Alfonso L¨®pez Chau: ¡°Qu¨¦ triste ser¨ªa la juventud de un pa¨ªs que no protesta por sus muertos¡±
El rector de la Universidad Nacional de Ingenier¨ªa (UNI) abri¨® las puertas del campus a estudiantes de las regiones que llegaron a la protesta
Alfonso L¨®pez Chau (El Callao, 72 a?os) es economista, pero es el rector de la universidad de ingenieros m¨¢s afamada del Per¨². En lugar de dar cifras, cita a pensadores con distintas lecturas de la realidad peruana como Jos¨¦ Carlos Mari¨¢tegui, Jorge Basadre, V¨ªctor Andr¨¦s Belaunde y V¨ªctor Ra¨²l Haya de la Torre. Hace pol¨ªtica desde los claustros acad¨¦micos y eso ha levantado las cejas de diversas autoridades. Desde la semana pasada, est¨¢ bajo los reflectores de la opini¨®n p¨²blica por albergar en el campus de la UNI durante cuatro d¨ªas a 150 estudiantes universitarios de la sierra del pa¨ªs (Arequipa, Cusco y Puno) que participaron activamente en las movilizaciones contra la presidenta Dina Boluarte.
A diferencia de su par, la rectora de San Marcos, Jeri Ram¨®n, L¨®pez Chau les abri¨® las puertas y en un video que se viraliz¨® les dijo ¡°esta es su casa, cu¨ªdenla¡±. Su acto inspir¨® a los alumnos de la Universidad Nacional Federico Villarreal, que acaban de pedirle lo mismo a su rectora. L¨®pez Chau lo resume en una frase: ¡°la pol¨ªtica es lo mejor que le puede pasar a los pueblos¡±.
Pregunta. Ha dicho que si volviera a tener 20 a?os saldr¨ªa a marchar estos d¨ªas. ?Sal¨ªa mucho a protestar en su ¨¦poca de estudiante?
Respuesta. S¨ª, claro. Yo sal¨ª a protestar contra la dictadura de Juan Velasco Alvarado en los a?os setenta, pero me interes¨¦ en la pol¨ªtica desde antes. Fui aprista desde los 15 hasta los 19. Luego ya no milit¨¦ en ning¨²n partido. Aunque me defino como de centro izquierda.
P. ?Hay alguna marcha que lo haya marcado?
R. Despu¨¦s de acabar el colegio, con unos amigos y dirigentes estudiantiles que se sumaron constituimos un movimiento llamado Jornada Juvenil de Trabajo, y nos pusimos a hacer muchas cosas para tener fondos y hacer obra social. Llegamos a construir una escuela en Comas. El Gobierno en ese entonces quiso controlarnos y no nos dejamos. Pensaban que ¨¦ramos un movimiento pol¨ªtico. Nos amenazaron.
P. ?C¨®mo evit¨® hace una semana que la Polic¨ªa no entrara a la UNI como s¨ª pas¨® en San Marcos?
R. A m¨ª me interesaba que vieran que en la UNI la vida transcurri¨® normalmente en esos cuatro d¨ªas en los que acogimos a estudiantes universitarios de Puno, Cusco y Arequipa. Pero fuimos sorprendidos ese s¨¢bado [por la polic¨ªa]. Yo estaba aqu¨ª, en la sede. Ese d¨ªa ¨ªbamos a tener una graduaci¨®n en una de nuestras facultades y pod¨ªa ser peligroso. Hice llamadas y pude comunicarme por WhatsApp con el viceministro de gobernanza territorial, Jos¨¦ Muro. ?l no estaba enterado del operativo, y me dijo: no puede ser. Quiero pensar que alg¨²n funcionario tom¨® su nombre. Pero lo cierto es que despu¨¦s de comunicarme con ¨¦l, los tanques se retiraron inmediatamente.
P. Usted es la ¨²nica autoridad civil que ha dialogado con los manifestantes.
R. No creo ser la ¨²nica. Pero s¨ª la m¨¢s visible, porque tengo una buena relaci¨®n con los dirigentes de la ACUNI, el nombre de la federaci¨®n de estudiantes de la UNI, aunque eso ha sido desde antes. Llevo m¨¢s de 30 a?os en la universidad. Pero lo cierto es que me han dado un grado de exposici¨®n que no busqu¨¦. Me han hecho popular.
P. Hasta presidenciable. ?Lo ha le¨ªdo?
R. (Risas) S¨ª, pero eso no es lo m¨¢s hermoso. Me llam¨® una se?ora de Cusco y me dijo: hemos visto la grabaci¨®n, donde acoge a los estudiantes, y nos ha hecho llorar, cu¨ªdese mucho, que Dios lo bendiga. La otra vez una se?ora me reconoci¨® en el supermercado y me dijo: qu¨¦ bueno que protegi¨® a los j¨®venes. Y as¨ª he recibido varias muestras de solidaridad.
P. Me imagino que tambi¨¦n ha recibido comentarios de otro tipo.
R. S¨ª, claro. Que aliento a los terrucos, que soy terruco, que soy un protector de delincuentes.
P. ?No le intimida?
R. No, para nada. En estas coyunturas, la familia y los amigos se dividen. Yo me alejo de los extremos y quiero construir un proyecto nacional.
