades bolivianas que la legislaci¨®n del pa¨ªs deje de basar su definici¨®n de violaci¨®n en el uso de la fuerza f¨ªsica y la sustente en la ausencia de consentimiento, como establecen los est¨¢ndares internacionales.
Brisa De Angulo tuvo que reunir mucho valor para presentarse ante las autoridades a denunciar que hab¨ªa sido violada por su primo. En ese momento, en lugar de acogerla y protegerla, funcionarios policiales, de salubridad y judiciales dudaron de ella, le obligaron a repetir los ex¨¢menes m¨¦dicos, desatendieron su testimonio y absolvieron inicialmente a su primo, lo que la oblig¨® a apelar hasta tres veces. Al final, la situaci¨®n fue aprovechada por el acusado para fugarse del pa¨ªs. ¡°El sistema de justicia boliviano me neg¨® un debido proceso¡±, resume la mujer.
Ahora Bolivia tiene que buscar y obtener la extradici¨®n y el juzgamiento del presunto violador, que vive en Colombia. De Angulo tambi¨¦n se halla fuera de su pa¨ªs, ¡°escondida¡±, dice, ¡°de la presi¨®n y las amenazas que he recibido por buscar justicia desde hace 20 a?os¡±.
La Corte ha determinado que Bolivia establezca un protocolo de tratamiento de las denuncias de agresi¨®n sexual contra ni?os por parte de los funcionarios de todos los niveles y reparticiones del Estado relacionados con estos casos. Estos deben ser capacitados en este protocolo. El mismo debe evitar que haya revictimizaci¨®n, por ejemplo, se debe limitar la investigaci¨®n del cuerpo de la mujer denunciante a un solo an¨¢lisis m¨¦dico, y garantizar la participaci¨®n de expertos en psicolog¨ªa y m¨¦dicos especializados en situaciones traum¨¢ticas durante toda la investigaci¨®n.
De Angulo recibi¨® el fallo rodeada por representantes de las organizaciones feministas que la arroparon durante este proceso y celebr¨® que ¡°las cosas empiecen a cambiar para que ninguna ni?a tenga que volver a pasar¡± por lo mismo.
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