P. ?Y ha recibido el respaldo de las autoridades? Me da la impresi¨®n que lo suyo ha sido solitario, quijotesco.
R. He recibido el respaldo de una parte del mundo acad¨¦mico. Pero si me toca estar solo en esto, estar¨¦ solo. No pasa nada. Hay que reposicionar el papel de la universidad. ?Por qu¨¦ en lugar de condenarlo, el pol¨ªtico no le da una direcci¨®n a toda esta gigantesca energ¨ªa acumulada de la gente? El clamor se escucha con nitidez, quiero ser ciudadano, quiero sentirme parte de una naci¨®n.
P. ?Cu¨¢l es el rol de la universidad en la sociedad?
R. Para el desarrollo de los pa¨ªses en esta coyuntura de convulsi¨®n mundial, de derrumbe de paradigmas, ya no va m¨¢s la cl¨¢sica relaci¨®n entre Estado, academia y empresa. Es insuficiente. Hay que incorporar a la sociedad civil y en la UNI incluimos a los agentes de la responsabilidad social con el planeta. Es un modelo que denominamos las Cinco h¨¦lices. La universidad est¨¢ obligada a tener relaci¨®n con su sociedad civil. El Per¨² es una naci¨®n en formaci¨®n, y propongo que el Per¨² por fin sea una naci¨®n. No podemos olvidarnos de la cohesi¨®n social. Adem¨¢s, digo yo, qu¨¦ triste ser¨ªa la juventud de un pa¨ªs que no protesta por sus muertos. O que proteste por lo que pas¨® en San Marcos. Protestar es la esencia de la juventud.
P. ?Por qu¨¦ un gran grupo de la poblaci¨®n ve a las universidades p¨²blicas con sospecha?
R. Eso ocurre en todas partes del mundo. Las juventudes protestan porque el mundo no les resuelve sus problemas. La humanidad no ha resuelto el gran problema de la justicia y la libertad. Unos pusieron m¨¢s ¨¦nfasis en la libertad y al final no han conseguido la justicia. Son las sociedades capitalistas modernas. Otros priorizaron la justicia, pero degollaron la libertad. Fueron las experiencias del socialismo y comunismo. Ese sigue siendo el gran tema de la humanidad: buscar la arquitectura para resolver los problemas.
P. Propone unir a la izquierda y la derecha, algo que parece muy improbable en este pa¨ªs.
R. Te voy a dar algunas cifras escalofriantes. El Per¨² tiene m¨¢s de 2.838.000 empresas. De esas, el 99.3% son micro y peque?as empresas, y de esas, ocho de cada diez son informales. Cifras objetivas y pavorosas. Y por otro lado, en las provincias el Per¨² es casi feudal. Fue una observaci¨®n que me hizo una joven norteamericana hace poco. ?Qu¨¦ quieren? ?Que la gente no proteste? Esto debimos resolverlo hace a?os. Creo en una unidad de la izquierda, centro y derecha. Porque estos problemas requieren una alianza profunda de un proyecto nacional. No hay proyecto nacional de solo centro, derecha o centro.
P. ?Se puede modelar, tallar una naci¨®n en medio de un derramamiento de sangre?
R. Creo que es una obligaci¨®n hacerlo, porque sino esto va a continuar.
P. ?Ha recibido la notificaci¨®n formal del Congreso para ir al Pleno a explicar por qu¨¦ le dio refugio a los manifestantes?
R. A mitad de semana, despu¨¦s de decir que no me hab¨ªa llegado nada oficial en un programa radial, me lleg¨® a la hora por correo. Me he excusado porque ten¨ªa consejo universitario y he pedido que me reprogramen. Pero pienso ir. Me gustar¨ªa que fuese p¨²blica, porque es necesario que ocurra un debate. Si es televisado, mejor todav¨ªa. Se necesita un gran debate de ideas.
P. Entiendo que la citaci¨®n solo le ha llegado a usted y no a la rectora de San Marcos, Jeri Ram¨®n.
R. Creo que es as¨ª. Es una l¨¢stima, ?no?
P. Son los rectores de las dos universidades p¨²blicas m¨¢s importantes, pero est¨¢n en las dos orillas. ?Qu¨¦ piensa de eso?
R. He llamado a la doctora Jer¨ª y le he dicho que debemos dar el ejemplo de unidad. No importan nuestras diferencias, busquemos puntos comunes. Ella me dijo que estaba dispuesta. Lamentablemente no se ha dado, pero hubo la voluntad.
P. ?Cu¨¢l es la escena que le ha producido m¨¢s indignaci¨®n en este ¨²ltimo mes y medio?
R. Me ha trucidado el alma ver a los manifestantes y a los estudiantes de San Marcos echados en el suelo boca abajo, con las manos enmarrocadas en la espalda. ?No pod¨ªan llevarlos a un cuarto y ya? ?Por qu¨¦ ten¨ªan que humillarlos? No entienden que hay un hambre que no se sacia con alimento y una sed que no se calma con agua. Es la dignidad del ser humano. Me duele mi pa¨ªs.
P. ?C¨®mo avizora el pa¨ªs y lo que suceder¨¢ en las pr¨®ximas semanas?
R. Yo nunca pierdo la esperanza. Una se?ora que perdi¨® a su hijo en las marchas dijo: hijito, ya no te voy a ver, pero donde est¨¦s sigue luchando por la justicia. Yo estoy enlazado a esa concepci¨®n.
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